Con toda justicia, en México celebramos que la inflación e ubicó en menos de 4% en los últimos doce meses, algo que no se había logrado en décadas. La meta de Banco de México es bajarla a 3% el año entrante y hasta más en el mediano plazo, con el objetivo que tengamos una inflación similar a la de nuestros socios comerciales. ¿Quieren saber algo curioso? Es bastante probable que la inflación ya esté en 3%. ¿Cómo? Muy fácil: tendría ese nivel si la midieramos como en Estados Unidos.
En México, el cálculo de la inflación es sencillo: simplemente se revisa cada quincena el precio de toda clase de productos y servicios y se calcula la variación con respecto al periodo anterior. Pero que tal si imaginamos que hoyun cierto producto tiene un precio de 10 pesos y, gracias a avances tecnológicos, el siguiente año es dos veces mejor (digamos, un microondas que cocina más rápdio y gasta menos energía), pero cuesta igual. De acuerdo a Banco de México, la inflación en ese caso sería cero. Pero en Estados Unidos sí se toman en cuenta las mejoras en calidad, de tal forma que si es dos veces mejor, en realidad su precio bajó 50%.
En ese sentido, al no tomar en cuenta las mejoras en calidad, la inflación en México (y en otros países donde tampoco se hacen esos ajustes) es mayor a la que debería ser. Veamos un caso concreto. En Estados Unidos, el precio ajustado por calidad de las computadoras cayó 27% entre julio del 2002 y septiembre de este año. Tomando esos datos estadounidenses y añadiendo la depreciación del peso ante el dólar en ese lapso, el precio de las computadoras en México debió caer 18% en ese lapso. Pero las cifras de Banco de México indican una caída de tan sólo 2%.
Hay muchos otros productos cuya calidad ha mejorado significativamente en los últimos años (toda aparato electrónico, automóviles, servicios como telecomunicaciones, etc) y que ocupan una porción cada ves mayor de nuestro gasto. Al no ajustar los precios por calidad, Banco de México crea la impresión de que la inflación es mayor a la real, lo cual tiene toda clase de consecuencias (de entrada, contribuye a que las tasas de interés sean más altas de lo que podrían ser).
Claro, hacer los ajustes por calidad no es fácil e implica cierta subjetividad, pero en Estados Unidos hay trabajo muy serio de investigación que ha creado una metodología bastante sólida. Deberíamos usarla, ya que el objetivo real de las estadísticas es ofrecernos una visión lo más precisa de la realidad.
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