¿Son los políticos buenos administradores del dinero?
A primera vista, la mera pregunta ofende. Cualquier familia que maneje su dinero de la misma forma en que se administran las finanzas públicas pronto caería en la penuria.
Pero al mismo tiempo, la política ofrece incontables oportunidades para enriquecerse y los políticos no las desaprovechan.
A veces lo hacen de una forma muy burda, solicitando "aportaciones" a cambio de favores, una práctica tan antigua como la misma política. A pesar de es ilegal, muchos no resisten la tentación, como ilustra el escándalo en torno al "Niño Verde" en México. (El joven dirigente del Partido Verde, que heredó esa franquicia política de su padre, fue filmado solicitando un soborno de 2 millones de dólares para "facilitar" la aprobación de un proyecto de construcción en Cancún, una ciudad gobernada por su partido).
Pero en los países avanzados, donde la ley tiene más dientes, tienen que recurrir a métodos más sutiles. Por ejemplo, pueden beneficiar a ciertas industrias a cambio de tener garantizados lucrativos contratos de "consultoría" una vez que se retiren de la política.
Hoy me enteré de un mecanismo ingenioso que no conocia: aprovechar la información privilegiada a la que tienen acceso. Este art?culo del Financial Times es impactante. De acuerdo con una investigación, las inversiones en renta variable de los senadores estadounidenses generaron un retorno anual 12% superior al promedio del mercado en los cinco años hasta 1998. Los mortales ordinarios generaron un retorno anual 1.4 inferior al promedio.
Considerando que la gran mayoría de los senadores no tienen un perfil financiero, el hecho de que sus inversiones generen retornos que serían la envidia de cualquier administrador profesional de activos definitivamente no se puede atribuir a la suerte. En la práctica, cometen los mismos abusos por los que varias conocidas figuras de Wall Street fueron (correctamente) castigadas.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario