En cuestión de semanas, la bolsa mexicana perderá a dos importantes acciones: BBVA Bancomer y Apasco. Ambas serán deslistadas debido a que sus empresas matrices están comprando todas sus acciones. Las autoridades del sector e incluso el gobernador de Banco de México han expresado que esto será negativo para la liquidez del mercado.
Tienen razón, pero los reportes sobre la muerte de la bolsa mexicana son exagerados. A final de cuentas, en términos de volumen y tamaño, la renta variable es sólo una pequeña parte del mercado y las emisiones de deuda --que no pueden ser sustituidas por otro mercado--están creciendo a pasos agigantados. En mi artículo más reciente pueden ver el argumento completo.
Dicho eso, también me gustaría que la renta variable nacional tuviera un mayor dinamismo. Para alcanzar esa meta, el gobierno debe permitir que los grandes fondos de pensiones inviertan en acciones. Pero las autoridades bursátiles también deben incentivar la entrada de nuevas empresas. En ese sentido, ¿por qué no ponen el ejemplo? La Bolsa Mexicana de Valores debería convertirse en una empresa y listar sus propias acciones.
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