El consumidor estadounidense es una maravilla: ni los atentados terroristas, ni la recesión del 2001, ni las difíciles condiciones laborales o la caída acumulada de las acciones lo han frenado. De forma casi milagrosa, encuentra nuevas fuentes de recursos y los gasta con abandono. Claro, nada en deuda y su tasa de ahorro personal --2% el año pasado--es claramente inadecuada. Sin embargo, hay quienes sostienen que esto no es grave (ver este artículo, en PDF).
Los "excesos" consumistas de los estadounidenses siempre han sido reprochados por los austeros europeos y japoneses. Sin embargo, a éstos últimos deberían no les caería mal ser un poco más como sus primos americanos. De hecho, lo más importante es entender por qué los americanos se pueden dar el lujo de ser tan despilfarradores.
Para entender esto, vale la pena hechar un vistazo a las cifras de inversión y crecimiento de EUA, la zona euro y Japón para el periodo 1997-2002. En Estados Unidos, la inversión promedió 20.1% del PIB y el crecimiento real 3.2% anual. Para la zona euro, esas cifras fueron de 20.9% y 2.3% respectivamente y en Japón se ubicaron en 26.1% y 0.7%, respectivamente.
Visto de otra forma, por cada punto porcentual de inversión se generó 0.16 puntos porcentuales de crecimiento en EUA, 0.11 en la zona euro y 0.027 en Japón. Esto indica que los estadounidenses emplean la inversión de forma más eficiente que en la zona euro (45%) e infinitamente más eficiente que Japón. Obviamente, esto tiene mucho que ver con factores como la profundidad y eficiencia de los mercados financieros, entre otros.
La pregunta: si invertir no es muy productivo en Europa y básicamente inútil en Japón, ¿no les convendría a los ciudadanos de esas regiones consumir más e invertir menos, elevando su bienestar? Yo creo que sí. Además, si logran elevar la eficiencia de sus sistemas financieros, esa alza en el consumo como proporción del ingreso se puede mantener, ya que su ahorro, aunque menor, generará mayores retornos.
De todas formas, mi impresión es que si bien la productividad del capital es muy alta en EUA, el ahorro allá es claramente insuficiente. Eso llevará a que el consumo crezca de forma modesta en ese país en el futuro (es decir, menos que el PIB en promedio). Si Japón y Europa empiezan a consumir más, la economía mundial encontrará un balance mucho más sólido. De lo contrario, una pausa en el consumo estadounidense tendría serias y negativas repercusiones para todos.
sábado, febrero 28, 2004
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