En Estados Unidos, está iniciando un enorme escándalo relacionado a los fondos de inversión. Es mucho más grande que todos los demás escándalos financieros de los últimos tiempos (Enron, Worldcom, Tyco, etc.), ya que esa industria maneja un total de 7 billones de dólares que pertenecen a más de la mitad de los hogares estadounidenses.
Hasta ahora, no ha generado mucha atención, algo que se debe a que los fraudes involucran prácticas relativamente complejas.
En esencia, muchas medidas ilegales o poco éticas tienen que ver con el hecho de que el precio de las acciones de los fondos, que se calcula a partir del valor de mercado de los activos en los que invierten, se fijan una vez al día a cierta hora (4 PM). Al parecer, los fondos permitían que algunos inversionistas grandes compraran y vendieran acciones de los fondos más allá de ese horario, lo que les permitía ganar dinero fácil en la medida en que el valor de los activos en la cartera del fondo podía subir durante el resto del día y ellos compraban al precio anterior.
Por ejemplo, el mercado de Toko cierra en la madrugada, hora de Nueva York, por lo cual si subían de precio, un inversionista podía comprar acciones de un fondo orientado a acciones japonesas en la tarde, al precio del cierre del día anterior, y vender al día siguiente. Claro, esos inversionistas privilegiados pagaban jugosas comisiones a las operadoras de fondos. Los clientes normales resultaban perjudicados ya que esas transacciones grandes de corto plazo implican mayores costos de transacción. los cuales se deducen de los activos de los inversionistas pequeños. El monto total del daño es pequeño a nivel individual, pero en una industria tan grande, suman varios miles de millones de dólares.
El Congreso ya tomó interés en este tema y seguramente este escándalo crecerá. The Economist ofrece, como de costumbre, un buen resumen.
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