viernes, noviembre 21, 2003

El mercado matrimonial

Siempre he leído con profundo escepticismo a quienes denuncian la vida moderna como "alienante". Por ejemplo, mi suegro insiste que sólo podemos ser felices si vivimos en un rancho sembrando maíz. No obstante, cuando uno se entera de libros como éste, que le promete a las mujeres que pueden concontrar marido empleando las técnicas que la autora aprendió en su maestría de negocios, la verdad es que los antimodernistas empiezan a sonar razonables. A final de cuentas, recomendar que nos vendamos como "marcas" provoca risa, pero claramente hay muchos a quienes les parece perfectamente razonable.

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