Ayer publiqué una breve nota sobre el tema en El Financiero. Resumen: las empresas mexicanas que cotizan en bolsa han librado el estancamiento económico relativamente bien y las perspectivas no son malas para los próximos meses.
Sin embargo, el alza de 30% en el IPyC en lo que va del año se puede atribuir en buena medida a una caÃda de casi un punto porcentual en el riesgo paÃs (la diferencia, en dólares, entre las tasas de interés de bonos gubernamentales mexicanos y estadounidenses) a poco más de 2 puntos porcentuales, un nivel inédito. No estamos solos en esto: lo mismo se observa en casi todas las economÃas emergentes.
¿Es sostenible? El hecho de que incluso el riesgo paÃs de Venezuela ha caÃdo fuertemente sugiere que hay un fuerte elemento especulativo en las compras masivas de deuda emergente. Los inversionistas estadounidenses y europeos no han logrado curar su adicción a los altos retornos de los últimos años (en acciones tomando como referencia su nivel de hace diez años, en bonos recientemente y en bienes raÃces). Ante las bajas tasas de interés de corto plazo y la amenaza de un mayor repunte en las de largo plazo, por lo menos en EUA, la única opción disponible son los mercados emergentes. No obstante, hay que recordar que éstos han mostrado una capacidad casi infinita para decepcionar una y otra vez.
Conclusión: si por motivos internos (colapso de los intentos por abrobar las reformas) o externos (los inversionistas dejan de amar a los mercdos emergentes) sube el riesgo paÃs, las ganancias recientes se convertirán en pérdidas. Por lo pronto, dado que el riesgo paÃs dificilmente caerá más, un mayor avance en el precio de las acciones dependerá del crecimiento de las utilidades. Otro motivo más para revisar cuidadosamente los reportes trimestrales.
miércoles, octubre 15, 2003
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