sábado, febrero 28, 2004

Oda al consumismo

El consumidor estadounidense es una maravilla: ni los atentados terroristas, ni la recesión del 2001, ni las difíciles condiciones laborales o la caída acumulada de las acciones lo han frenado. De forma casi milagrosa, encuentra nuevas fuentes de recursos y los gasta con abandono. Claro, nada en deuda y su tasa de ahorro personal --2% el año pasado--es claramente inadecuada. Sin embargo, hay quienes sostienen que esto no es grave (ver este artículo, en PDF).

Los "excesos" consumistas de los estadounidenses siempre han sido reprochados por los austeros europeos y japoneses. Sin embargo, a éstos últimos deberían no les caería mal ser un poco más como sus primos americanos. De hecho, lo más importante es entender por qué los americanos se pueden dar el lujo de ser tan despilfarradores.

Para entender esto, vale la pena hechar un vistazo a las cifras de inversión y crecimiento de EUA, la zona euro y Japón para el periodo 1997-2002. En Estados Unidos, la inversión promedió 20.1% del PIB y el crecimiento real 3.2% anual. Para la zona euro, esas cifras fueron de 20.9% y 2.3% respectivamente y en Japón se ubicaron en 26.1% y 0.7%, respectivamente.

Visto de otra forma, por cada punto porcentual de inversión se generó 0.16 puntos porcentuales de crecimiento en EUA, 0.11 en la zona euro y 0.027 en Japón. Esto indica que los estadounidenses emplean la inversión de forma más eficiente que en la zona euro (45%) e infinitamente más eficiente que Japón. Obviamente, esto tiene mucho que ver con factores como la profundidad y eficiencia de los mercados financieros, entre otros.

La pregunta: si invertir no es muy productivo en Europa y básicamente inútil en Japón, ¿no les convendría a los ciudadanos de esas regiones consumir más e invertir menos, elevando su bienestar? Yo creo que sí. Además, si logran elevar la eficiencia de sus sistemas financieros, esa alza en el consumo como proporción del ingreso se puede mantener, ya que su ahorro, aunque menor, generará mayores retornos.

De todas formas, mi impresión es que si bien la productividad del capital es muy alta en EUA, el ahorro allá es claramente insuficiente. Eso llevará a que el consumo crezca de forma modesta en ese país en el futuro (es decir, menos que el PIB en promedio). Si Japón y Europa empiezan a consumir más, la economía mundial encontrará un balance mucho más sólido. De lo contrario, una pausa en el consumo estadounidense tendría serias y negativas repercusiones para todos.

viernes, febrero 27, 2004

La lucha contra la malaria

Aunque el SIDA acapara los titulares, la malaria es una enfermedad más extendida en África y otros países tropicales y tiene consecuencias muy serias. Este artículo (archivo PDF) presenta lo último en las investigaciones para combatirla así como una perspectiva económica de qué más se puede hacer.

Por cierto, lo tomé de la revista Finance & Development del FMI. Tiene muchos artículos interesantes, completamente gratuitos.

Combatiendo la xenofobia

Hace unos días, escribí sobre el abominable artículo publicado por Samuel Huntington, el famoso politólogo de Harvard, que es en esencia un ataque racista (no uso esa palabra a la ligera) contra los inmigrantes hispanos en Estados Unidos.

Por fortuna, otros más talentosos y conocidos que su servidor están respondiendo. Andrés Oppenheimer, uno de los periodistas latinoamericanos más reconocidos, respondió hoy a Huntington en su columna del Miami Herald. No se la pierdan.

jueves, febrero 26, 2004

¿Por qué son sesgados los medios?

Tal como sucede en la política, el periodismo es un ámbito en donde la brecha entre el idealismo y la realidad es inmensa. A todo periodista se le inculca el principio de la objetividad y la gran mayoría afirma que lo sigue fielmente. Sin embargo, en la práctica observamos que una parte significativa de las noticias que recibimos tienen, de alguna u otra forma, un sesgo evidente.

En muchas instancias, se asume que las propias inclinaciones ideológicas de los periodistas se plasman en sus notas. Bajo esta óptica, los lectores –quienes en teoría buscan la objetividad—son víctimas de esos prejuicios. Si esto es cierto, la competencia en los medios debería promover la veracidad.

Pero este punto de vista es un tanto irreal, ya que el público no necesariamente valora o busca la objetividad periodística. De hecho, muchos –sino es que la mayoría---están más interesados en leer noticias que se ajusten a sus puntos de vista/prejuicios.

En ese sentido, la pregunta es si los sesgos mediáticos son algo que los medios nos imponen o si más bien reflejan nuestra diversidad. Andrei Shleifer, un prolífico economista de Harvard, publicó recientemente un estudio teórico (un tanto técnico, pero interesante) que se inclina más por la segunda opción. La buena noticia: quienes valoran la veracidad pueden aproximarla leyendo varias fuentes, aunque no es una solución muy práctica.

¿Quién dice que la ciencia no es divertida?

Vía Libro de Notas, me enteré del indispensable Boletín Oficial de la Facultdad de Ciencias Inútiles (BOFCI), que abarca con rigor y seriedad temas de vital importancia como la patafísica, corbatología, zoología fantástica y similares. No se lo pierdan.

(Ed. Espero que pronto dedicarán un número completo a la blogología/bitacorología)

miércoles, febrero 25, 2004

Los políticos y el dinero

¿Son los políticos buenos administradores del dinero?

A primera vista, la mera pregunta ofende. Cualquier familia que maneje su dinero de la misma forma en que se administran las finanzas públicas pronto caería en la penuria.

Pero al mismo tiempo, la política ofrece incontables oportunidades para enriquecerse y los políticos no las desaprovechan.

A veces lo hacen de una forma muy burda, solicitando "aportaciones" a cambio de favores, una práctica tan antigua como la misma política. A pesar de es ilegal, muchos no resisten la tentación, como ilustra el escándalo en torno al "Niño Verde" en México. (El joven dirigente del Partido Verde, que heredó esa franquicia política de su padre, fue filmado solicitando un soborno de 2 millones de dólares para "facilitar" la aprobación de un proyecto de construcción en Cancún, una ciudad gobernada por su partido).

Pero en los países avanzados, donde la ley tiene más dientes, tienen que recurrir a métodos más sutiles. Por ejemplo, pueden beneficiar a ciertas industrias a cambio de tener garantizados lucrativos contratos de "consultoría" una vez que se retiren de la política.

Hoy me enteré de un mecanismo ingenioso que no conocia: aprovechar la información privilegiada a la que tienen acceso. Este art?culo del Financial Times es impactante. De acuerdo con una investigación, las inversiones en renta variable de los senadores estadounidenses generaron un retorno anual 12% superior al promedio del mercado en los cinco años hasta 1998. Los mortales ordinarios generaron un retorno anual 1.4 inferior al promedio.

Considerando que la gran mayoría de los senadores no tienen un perfil financiero, el hecho de que sus inversiones generen retornos que serían la envidia de cualquier administrador profesional de activos definitivamente no se puede atribuir a la suerte. En la práctica, cometen los mismos abusos por los que varias conocidas figuras de Wall Street fueron (correctamente) castigadas.

La paradoja del progreso

¿Cuál es nuestro objetivo principal en la vida? Puede haber tantas respuestas como individuos. Pero en términos muy generales, muchos (sino es que la mayoría) estarían de acuerdo que "ser cada vez más feliz" es una meta importante.

Bajo ese criterio, las sociedades modernas son un fracaso. A pesar de un alza importante en el nivel de vida en los países industrializados, hay evidencia --en los casos de Estados Unidos y Gran Bretaña--que un mayor ingreso por habitante no se refleja en un mayor grado de felicidad.

Este es un fascinante tema que puede ser abordado desde varias perspectivas. El Prof. Andrew Oswald, de la Universidad de Warwick, es un economista que ha investigado extensamente esta cuestión (es de los pocos economistas que escriben para un público amplio de forma clara y entretenida). Además, el célebre periodista estadounidense Gregg Easterbrook acaba de publicar un libro con el mismo título que esta nota sobre la evolución de la felicidad.

No he tenido la oportunidad de leer el libro de Easterbrook, aunque por las críticas parece que se centra más en explicaciones psicológicas. En cambio, Oswald aplica técnicas estadísticas a este tema y obtiene resultados interesantes:

+Encuentra cierto apoyo para la idea que lo que importa no es el nivel de ingreso por s? mismo, sino el ingreso relativo. Es decir, aunque mi ingreso sube, si el de mis conocidos sube más yo estar? menos feliz. Eso puede explicar en parte el hecho que la felicidad no aumente en el tiempo.
+Estar casado aparentemente eleva la felicidad. Eventos como el divorcio o quedarse viudo la bajan considerablemente.
+La felicidad sigue un patrón tipo "U" en términos de edad. Cuando somos jóvenes, somos felices, pero la felicidad baja hasta llegar a un mínimo cerca de los 40 años, para después subir.
+Diferentes grupos sociales presentan patrones muy diferentes de felicidad. Por ejemplo, en EUA la felicidad de las mujeres ha bajado considerablemente en los últimos treinta años, pero la felicidad de los afro-americanos ha subido mucho.

México: Revés en la guerra contra la inflación

De 1998 a 2002, México registró una rápida y sostenida baja en su tasa de inflación, que el año pasado se ubicó en 3.98%. Pero es notable que los avances para reducir esa tasa se han frenado, al grado que en las primeras seis semanas de este año acumulamos un alza en los precios de 0.94%, cuando la meta oficial es de 3%. Las expectativas de inflación han empezado a subir y la mayoría piensa que una inflación de 4% es muy probable para este año. Esto tiene el potencial de influir en las negociaciones salariales, lo cual podría hacer muy difícil bajar más la inflación en el futuro.

Hay varios puntos que quiero comentar. En primer lugar, cabe recordar que hay dos variables fundamentales que determinan la inflación: los salarios, que inciden más que nada en el precio de los servicios, y el tipo de cambio, que influye en el precio de las mercancías. En los últimos dos años, los salarios han subido poco más de 10% y el peso acumuló? una depreciación contra el dólar de un 15% (y mucho más contra el euro).

Como resultado, los precios de casi todos los servicios (vivienda, salud, educación, entretenimiento, etc.) aumentaron, en efecto, entre 12 y 14% (salvo el transporte público), tal como uno esperaría. En los últimos meses, las negociaciones salariales han presentado aumentos de 4%, por lo cual los precios de los servicios deberían aumentar más o menos en la misma proporción.

Lo que es sorprendente es la evolución del precio de las mercancías. En el caso de la ropa, calzado, muebles y enseres domésticos, los precios no han subido nada en promedio de 2002 a la fecha, pese a la fuerte depreciación del tipo de cambio.

¿Qué puede explicar esto? Me parece que hay tres factores importantes.

El primero: China. Las exportaciones de China a México crecieron 50% en el 2003, aunque primordialmente sustituyeron las importaciones de otros países asiáticos (las importaciones totales de Asia subieron menos de 2%). Esto implica que sustituimos productos más caros por otros más baratos.

Al mismo tiempo, el crédito al consumo ha crecido a tasas superiores a 30% estos dos años y, para los comerciantes, los márgenes pueden ser muy altos. En ese sentido, pueden preferir mantener los precios a contado bajos como "gancho" para generar ventas a través del crédito.

En tercer lugar, la "Wal-Martizaci?n" de México. Las ventas de esa cadena comercial, la más grande por mucho del país, han crecido a tasas de dos dígitos (las demás cadenas crecen, aunque un poco menos). La capacidad de Wal-Mart para apretar a sus proveedores y reducir precios es legendaria.

Es difícil cuantificar el impacto de cualquiera de esos factores sobre los precios, pero sin duda han contribuido, en mayor o menor medida, a la baja inflación observada en el caso de mercancías. La pregunta es cuánto durarán estos beneficios. Por ejemplo, las importaciones chinas no podrán seguir creciendo a una tasa de 50% por mucho tiempo. No conozco la respuesta.

Eso nos lleva al último punto: en los últimos dos años los precios de los alimentos, bebidas y tabaco han subido en línea con la inflación general, a pesar de que la depreciación del tipo de cambio y el alza en los precios de los productos primarios sugerían un alza mayor. En las primeras semanas del año han subido notoriamente, lo cual quizá? indica que esos factores ya empiezan a sentirse.

En resumen, va a ser difícil --por no decir imposible--alcanzar la meta de 3% de inflación para este año. En servicios, no hay mucho que hacer. Pero para contrarrestar el alza en los alimentos, la única posibilidad es fomentar una apreciación del tipo de cambio. En ese sentido, el hecho de que Banco de México actuó la semana pasada para elevar el "corto" es una señal de que buscar? mantener la cotización del peso ante el dólar por debajo de los 11 pesos por dólar. Dudo que la magnitud de esa restricción monetaria sea la necesaria: probablemente las tasas de corto plazo tendrán que subir a 6% durante un periodo prolongado para alcanzar esa meta. A ver que pasa.

martes, febrero 24, 2004

Las civilizaciones chocan.....en el Río Bravo

El famoso intelectual Samuel Huntington (aquel que escribió sobre el choque de civilizaciones) acaba de publicar un artículo en Foreign Policy sobre los migrantes latinoamericanos en Estados Unidos.

No exagero al afirmar que Huntington caracteriza a los mexicanos que residen en ese como ignorantes, flojos, ingratos y totalmente opuestos a integrarse a la sociedad de su país adoptado. Según él, Estados Unidos corre el peligro de terminar como un país dividido (tipo Canadá, sólo que en lugar de tener un Quebéc molesta pero próspera, tendrá, horror de horrores, un Jalisco bronco y pobre).

Obviamente, la evidencia que cita para respaldar sus afirmaciones es una mezcla de estudios debatibles y obsoletos y anécdotas selectivas. Un ejemplo:

"Sosa identifies several Hispanic traits (very different from Anglo-Protestant ones) that “hold us Latinos back”: mistrust of people outside the family; lack of initiative, self-reliance, and ambition; little use for education; and acceptance of poverty as a virtue necessary for entrance into heaven. Author Robert Kaplan quotes Alex Villa, a third-generation Mexican American in Tucson, Arizona, as saying that he knows almost no one in the Mexican community of South Tucson who believes in “education and hard work” as the way to material prosperity and is thus willing to “buy into America.” Profound cultural differences clearly separate Mexicans and Americans, and the high level of immigration from Mexico sustains and reinforces the prevalence of Mexican values among Mexican Americans. "

Desgraciadamente, Huntington es muy famoso y sus ideas van a resonar ampliamente. De hecho, ya hay amplios grupos --a lo largo y ancho del espectro ideológico--que están muy opuestos a la migración masiva. Algunos son extremistas (este sitio es un buen ejemplo), otros no tanto

Hasta ahora, el debate público en Estados Unidos ha ignorado en mayor medida el tema de la inmigración, a pesar de septiembre 11 y la mala dinámica en su mercado laboral.

Eso empieza a cambiar. Recientemente el presidente Bush propuso crear un programa de trabajadores huéspedes dirigido a los inmigrantes ilegales (un gran avance, aunque no ideal). Es muy probable que el debate en torno a este tema y a la migración en general sea importante en la campaña electoral de este año.

Aunque me queda claro que la mayoría de la clase intelectual estadounidense sigue siendo pro inmigración (ver este ejemplo), estoy preocupado porque la lógica no está del lado de los mexicanos.

Mi punto es sencillo: aunque los migrantes mexicanos trabajen duro, aspiren a ser buenos estadounidenses y aprendan inglés, nada puede cambiar el hecho de que su nivel educativo (y por tanto su productividad) es baja. En ese sentido, a los estadounidenses les conviene más una política migratoria como la canadiense, que es liberal pero muy selectiva en cuanto al perfil de los inmigrantes. Por diversos motivos, incluyendo su historia, Estados Unidos no ha tomado ese camino. Pero eso no impide que en el futuro pueda cambiar de opinión.

Lo que más me preocupa es que los mexicanos y nuestro gobierno no están preparados en lo más mínimo para enfrentar esta posibilidad. Pero eso es tema para otro día.

La crisis existencial de la bolsa mexicana

En cuestión de semanas, la bolsa mexicana perderá a dos importantes acciones: BBVA Bancomer y Apasco. Ambas serán deslistadas debido a que sus empresas matrices están comprando todas sus acciones. Las autoridades del sector e incluso el gobernador de Banco de México han expresado que esto será negativo para la liquidez del mercado.

Tienen razón, pero los reportes sobre la muerte de la bolsa mexicana son exagerados. A final de cuentas, en términos de volumen y tamaño, la renta variable es sólo una pequeña parte del mercado y las emisiones de deuda --que no pueden ser sustituidas por otro mercado--están creciendo a pasos agigantados. En mi artículo más reciente pueden ver el argumento completo.

Dicho eso, también me gustaría que la renta variable nacional tuviera un mayor dinamismo. Para alcanzar esa meta, el gobierno debe permitir que los grandes fondos de pensiones inviertan en acciones. Pero las autoridades bursátiles también deben incentivar la entrada de nuevas empresas. En ese sentido, ¿por qué no ponen el ejemplo? La Bolsa Mexicana de Valores debería convertirse en una empresa y listar sus propias acciones.

lunes, febrero 23, 2004

Nanotecnología

El tema de la nanotecnología ha recibido mucha atención recientemente. Este artículo del Washington Post ofrece una buena introducción.

¡¡El FIN está cerca!!

Incluso bajo circunstancias favorables, sobrevivir los lunes no es nada sencillo. Pero cuando uno es bombardeado por noticias catastrofistas de todo tipo, el único impulso que queda es correr al bar más cercano para ahogar las penas.

¿Por dónde empezar? Un asesor económico del presidente Bush escribió hoy sobre las agencias federales de créditos hipotecarios y estudiantiles (Fannie Mae, Freddie Mac, Sally Mae). Sus pasivos son casi tan grandes como los del gobierno federal, los mercados consideran esa deuda como garantizada por el gobierno y, en esencia, no son reguladas. Es la madre de todas las bombas de tiempo financieras y parece que nadie piensa hacer algo al respecto.

Pocos perderán sueño sobre un muy real pero arcano asunto financiero. Pero cuando resulta que el mismísimo Pentagono advierte, de acuerdo a un informe supuestamente filtrado a un diario inglés, sobre las catastróficas consecuencias del cambio climático ("Inglaterra como Siberia, "Ciudades europeas bajo el agua", "Guerra nuclear"), es hora de empezar a sudar. ¿Olvidé mencionar que según esa fuente dicho escenario se presentará en menos de 20 años?

(ed. Suena como esos informes que hace 30 años predecían hambrunas masivas y el agotamiento de las reservas de petróleo. En todo caso, en este sitio se discute ese informe).

Si el calentamiento global no termina con la humanidad, no faltan candidatos. Si logramos sobrevivir unos cuantos miles de millones de años más, algunos físicos creen que la misteriosa energía obscura podría destruir al universo. Afortunadamente, Gregg Easterbrook nos informa que tal posibilidad no es, ni por mucho, una certeza. Vaya alivio.

Lo único que sé es que la humanidad lleva anunciando su fin, de alguna u otra forma, durante miles de años (ed. alguien debería catalogarlas). Las leyes de la probabilidad indican que, en efecto, un día una de esas amenazas resultará ser real. Ese día nos daremos cuenta que Pedro y el Lobo no es fábula, sino destino.

viernes, febrero 20, 2004

¿Cuál fue la mejor opción latinoamericana de inversión en los últimos 20 años?

Sebastián Edwards, un de los economistas latinoamericanos más reconocidos, acaba de publicar un estudio económico sobre el arte latinoamericano, centrado tanto en el proceso artístico como en los retornos financieros de invertir en esas obras.

En particular, entre 1981-2000, Edwards encuentra que una cartera diversificada de arte latinoamericano pagó un retorno real (en dólares) de 9%, mucho mayor al ofrecido por los mercados de acciones latinoamericanos y con un grado mucho menor de riesgo. Además, los retornos del arte latinoamericano ha tenido un bajo coeficiente de correlación con los principales índices bursátiles del mundo, por lo cual es una excelente opción de diversificación.

jueves, febrero 19, 2004

Argentina y México: ¿Cuál es la mejor estrategia para salir de las crisis?

A primera vista, las crisis económicas observadas en América Latina en años recientes tienen un guión similar:
1) el país emprende reformas que prometen transformar su economía
2) el país recibe cuantiosa inversión extranjera
3) el país emplea mal esos recursos y se vuelve evidente que su economía no tendrá los resultados esperados
4) los inversionistas extranjeros y nacionales pierden la confianza, dejan de enviar dinero o lo retiran y hay una enorme crisis de solvencia, acompañada por una depreciación tremenda del tipo de cambio.

A muy grandes rasgos, eso explica las causas de la crisis mexicana de 1995 y la argentina del 2002. Pero al comparar ambos casos, lo más sorprendente no son las propias crisis, sino los grandes contrastes en el proceso de recuperación. Específicamente, estoy pensando en las espectaculares tasas de crecimiento que presenta Argentina, cuya economía repuntó cerca de 10% en el 2003 con relación al año anterior. Por tanto, a continuación presento un análisis general, aunque todavía un tanto preliminar de cómo veo la situación en ese país.

La primera diferencia entre ambas naciones tiene que ver con la magnitud de las crisis. En 1995, el PIB de México cayó 6.2% real, mientras que el de Argentina se contrajo 11% en el 2002 (y casi 20% acumulado desde 1999). En ambos casos, la inversión fue el rubro más afectado, al contraerse a una tasa 4 veces superior a la del PIB, seguida por una caída en el consumo privado similar a la del PIB. Como era de esperarse, las exportaciones netas amortiguaron el choque (tanto por el alza en las ventas al exterior como por una caída en las importaciones), al igual que el consumo del sector público, aunque en menor grado.

También cabe notar que en los dos países el desempleo subió mucho y los salarios perdieron aproximadamente el 20% de su valor real por el alza en la inflación.

Lo interesante se presenta en el año posterior a la gran crisis. De forma predecible, el sector exportador goza de un auge, al igual que las industrias que pueden sustituir importaciones. Eso fomenta la inversión, generando una mejora en el empleo y un alza en el poder de compra de los salarios, lo cual se refleja en una mejora en el consumo.

Aunque eso sucedió en ambos países (1996 en México y 2003 en Argentina), las magnitudes son muy diferentes. En México, el PIB aumentó 5%, con base en un alza de 16% en la inversión y un repunte muy modesto de 2% en el consumo privado (el público prácticamente no varió), todo en términos reales. Tras crecer 30% real en 1995, las exportaciones aumentaron 18% en 1996, aunque las importaciones crecieron un poco más.

En Argentina, el repunte del PIB en los primeros 3 trimestres del 2003, comparado con el mismo periodo del año previo, sumó 12.6%. El alza fue fundamentada en un impactante alza de 44% en la inversión. El consumo privado creció 18% y el público 8.6%. De hecho, el gran freno fueron las importaciones, que subieron 40% real contra un alza de 10% en las exportaciones.

¿Qué quiere decir todo esto? Simplemente, que la demanda (consumo más inversión) se recuperó mucho más rápido en Argentina que en México. Me llamó mucho la atención que el poder de compra de los salarios en Argentina cerró el año pasado sólo un 5% por debajo de su nivel en 2001, mientras que en México tardó 7 años en regresar al nivel de 1994.

La gran diferencia entre ambos casos es que el gobierno argentino sigue en moratoria y el gobierno mexicano logró evitarla (gracias a la ayuda de EUA). Además, el sistema bancario argentino sufrió un daño mucho mayor que el mexicano.

Esto explica, por lo menos en parte, las diferencias en la trayectoria de las recuperaciones. Al quedar liberados (temporalmente) del peso de sus deudas, los consumidores, el gobierno y las empresas de Argentina de alguna forma tenían mayor capacidad de aumentar su gasto una vez pasada la peor parte de la crisis. Además, los problemas de la banca incentivan a que convertir los activos financieros en activos físicos, como inmuebles.

En cambio, la deuda acumulada restringió la recuperación de la demanda en México, la cual siguió orientada más bien a crecer con base en las exportaciones.

La gran pregunta es si el gobierno argentino hizo lo correcto en persistir en su moratoria y asumir una posición agresiva con respecto a sus acreedores. Por lo menos en el corto plazo, es una estrategia que permite reactivar la economía. A su vez, ese crecimiento permite tener una mejor posición para eventualmente cubrir los pasivos (aunque entre mejor esté la economía, los acreedores exigirán mayores pagos). Pero no hay que olvidar que parte de esta mejora es ilusoria: las deudas tendrán que ser pagadas y el poder de compra de los salarios subió tanto en parte por el congelamiento insostenible de las tarifas de algunos servicios públicos.

Pero a mediano y largo plazo, el panorama es más sombrío. La moratoria desincentiva la inversión extranjera, que fue la base de la recuperación económica de México entre 1996-2000. Podría ser suplida por inversión financiada con ahorro interno, pero es difícil imaginar cómo podría suceder eso con un sistema bancario en bancarrota. En México, donde se manejó mal la crisis financiera, aunque el estado rescató a los bancos, sólo hasta el año pasado empezó a fluir el crédito de nueva cuenta y todavía no mucho a las empresas. Sin duda, eso ha contribuido al bajísimo crecimiento económico mexicano en los últimos tres años.

En ese sentido, es probable que a Argentina le quede uno o dos años de alto crecimiento (aunque no a tasas de dos dígitos) en lo que recupera el terreno perdido desde 1999. Además, goza de una favorable coyuntura, tomando en cuenta el alto precio que gozan los productos primarios, la recuperación de la economía brasileña y la apreciación del euro (estos dos son mercados importantes). Si el gobierno se aplica a sanear la banca, reformar las finanzas públicas, manejar de forma razonable los precios de las tarifas públicas y en poco tiempo alcanzar un acuerdo con sus acreedores, bien podría retomar la senda del crecimiento sostenido.

Pero si sus autoridades confunden la recuperación cíclica actual con una tendencia a mayor plazo y, consecuentemente, sienten que su actitud de confrontación es correcta, es probable que el crecimiento se frene y regrese la inestabilidad financiera.

La ventana de oportunidad no durará mucho y México ilustra qué sucede cuando no se ejecutan bien esos pasos (aunque goza de estabilidad financiera y una gran reputación con los inversionistas, los problemas de la banca y la falta de una reforma fiscal han frenado su desarrollo).






Del departamento de comedia no intencional

En las últimas semanas, los mexicanos hemos seguido con una mezcla de incredulidad y horror los grotescos intentos de la primera dama mexicana, Marta Sahagún de Fox, para seguir en los pasos de Eva Perón. Incluso el partido en el poder (PAN), mostrando señales de actividad neuronal por primera vez en meses, está actuando para evitar semejante calamidad. Otros partidos han propuesto precisar jurídicamente lo que pueden y no pueden hacer las esposas y parientes de altos funcionarios.

En ese contexto, un titular que apareció hoy en el diario Reforma (se requiere suscripción) no tiene precio, como dirían los de Mastercard:

"Busca PAN regular uso de esposas"

(P.D. El artículo se refiere a un nuevo modelo de esposas, pero aquellas que sirven para sujetar a los delincuentes. )

Mel Gibson o cómo curar a la religión de sí misma

En años recientes, muchos de las cuestiones centrales que enfrentamos tienen una dimensión religiosa. Ejemplos abundan: el enorme poder de la derecha evangélica en Estados Unidos, el reto del islamismo radical, el papel de la religión en el conflicto palestino-israelí, el dominio teocrático en Irán, la guerra civil en Sudán, las masacres de musulmanes en la India, etc.

Para entes radicalmente seculares como su servidor, es un fenómeno tan amenazante como inexplicable. Nos preguntamos cómo puede ser que, en el apogeo de la democracia liberal y en un entorno de mayores niveles educativo, una fuerza tan anacrónica y represiva como la religión esté ejerciendo tanta influencia en la vida pública. Reconozco que es una visión que muchos pueden considerar como arrogante e intolerante. Pero incluso quienes tienen una mejor opinión de la religión deben estar preocupados por el hecho que es una fuerza cuya expresión es, actualmente, predominantemente negativa.

Al reflexionar sobre estas cuestiones, se me ocurrió que la controversia en torno a la película de Mel Gibson, La Pasión del Cristo, que será estrenada a fines de mes, ilustra perfectamente el origen y la posible solución al problema del mal uso de la religión.

Para no extenderme demasiado, simplemente noto que quienes han visto versiones preliminares de esa película señalan que se trata de las últimas horas de la vida de Jesús: su captura, juicio y crucifixión, con referencias ocasionales a otros episodios. En esencia, dramatiza (es decir, se basa en, pero no se limita a) las versiones de los cuatro evangelios, las cuales difieren parcialmente y en ocasiones se contradicen. Según este excelente artículo de Newsweek, enfatiza el papel de las autoridades religiosas judías como instigadoras del proceso en contra de Jesús, el cual a final de cuentas estuvo en manos de las autoridades romanas.

El problema, tal como nota el artículo de Newsweek, es que si bien los evangelios son la única fuente para saber qué sucedió, presentan serias deficiencias. De entrada, no sabemos quiénes los escribieron (son atribuidos a ciertos apóstoles por tradición), pero los expertos en esta materia afirman que fueron escritos décadas después de los eventos que describen (se considera que el evangelio de Marcos fue el primero y fue escrito alrededor de 70 d.C.)

Además, no son documentos que pretenden ser historias objetivas de la vida de Jesús; sus propósitos eran resaltar sus enseñanzas y justificar su autoridad divina, por lo cual los eventos de su vida fueron incluidos selectivamente para apoyar esas metas. No sabemos y no podemos saber qué tan veraces son esas historias ni qué tanto quedó excluido. Pero lo que sí podemos hacer es analizarlos a la luz del contexto en el que fueron escritos.

Ese contexto es difícil. Los evangelios fueron redactados después de la rebelión judía contra Roma (que terminó en 70 d.C.), la cual fue suprimida con lujo de violencia. El cristianismo era una pequeña secta judía, rechazada por la mayoría de sus correligionarios. En ese sentido, se entiende por qué los evangelios describen a las autoridades romanas en términos no tan desfavorables (querían evitar ser perseguidos a muerte) y por qué atacan constantemente a los judíos, sobre todo a las autoridades religiosas (era necesario justificar, ante ellos y los gentiles, el hecho de que la mayoría del mismo pueblo de Jesús no lo aceptaba). De hecho, el antagonismo contra los judíos se volvió más marcado en los evangelios más recientes (el último fue el de Juan) conforme el cristianismo se alejaba de sus raíces hebreas. Además, hay que mencionar que contienen muchos elementos poco realistas: por ejemplo, todas las fuentes externas concuerdan en señalar que Pilatos era un gobernante sanguinario, autoritario y cruel, lo cual contradice la imagen que transmiten los evangelios.

Para quienes estén interesados en este tema, recomiendo los libros de Elaine Pagels, una reconocida académica que estudia el cristianismo, y La Espada de Constantino, un magnífico libro escrito por James Carroll.

A lo que quiero llegar es que los grupos que emplean a la religión de forma negativa invariablemente interpretan a los textos religiosos de forma literal y selectiva. Ignoran o eligen ignorar por completo el contexto en el que fueron escritos, el cual es crucial para determinar su verdadero sentido. Por ejemplo, todos los expertos señalan que tanto la Biblia como el Corán tuvieron varios autores, quienes describían hechos acontecidos décadas o incluso siglos atrás y que estaban influidos por los temas y hechos de su propio tiempo. Pretender que son “la palabra literal de Dios” es una aberración.

Muchas iglesias cristianas (la católica, anglicana, luterana, etc.), así como autoridades de otras religiones, reconocen esto. Pero incluso ellos jamás lo enfatizan (me imagino que piensan que eso minaría su autoridad y la de los textos). De hecho, se limitan a citar los pasajes bíblicos más positivos e ignoran los incómodos o francamente repelentes. Eso crea una imagen muy distorsionada en la mente de los creyentes, quienes con frecuencia no tienen la capacidad o iniciativa para recurrir a fuentes más críticas. Ni qué decir de los evangélicos o fundamentalistas de toda estirpe, quienes en los textos sacros encuentran justificaciones para llevar a cabo toda clase de barbaridades.

La falta de un entendimiento crítico e informado sobre la religiones es la base de los males que emanan de ellas. Al no estimularlo, quizá las iglesias o grupos afines tengan un rebaño más grande y más devoto, pero al mismo tiempo aseguran que los feligreses tendrán una base moral defectuosa y un conocimiento menos que óptimo de los aspectos fundamentales de cada fe.

En ese sentido, Roma y las demás autoridades cristianas que han mostrado favorables hacia la película de Gibson cometen un grave error al no repudiarla. Es una oportunidad inmejorable para explicarle a los creyentes cómo hay que interpretar a los evangelios a la luz de su contexto. Eso permitiría terminar de una vez por todas con los mitos antisemitas que se basan en esos textos. Pero quizá más importante es que ayudaría a las personas a centrarse en el “por qué” de la muerte de Jesús (su significado religioso), que es lo importante, y dejar a un lado el “cómo”. Además, sería un acto valiente que serviría como inspiración a personas de otras persuasiones religiosas a tomar posiciones críticas similares y enfrentar al fundamentalismo maligno que es el azote de nuestros tiempos.

Lamentablemente, es un sueño de un pobre agnóstico. En la práctica, la actitud del Vaticano pare ser favorable y, que yo sepa, ninguna autoridad religiosa cristiana ha manifestado su oposición (con toda razón, autoridades judías han protestado). Parece que seguiremos apropiando como nuestros los conflictos y odios de hace dos mil años, encontrando novedosos y mortíferos medios para ventilarlos.

martes, febrero 17, 2004

El tsunami demográfico

El perfil demográfico de una sociedad es una de las pocas cosas que podemos predecir con cierta certeza, ya que la dinámica poblacional cambia lentamente en el tiempo. Pero al mismo tiempo, somos casi patológicamente incapaces de prepararnos para su impacto. Esto es cierto en toda clase de ámbitos, desde las pensiones hasta la medicina.

En todo caso, es un tema fascinante y preocupante al mismo tiempo. Vía Daniel Drezner y Tyler Cowen, no dudo en calificar a este artículo de Nicholas Eberstadt, publicado en Policy Review, como un de los más interesantes que he leído sobre este tema.

Al igual que todos, lo que más me llamó la atención fue el análisis comparativo de China y Japón. El autor argumenta que si bien Japón será un país de viejos en un par de décadas y tiene problemas económicos nada desdeñables, puede salir adelante porque es una sociedad que logró la prosperidad antes de envejecer. En cambio, China envejecerá antes de ser rica, lo cual implica un futuro mucho más negro para este país.

Eso es precisamente lo que temo para México. Aunque el patrón demográfico no es tan dramático como en China, estamos envejeciendo rápidamente sin lograr crecer (incluso tomando en cuenta la reactivación económica esperada para este año, el PIB real por habitante básicamente no habrá crecido entre 2000-2004 y en los veinte años previos creció más o menos a un glacial ritmo de 1% anual).

¿Hacia dónde va el precio del petróleo?

La OPEP anunció la semana pasada un nuevo recorte a la producción. Los de por sí altos precios del petróleo (el WTI cerca de 34 US$ por barril y el Brent en US$ 30) subieron más y los mercados de futuros indican que el mercado espera sólo una baja gradual y modesta en los próximos años. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que todos los productores fuera de la OPEP e incluso algunos dentro de esa organización están invirtiendo mucho para elevar su capacidad (notablemente Rusia). En ese sentido, pese a que la demanda de petróleo probablemente crecerá más de lo pronosticado, es posible que hacia fines de años o en 2005 se presente una caída mayor a la esperada. Claro, eso asumiendo cierta estabilidad política en Medio Oriente.

Este es un breve resumen de la nota que publiqué hoy en El Financiero. Ojalá les interese.

lunes, febrero 16, 2004

El discreto encanto del fraude nigeriano

Seguramente han recibido algún mensaje, en inglés, de un respetable caballero africano que solicita sus servicios para "disponer" de una suma malhabida, aunque por circunstancias inocentes. El señor, generalmente un burócrata de alto rango o pariente de un depuesto dictador, solicita que el lector "preste" su cuenta bancaria para sacar los fondos de un país africano, a cambio de una jugosa y millonaria comisión. Por supuesto, el incauto que envía sus datos recibirá una solicitud para enviar fondos para cubrir los costos de los trámites. Se pueden imaginar el resto (este sitio del Servicio Secreto de Estados Unidos proporciona todos los detalles). Es el famoso fraude "nigeriano" o "419" (este último por el artículo del código penal nigeriano que trata sobre el fraude).

Es increíble pensar que hay personas suficientemente estúpidas para caer en esta trampa, pero como dijo P.T. Barnum, "cada minuto nace un ingenuo". Este fraude lleva dos d?cadas (antes, las cartas eran enviadas por fax). Pero no quiero aburrirlos con los detalles (este sitio ofrece toda la informaci?n imaginable). Lo que vale la pena es divertirse con ellas.


En cada una de ellas se ofrece una historía, escrita en un inglés elegante y anacrónico, pero lleno de faltas ortográficas y sintácticas, tan dramática como risible. Son una suerte de género literario. Este artículo lo describe a la perfección.

Claro, la calidad es bastante variable. Hay muchas que son brutalmente directas y centradas en el dinero. Así que si no tienen nada mejor que hacer con su tiempo, en este sitio se presentan más de 100 ejemplos.

viernes, febrero 13, 2004

Películas y medicinas

¿Qué tiene que ver Hollywood con la industria farmaceútica? De acuerdo a James Surowiecki, en el futuro la segunda parecerá a la primera. Argumenta que laboratorios gigantes como Merck y Pfizer no están generando nuevos medicamentos a pesar de los miles de millones de dólares que gastan en investigación. Señala que la innovación proviene actualmente de pequeñas empresas de biotecnología, enfocadas a unos cuantos productos. En el futuro, los Merck serán como los estudios de Hollywood: financiarán la investigación de los pequeños y distribuirán sus productos, pero llevarán a cabo poca investigación propia. Verdaderamente vale la pena.

El despido más caro de la historia

No cabe duda que la economía y las finanzas son un tema un tanto seco. Entre los pocos eventos que crean un poco de drama son los intentos de adquisición de empresas, sobre todo cuando se trata de nombres conocidos. El intento de Comcast por adquirir a Disney cumple todos esos requisitos.

Tras una semana infernal de trabajo, llego un poco tarde a esta fiesta, pero de todas formas aporto mis dos pesos.

En primer lugar, la lógica de esta transacción no tiene que ver con crear una empresa fusionada más rentable o mejor posicionada estratégicamente. Cierto, en años recientes se ha hablado mucho del matrimonio de contenido y distribución. Para Comcast, una empresa de televisión de cable, contar con el contenido de Disney es un sueño: puede atraer más suscriptores.

Pero para Disney no hay muchas ganancias. Si bien Comcast es la empresa más grande en su industria, llega a menos de una sexta parte de los hogares estadounidenses y no tiene mucha presencia internacional. Es decir, sólo una pequeña fracción de la base de clientes de Disney. En ese sentido, no le aporta mucho. Además, las empresas de cable, acostumbradas a sus semi-monopolios legales, son la antítesis de creatividad y tienen fama bien ganada de mal servicio. Esa cultura corporativa probablemente infectaría negativamente a Disney. Por último, las fusiones contenido-distribución no han sido muy exitosas que digamos. Basta recordar casos como AOL-Time Warner o los pésimos resultados de la compra de ABC, un canal nacional de televisión, por parte de Disney. (The Economist ofrece un buen resumen de este punto).

¿Entonces por qué nadie descarta que Disney sea adquirida? La respuesta tiene nombre y apellido: Michael Eisner, el presidente y director general del imperio del ratón. Este hombre subió a la cima en 1984 y, sin duda, hizo un gran trabajo en sus primeros 10 años. Pero de ahí en adelante, no ha dado una. Parece incapaz de compartir el poder, corriendo a todo ejecutivo –incluso los talentosos---que le hace sombra. Además, la empresa no ha tenido éxitos propios en años (sus películas más taquilleras, como Toy Story o Nemo, fueron creadas por Pixar, el cual acaba de terminar su relación con Disney por la mala sangre entre su jefe, Steve Jobs, y Eisner. Para variar, también cobra su peso en oro. A pesar de que hace años era un claro pasivo, ha logrado conservar su posición creando un consejo de administración dominado por sus amigos.

Tomando esto en cuenta, queda clara la oportunidad para Comcast: las acciones de Disney están subvaluadas por la presencia de Eisner, por lo cual tiene la oportunidad de comprarla barato una empresa que sin duda le aportaría ganancias a su negocio básico (y al ego de sus directivos). Por eso digo que se trata del despido más caro del mundo. Pero no hay que olvidar que es poco probable que –al igual que todas las fusiones, incluso las que tienen más lógica—genere valor para todas las partes. De hecho, es más probable que suceda lo contrario.

Este caso nuevamente ilustra que el gobierno corporativo no funciona bien. Claro, Disney no es, ni por mucho, un Enron. Además, por lo menos en Estados Unidos hay una última línea de defensa: el mercado, ya que las ofertas hostiles de compra sirven para remover a directivos perjudiciales. Pero es un mecanismo muy costoso y riesgoso. No se debería de llegar a ese extremo.

Las medidas legales, como la ley Sarbanes-Oxely, ayudan al fomentar la transparencia, fortalecer los consejos y hacer más responsables a los directivos. Pero el problema central no se ha resuelto: la dispersión del capital impide que los accionistas ejerzan un control adecuado del consejo. Ante esta situación, creo que los reguladores deben tomar un enfoque novedoso: hacer que, como parte de sus responsabilidades básicas, los consejos establezcan medidas para manejar al cuerpo directivo de la empresa como un riesgo más para las operaciones de la empresa. Es decir, deben crear mecanismos y criterios fijos, de antemano, para determinar cuándo un ejecutivo se ha vuelto un pasivo. Estos pueden incluir evaluaciones externas, plazos fijos para ciertos cargos y metas de desempeño que, si no se cumplen, son motivo de despido.

martes, febrero 10, 2004

Desesperadamente buscando retornos

Hoy estuve en un desayuno en donde naturalmente se tocó el tema de los mercados. Sin duda, aquí y en todo el mundo los inversionistas están preocupados.

Las enormes ganancias que han otorgado los bonos --vía la apreciación por la baja en las tasas--están llegando a su fin y ahora hay que despertar a la cruda realidad de retornos de 5% o menos (al menos que no sea de los valientes que adquiera bonos mexicanos en moneda local de 20 años que pagan 8.8%).

La situación de las acciones es compleja. En Estados Unidos y otros países industrializados, la valuación es bastante alta. Si bien las utilidades crecerán de forma importante este año, el 2005 implica un regreso a la norma. Las acciones emergentes se ven mejor, pero incluso ahí el rally del 2003 implica que ya no hay gangas (me consta: encontrar acciones subvaluadas en el mercado mexicano es cada vez más difícil).

En el mundo competitivo de las finanzas, nadie está dispuesto a invertir el dinero en papel de corto plazo que gana menos de 2% mientras espera que suban las tasas o las valuaciones bursátiles regresen a la tierra. Ergo, están desesperadamente buscando opciones. Como los mercados emergentes ya están a precio, ahora es regresar a la Madre Tierra: oro, plata, cobre, zinc, etc. En efecto, el precio de los productos primarios repuntó 10% el año pasado. Pero en algunos casos ya hay señales de excesos especulativos y, si bien los fundamentales son decentes en este mercado, a la larga es una inversión con un perfil pésimo de retorno-riesgo. Para quienes estén interesados en los commodities recomiendo una nota que publiqué hoy.

jueves, febrero 05, 2004

Lamentable locuacidad legal latina

En México, hoy es el Día de la Constitución (de 1917). Sí, la misma que amparó el criminal regimen priísta de inicio fin, condenó a los campesinos a la miseria semifeudal, colocó la riqueza nacional en las rapaces manos de los burócratas y que fue tan bien concebida que ha sido enmendada en incontables ocasiones. ¡Feliz cumpleaños!

Algo que siempre me ha parecido absurdo de la constitución local es que es muy larga y detallada, regulando cosas que no vienen al caso (derechos de propiedad, participación estatal en la economía, reglas de trabajo, etc.). Como en una democracia real es difícil enmendar una constitución, la especificidad de la misma es un pesado lastre. Me gusta mucho más el camino tomado por los próceres estadounidenses: un documento breve que fija las reglas generales e indispensables, dejando las precisiones a las leyes, que pueden ser adaptadas con facilidad a las circunstancias cambiantes.

Por ocioso, pasé un rato midiendo el tamaño de algunas constituciones (en inglés, para que sea justa la comparación) tomadas de este sitio.

Mi primer sorpresa: la constitución francesa es más concisa que la estadounidense ´(sin sus preámbulos, 6,790 palabras en el primer caso contra 8,029 en el segundo). También llama la atención que la alemana fuera mucho más larga: 21,299 palabras.

Pero nada como las latinoamericanas. En México padecemos un monstruo de 27,491 palabras (igual a la suma de la constitución alemana y la carta básica francesa). A pesar de nuestro digno esfuerzo de autoflagelación, somos unos novatos comparados con los cariocas. La constitución brasileña tiene nada más y nada menos que 45,189 palabras. Lo peor es que no pueden fingir ignorancia: el documento fue redactado en 1988. Ahora entiendo por qué el ex presidente Cardoso pasó 8 años intentando corregir los errores más estúpidos de la constitución, empezando por las absurdas reglas de jubilación para burócratas.

Esto último es un poco deprimente. Los mexicanos tenemos una pésima constitución. Pero si quisieramos redactar una nueva, el resultado probablemente sería incluso peor. Todo grupo de interés metería mano y terminaríamos con un elefante blanco de decenas de miles de palabras, cientos de reglas absurdas e incambiables y, a final de cuentas, los mismos idiotas que nos gobiernan hoy.

miércoles, febrero 04, 2004

Más sobre las remesas

Ayer escribí unas líneas sobre las remesas. En otro de esas coincidencias inexplicables, resulta que Banco de México publicó ese mismo día cifras sobre este tema. Comentaristas como Enrique Quintana han destacado la importancia macroeconómica de esos ingresos.

Lo más interesante del informe de Banxico es que ofrece la distribución geográfica de las remesas. En términos de los montos recibidos por habitantes, Michoacán ocupa, por mucho, el primer lugar, con 415 dólares. Es seguido por Zacatecas (US$260), Guanajuato (US$250) y Aguascalientes (US$229).

Esta lista es muy interesante. Los primeros lugares son ocupados por estados de ingreso medio (de medio bajo como Michoacán a medio alto como Aguascalientes) del centro y centro-norte del país. Los últimos lugares son ocupados por estados del norte (las Baja Californias y Nuevo León) y del sureste (Tabasco, Yucatán).

Esto parece indicar dos puntos más o menos obvios. En primer lugar, las personas de estados "ricos" no emigran mucho, lo cual es lógico: su incentivo no es alto. En segundo lugar, tampoco emigran mucho los pobres, probablemente debido a que el costo de hacerlo excede sus posibilidades económicas. Además, este fenómeno tiende a reforzarse debido a que la emigración depende de redes establecidas. Esto implica que a la larga los estados de alta migración convergirán en términos de ingreso por habitante con los estados norteños y entidades como el Distrito Federal. En cambio, los estados pobres del sur y sureste se rezagarán todavía más.

martes, febrero 03, 2004

La evolución del sector tecnológico

El gasto corporativo en tecnología está creciendo a un ritmo de 10% y las utilidades de las empresas de sector subieron más de 100% el año pasado. Sin embargo, el alza de 50% observada en el Nasdaq el año pasado implica que las buenas noticias ya están incluidas en el precio de las acciones. Hoy salió mi artículo sobre este tema en El FInanciero.

Remesas: ¿Bendición o maldición?

Nadie puede acusar a los mexicanos que residen en los EUA de ser poco generosos. El año pasado enviaron 14 mil millones de dólares a sus familiares en México, una cifra que ha crecido por factores como mejor medición, menores costos de envío y mayor migración.

En un sentido inmediato, es una buena noticia. De acuerdo a este estudio del Banco Interamericano de Desarrollo, cerca del 18% de la población adulta del país (más o menos 11 millones de personas) recibe remesas de familiares radicados en Estados Unidos. El total por persona asciende a unos 1,300 dólares al año, una suma considerable, ya que representa más o menos el 20% del ingreso nacional por habitante. Como era de esperarse, la gran mayoría considera que ese dinero mejora su vida.

Al igual que todos, he aplaudido las iniciativas del gobierno federal para reconocer a los emigrantes, facilitar y abaratar el costo de los envíos y, en general, promover su legalización. Sin embargo, con cada día que pasa estoy más convencido que el gran número de emigrantes y el dinero que envían está causando un enorme daño al país.

Hay varios argumentos en este sentido. El más directo, pero menos cuantificable, es el daño social que causa la emigración: comunidades rurales abandonadas, familias rotas, etc.

Pero eso sólo es el comienzo. Algo que los medios ignoran (no sé si es intencional) es que la emigración no beneficia a los segmentos más pobres. El estudio del BID muestra que las familias que reciben remesas tienen un nivel de ingreso y de educación ligeramente mayor al promedio de la población.

La propia Encuesta de Ingreso Gasto de los Hogares del 2002 corrobora esto. Aunque las magnitudes incluídas ahí no corresponden a otras fuentes (básicamente implican un nivel de remesas de 4 mil millones de dólares al año), ofrece una idea de la distribución de las remesas. Por ejemplo, el 10% del total de los hogares (decil) con menor ingreso recibe el 2.2% de su ingreso total por este concepto y dentro de ese grupo el 5.5% recibe remesas. Pero entre el decil de hogares que ocupa el sexto lugar en términos de ingreso (es decir, el 50% de los hogares tiene menor ingreso que ese grupo), el 7% recibe remesas y éstas representan el 2.8% de su ingreso total.

En otras palabras, las remesas benefician más a los hogares de ingreso medio o medio-bajo que a los hogares más pobres, tanto en términos relativos como absolutos.

El propio uso de esos fondos es ilustrativo. De acuerdo al estudio del BID, el 82% se destina a gastos corrientes e incluso a "lujos". El 11% se ahorra o se invierte en un negocio, mientras que el 7% se asigna a la educación. En otras palabras, las remesas no son promordialmente empleadas para invertir en un futuro mejor.

Al mismo tiempo, siguiendo un argumento de Grey Newman, un economista de Morgan Stanley, el copioso volumen de remesas, junto con los altos ingresos petroleros y la cuantiosa inversión extranjera, tienen la distinción de ser dinero por el cual el país trabaja poco o nada (no hay que olvidar que la IED que capta México se debe en buena parte a su posición geográfica). Este dinero "fácil" le ha permitido a los políticos mantener la estabilidad macroeconómica a pesar de que no han instrumentado las reformas que el país requiere en materia fiscal, energética, laboral, etc. Puesto de otra forma, las remesas ayudan a mantener un status quo que es, como todos sabemos, insostenible a la larga. Al mismo tiempo, la emigración masiva lleva a que muchas de las personas que están más conscientes sobre los problemas nacionales y que podrían promover el cambio queden excluidas por default de participar en la vida política del país.

Esto no quiere decir que la insistencia de Vicente Fox para mejorar la condición de los emigrantes esté mal. Sin embargo, comete un error al asignarle tal importancia a una estrategia que es, a la larga, escapista y que no está exenta de riesgos (no se puede descartar que en algún momento Estados Unidos actúe para combatir a los trabajadores ilegales, aunque hoy día es una posibilidad remota).

Los migrantes no son ni héroes ni villanos ni son la solución a los problemas del país. Es hora que hablemos claro sobre este tema, reconociendo que la migración no es deseable y que hay que trabajar, indirectamente a través de las reformas requeridas, para detenerla.

lunes, febrero 02, 2004

BBVA y Bancomer

Como diría mi abuelo, mira nada más. Despierto y lo primero que escucho es que BBVA decidió comprar el 41% de las acciones del Grupo Financiero BBVA Bancomer que no estaban en sus manos, de esa forma adquiriendo el total del segundo grupo financiero y banco del país. El importe de esta operación suma unos 4 mil millones de dólares.

No tengo el tiempo para entrar en los detalles. Pero hay varios puntos que me gustaría comentar relacionados con esta operación y otra similar, la adquisición del total de Apasco, una cementera mexicana, por parte de Holcim, una cementera suiza que también controlaba la mayoría de sus acciones.

1. El momento: La bolsa mexicana ha registrado un alza de 61% en los últimos doce meses. Para las empresas extranjeras que están comprando sus filiales mexicanas, los beneficios fundamentales de dichas adquisiciones no han cambiado mucho recientemente. Por tanto, el momento de las compras parece indicar que esperan que el rally bursátil seguirá (mejor comprar ahora que más caro en el futuro). Esta visión no es excesivamente optimista: en todo el mundo, incluyendo México, hay un mayor apetito por riesgo debido a las bajas tasas de interés y se está canalizando mucho dinero a opciones de mayor riesgo, como las acciones.

2. El precio: Definitivamente no se trata de adquisiciones baratas, pero ni Holcim ni BBVA están pagando demasiado. Por ejemplo, Apasco cerró en año con una razón precio-utilidades de 9.64 y una razón precio-valor en libros de 1.57, pero con la valuación implícita en la compra esos múltiplos suben a 11.57 y 1.89, respectivamente. Como punto de referencia, el P/U de Cemex es de 15.7 y su P/VL es de 1.58. En el caso de Bancomer, BBVA está pagando un múltiplo P/U de 15 veces y un P/VL de 1.9 veces. Los múltiplos de grupos financieros locales no son mucho menores. Pero basta señalar que son una ganga con relación a la cotización de los grupos financieros internacionales. Por ejemplo, el P/VL de Citigroup es de 2.71 veces.

3. La lógica fundamental: La verdad es que tanto Holcim como BBVA se tardaron demasiado en decidirse, pero es importante apelar a la lógica de sus compras. Apasco paga dividendos equivalentes al 3% a 4% de su valor de mercado, un nivel que supera las tasas de interés en los países industrializados. Además, crece a un ritmo real de 5% anual en ventas. Por su parte, es obvio que BBVA y los demás bancos internacionales que han comprado prácticamente todo el sistema financiero mexicano, resulta increíble que los créditos de la banca comercial sólo representen el 15% del PIB nacional cuando las tasas de interés de corto plazo se ubican en 5-6%. En los países industrializados, los créditos bancarios promedian más de 100% del PIB. Evidentemente, ven un enorme potencial de crecimiento por mayor intermediación financiera, incluso si la economía mexicana crece poco.

Sólo un punto adicional. Estas operaciones indican que hay un enorme contraste en las actitudes de los inversionistas nacionales y extranjeros. En México, la inversión no residencial lleva tres años a la baja, sin muchos visos de repuntar. Cierto, los problemas de la industria manufacturera influyen. Pero las principales empresas del país (incluyendo nombres notables como Femsa, América Móvil, IMSA y Cemex) están invirtiendo más en el extranjero que en el país. Suelen ser empresas que dominan sus respectivos mercados en México, por lo cual es claro que los consideran saturados y con pocas perspectivas de crecimiento. Al mismo tiempo, los extranjeros siguen invirtiendo mucho dinero en la compra de empresas mexicanas, mostrando un optimismo mucho mayor que sus contrapartes nacionales. La pregunta de los 60 millones: ¿quién tiene la razón?