viernes, octubre 31, 2003

Comercio México-Europa: pesimismo injustificado

Guillermo Ortiz, gobernador de Banco de México, afirmó hoy que, "...no hemos visto que el Tratado de Libre Comercio con Europa se refleje en cifras comerciales."

Curiosamente, las propias cifras de Banco de México contradicen esta afirmación. Cabe notar que el TLC con la Unión Europea realmente entró en vigor en el 2001, en medio de la recesión global, por lo cual en sus primeros dos años no hizo una gran diferencia. Pero este año sí se nota un cambio: las compras mexicanas de productos de la UE registraron un alza anual de 9% en el periodo enero-agosto, mientras que las exportaciones mexicanas a esa región crecieron 7.8%. En contraste, las importaciones totales cayeron 0.2% y las exportaciones totales del país aumentaron sólo 1.2% en ese periodo. Es decir, el comercio con la UE es mucho más dinámico que aquel con Estados Unidos y Canadá.

No obstante, Ortiz tiene razón cuando afirma que el impacto es pequeño, ya que menos del 10% de nuestro comercio internacional es con la UE, y que la geografía es, en cierto modo, destino: Estados Unidos siempre será nuestro principal socio. Aún así, creo que las perspectivas son favorables, ya que la caída de aprox. 40% del peso ante el euro en los últimos 18 meses impulsará las exportaciones mexicanas en ese gran mercado.

¿Por qué arde California?

Gregg Easterbrook ofrece una respuesta muy sencilla: se supone que debe arder, por lo menos en lo que concierne a la naturaleza. Según él, la escala de los incendios recientes se explica precisamente por los esfuerzos del hombre para evitar incendios.

Por cierto, hace unos días escribí una nota relacionada.

Dato del día: El espí­ritu vikingo no ha muerto

Ninguna región del planeta tiene una reputación tan positiva como Escandinavia. Según la sabiduría popular, sus habitantes son pacíficos, generosos con los pobres, comprometidos con la igualdad y la democracia, honestos, aman la naturaleza y, por si fuera poco, diseñan los mejores muebles y teléfonos celulares del planeta. Cierto, son un poco aburridos, pero a escala colectiva son casi unos santos (aunque algunos objetarán con base sus prácticas reproductivas).

Hay mucho de cierto en ello, pero cualquiera que conoce bien sabe que muy dentro de su alma persiste el espíritu vikingo. Por lo general, éste se manifiesta después de unas copas. Pero también encuentra salida a través de otros canales, como las exportaciones de armas. Según Nationmaster, Noruega y Suecia están dentro de los primeros cinco exportadores de armas, tomando como referencia las ventas al exterior por habitante. Sus exportaciones de armas por habitante son de 34 y 55 dólares, respectivamente, contra un promedio mundial de menos de 4 dólares. Los "belicosos" y "armamentistas" estadounidenses sólo exportan el equivalente a 16 dólares por habitante.

Por cierto, Nationmaster.com es una maravilla. Tiene datos de todo tipo. Extremadamente útil e interesante para "data junkies" como su servidor.

Una voz interesante

El interés que despierta América Latina en Estados Unidos está en uno de los momentos más bajos niveles de la historia. Es entendible, pero no se puede excusar, con todo y los desastres en Oriente Medio. Por eso mismo vale la pena conocer qué piensan los pocos analistas que­ se fijan en esta región. Uno de ellos es Marcela Sánchez, corresponsal de Univision y columnista del Washington Post. Bien vale la pena leer sus artí­culos.

jueves, octubre 30, 2003

Cifra(s) del día: ¿Cuál es el futuro de las maquilas?

La industria maquiladora fue uno de los sectores más dinámicos del país durante la década pasada. Entre 1990 y el 2000, su producción aumentó 455% en total en términos reales (18.7% anual en promedio) y el empleo acumuló un alza total de 186% (11% anual). Pero en los siguientes tres años la producción bajó 22%, con una caí­da similar en el empleo. Al inicio, la baja en la producción se atribuyó a la recesión en Estados Unidos, que afectó de forma desproporcionada a las manufacturas. Pero ahora es claro que el factor China también golpea a este sector.

Sin embargo, hay señales de que está tocando fondo, ya que en los doce meses a agosto de este año la producción cayó sólo 3%. Aunque este sector ya nunca recobrará su dinamismo anterior, ¿podrá sobrevivir? La clave para esto es poder competir exitosamente con los productos chinos. Por más que se deprecie el peso, México no podrá ofrecer salarios tan bajos como los que prevalecen en ese país asiático. Pero seguimos teniendo la ventaja de estar cerca de Estados Unidos, lo cual ayuda a productos donde el factor de tiempo entre la fabricación y la venta es importante. Sin embargo, a la larga la variable crítica es la productividad laboral, ya que esta abate los costos de producción.

En ese aspecto, las noticias son malas. En los noventa, la producción por trabajador creció a un promedio anual de 6.8%. Sin embargo, en los últimos tres años la productividad laboral se estancó en este sector. Al menos que empiece a crecer de forma importante, las maquilas no tienen mucho futuro, incluso si la economí­a estadounidense crece a un buen ritmo el año entrante.

Falsedad del día: Banco de México

Lo dicho: Según esta nota, un gobernador de Banco de México señaló que el fuerte crecimiento de la economía estadounidense durante el tercer trimestre no beneficiará a nuestro paí­s debido a que se concentró en el sector servicios.

La neta: El consumo privado de servicios en Estados Unidos creció 2.2% anualizado en el tercer trimestre. En cambio, el gasto privado en artículos duraderos y no duraderos aumentó 27% y 7.9%, respectivamente. Al mismo tiempo, la inversión privada subió 9.3%. En todos estos casos, estamos hablando de productos manufacturados, no de servicios. Una parte minoritaria de ese aumento en la compra de productos salió de una baja en los inventarios, pero en buena medida se trata de compras de artículos nuevos. Lo que sí­ es interesante es que durante el tercer trimestre las importaciones totales no aumentaron, lo cual explica por qué en Banco de México sienten que el aumento no benefició a México, pero a final de cuentas ese es otro tema.

(nota: la semana que entra publicaré un artí­culo sobre esto último)

Irak: sentido común

Independientemente de la posición que uno tuviera con respecto a la invasión estadounidense a Irak, es calro que todos los paí­ses de buena fe tienen un interés directo en que esa nación prospere de ahora en adelante. Reconstruir su economía e infraestructura será necesario para que la democracia pueda afianzarse en un país que no tiene ninguna experiencia con ese modelo y que está rodeado (salvo por el caso de Turquía) por países con gobiernos autoritarios y en muchos casos hostiles.

Tomando en cuenta las divisiones que el caso de Irak ha generado, siempre quedó claro que Estados Unidos tendría que financiar buena parte de la reconstrucción. Bush solicito 87 mil millones de dólares al Congreso, aunque más de la mitad se destinará a fondos para mantener las tropas. Algunos congresistas demócratas, jugando la carta partidista, quieren que en lugar de donar el dinero, se haga como préstamo, asegurando así que el nuevo gobierno autónomo que eventualmente surgirá tendría desde el inicio una pesada carga financiera.

Afortunadamente, parece que no se saldrán con la suya.

Estados Unidos: la economía despega

El reporte de crecimiento excedió las expectativas, con un alza de 7.2% real anualizada en el tercer trimestre. Si bien esta cifra puede ser revisada a la baja en los próximos meses, de cualquier forma es un dato impresionante (la mayor expansión trimestral en 19 años). Pero quizá lo más notable es que la calidad del crecimiento fue bastante buena. Mis principales observaciones:

1. Consumo: Dos terceras partes del aumento en el PIB se explican por un alza en el consumo privado (+6.6%), sobre todo de bienes duraderos (+26% anualizado). Obviamente, las pesonas están aprovechando las bajas tasas de interés y promociones. Pero el verdadero motor es el ingreso, que creció a un ritmo ligeramente mayor que el gasto. Aquí­ hay un problema: más de la mitad del aumento en el ingreso disponible de las familias se explica por un menor pago de impuestos. Este beneficio por definición será menor en los próximos meses, por lo cual el ingreso y el consumo crecerán a un ritmo más bajo (3% anual o menos), al menos que se recupere el empleo.

2. Inversión: La inversión privada aumentó 9.3% anualizado, impulsada tanto por la inversión en activos productivos (sobre de informática) y casas. Esto es muy positivo, ya que implica que por fin el problema de capacidad excedente ya no es un lastre que inhibe la inversión; además indica que las utilidades corporativas están creciendo a buen ritmo. Pero lo más notable es que los inventarios cayeron, lo cual es una excelente noticia, ya que las empresas tendrán que subir su producción en los próximos meses para abastecer la demanda.

3. Comercio exterior: La caída de casi 20% del dólar ante otras divisas en los últimos 18 meses por fin está suritendo efecto. Las exportaciones aumentaron 9% anualizado mientras que las importaciones subieron 1%. De mantenerse esta tendencia, Estados Unidos requerirá menos capital extranjero, reduciendo así el riesgo financiero que esto implica.

4. Gasto del gobierno: Creció sólo 1.3% en el trimestre, por lo cual no contribuyó mucho al repunte. Dada la precaria situación de las finanzas públicas en ese país, el modesto aumento del gasto gubernamental es loable.

Conclusión: Es un reporte muy positivo, aunque esas tasas de crecimiento no son sustentables: el PIB estadounidense presentará menores incrementos en los próximos trimestres (alzas entre 3 y 4% anual). Sin embargo, la economí­a estadounidense enfrenta dos pruebas clave: 1) ¿qué pasará cuando las tasas de interés suban, lo cual sucederá tarde o temprano (en el 3er trim. los precios al consumidor subieron 2.4% anualizado, quizá reflejando incipientes presiones inflacionarias) 2) ¿el alza en la inversión se traducirá en una recuperación en el empleo, de la cual depende el futuro del consumo (en otras palabras, ¿la inversión en informática está enfocada a sustituir trabajadores o sentar las bases para crecer?).

Más contexto: The Economist presenta su perspectiva sobre estos datos.

miércoles, octubre 29, 2003

Para mañana: PIB de Estados Unidos

Mañana temprano se dará a conocer el dato de crecimiento de la economí­a estadounidense durante el tercer trimestre. El consenso espera un repunte de entre 6 y 7% real anualizado.

Obviamente, esa tasa es insostenible, pero al examinar los componentes del PIB, tendremos la oportunidad para determinar si representa un augurio de un crecimiento fuerte y sostenido en los próximos meses o será otra instancia de un muy buen trimestre seguido por otro periodo de estancamiento. Esta nota ofrece una buena síntesis de las expectativas y ramificaciones relacionadas a este dato.

En ese sentido, creo que los puntos clave en los que habrá que fijarse son:
1. ¿Cuánto crecerá la inversión privada? Un repunte en la inversión privada indicaría que por fin se está abatiendo el lastre que representa la capacidad ociosa en varios sectores, la cual es la principal fuente de presiones deflacionarias. Además, un alza en la inversión es un presagio de crecimiento futuro en el empleo. Por otro lado, si el crecimiento del PIB refleja una simple acumulación de inventarios mientras que la formación de capital no levanta, sería una señal negativa.

2. ¿Cuáles serán las fuentes del ingreso y consumo personal? Todo parece indicar que los estadounidenses sigueron consumiendo como si no hubiera mañana durante el tercer trimestre. Pero incluso su gasto se ve limitado por el ingreso. Si este creció fundamentalmente por transferencias del gobierno y un menor pago de impuestos, va a ser difí­cil que pueda mantener su dinamismo en el futuro próximo.

3. El sector externo. Cualquier aportación al crecimiento de la balanza comercial (lo cual implica un menor déficit) serí­a muy positivo, ya que indicarí­a un mayor nivel de ahorro, un factor clave para la salud y estabilidad financiera de Estados Unidos.

De Inglaterra, con economía

Aunque en décadas recientes el Reino Unido no ha sido precisamente un ejemplo lumionoso de buena conducción macroeconómica, a final de cuentas es la cuna de la "ciencia" económica y cuenta con muchos analistas originales y elocuentes.

Hay dos, ambos columnistas del Financial Times, cuyos artí­culos siempre son interesantes: John Kay y Samuel Brittan.

Histórico: el gobierno coloca un bono de 20 años en pesos

Sí, en pesos y a una tasa de 8.36% anual (los detalles están aquí).. Para efectos de comparación, los bonos del gobierno estadounidense con un plazo similar pagan una tasa de 5.2%. Agregando el premio por el riesgo de invertir en México (poco más de dos puntos porcentuales), estas tasas implican que los inversionistas esperan que el peso se depreciará más o menos 1% anual durante 20 años (es la depreciación requerida para que sea idéntico el rendimiento en pesos o dólares).

Puede que estén equivocados, pero es una muestra más de la confianza que existe en torno a la estabilidad macro del paí­s. Si logramos aprovecharla para sacar adelante las reformas estructurales, el futuro del paí­s será mucho más prometedor. Carpe diem.

Dato del dí­a: ¿Por qué hay tan pocas empresas en México?

A partir de hoy, voy a intentar publicar una estadística interesante al dí­a. El tema du jour: la formación de empresas. El dato: en México hay una empresa privada por cada 123 habitantes, mientras que en Estados Unidos la cifra es de una por 52 habitantes.

En buena medida, eso explica por qué en México sólo el 25% de la fuerza laboral trabaja en una empresa formal, mientras que en Estados Unidos ese porcentaje supera el 80%. Si México quiere combatir la informalidad, algo deseable por toda clase de motivos, la clave es contar con más empresas.

El problema es que es una posibilidad que sólo está abierta a los ricos y pacientes. Según el Banco Mundial, para abrir un negocio en México se requieren 7 trámites, que tardan 51 dí­as y su costo (1,100 dólares) equivale al 18% del ingreso por habitante. En cambio, en Estados Unidos sólo hay que cumplir con 5 trámites, que tardan 4 dí­as y su costo (210 dólares) apenas suma 0.6% del ingreso per capita.

En otras palabras, en lugar de ser emprendedor en México, es mucho más rentable ser notario o burócrata. Con razón estamos como estamos.

(Nota: El Banco Mundial tiene un maravilloso sitio donde se presenta toda clase de información sobre las regulaciones que enfrentan los negocios en diversos paí­ses. Una referencia indispensable.)

América Latina en 40 ligas

Daniel Drezner tiene uno de los blogs más interesantes que conozco y hoy presenta una colección extensa de ligas a sitios y artículos relacionados a América Latina. Vale la pena ojearlos.

Por cierto, cortesía de Winds of Change, me enteré de una serie de notas que preparó el Miami Herald sobre América Latina, como antecedente a una conferencia regional que está patrocinando ese periódico.

Mercados emergentes: ¿dónde está el dinero?

Los activos financieros de los países emergentes, ya sean deuda o capital, presentan una ganancia de 30% en el año. Algunos huelen una burbuja, aunque es justo decir que incluso con esta alza las valuaciones todaví­a no llegan a máximos históricos. Sin embargo, el FMI no espera un alza importante en los flujos de capital a estas economí­as, por lo cual los mercados emergentes quizá ya vivieron su mejor momento. Pueden leer el análisis completo aquí.

¿Es racional el suidicio?

A primera vista, la mera pregunta ofende y carece de sentido. La economía como disciplina académica postula que en buena medida somos racionales y en casi todas nuestras decisiones pesamos los beneficios contra los costos. Este punto de partida ha llevado a muchos economistas a explorar temas en donde todos suponen que ciertas conductas son irracionales, pero un análisis cuidadoso revela lo contrario. Vale la pena leer esta nota (en inglés) de Daniel Gross que presenta los resultados de un estudio que parece demostrar que intentar suicidarse puede ser un acto racional.

La cita clave (traducción propia): "El estudio de Marcotte encontró que después de que las personas intentan suicidarse y fallan, sus ingresos aumentan 20.6% comparado con sus pares que que seriamente contemplan suicidarse pero nunca intentan hacerlo."

La Convención Nacional Hacendaria

Ayer se confirmó que se llevará a cabo a principios del 2004. En principio, es una buena noticia, pero hay un peligro real de que no se generen acuerdos útiles..

Dicho eso, el país necesita un reordenamiento drástico del sistema fiscal. Más allá del tema de elevar la recaudación total, el enfoque central debe ser el federalismo. Actualmente, el gobierno central recauda el 96% de los impuestos del paí­s (sin contar aportaciones del seguro social), mientras que los estados y municipios generan el 4% restante. Como el gasto no es tan desigual, el gobierno federal directa e indirectamente financia gran parte de las erogaciones de los gobiernos estatales y locales.

Para muchos, este arreglo no es tan malo. El hecho de que el gobierno central recaude casi todos los impuestos puede traer ventajas en términos de un menor costo por la centralización. Además, combate la desigualdad, ya que el gobierno federal ofrece más fondos en términos relativos a los estados pobres que a los ricos.

Desde mi perspectiva, este argumento evade el problema central: al depender financieramente del gobierno federal, los gobiernos estatales y locales no pueden ser juzgados apropiadamente por los electores. En otras palabras, si un gobierno estatal hace un mal trabajo, siempre puede culpar al gobierno federal de no darle suficiente dinero. Bajo el esquema actual, los "clientes" (quienes pagan impuesto) no saben a quién reclamar cuando reciben servicios de mala calidad. Cuando el gasto de los estados y municipios se financia en buena parte con ingresos recaudados en esas entidades, hay mucha mayor transparencia y la rendición de cuentas se facilita. A la larga, eso debe promover una mayor eficiencia.

No obstante, el sistema fiscal nacional debe conservar hasta cierto grado el único aspecto positivo del regimen actual: la redistribución entre los estados para combatir la desigualdad. Pero estos recursos deben estar bien etiquetados y el fondeo atado a ciertos resultados.

A muchos gobernadores les aterra la idea de cobrar impuestos y dar la cara a los electores. Su idea de una reforma hacendaria es que el gobierno federal les dé más dinero. Ojalá que esta corriente no predomine, pero me preocupa que nadie esta hablando claro sobre estos temas.

martes, octubre 28, 2003

Desastres naturales, víctimas culpables

Los desastres naturales suceden y no podemos hacer nada al respecto. El caso actual de los incendios en California es uno de tantos que se presentan cada año. Como siempre, hay un enorme costo en términos de daños a la propiedad y en vidas. En este caso, casi 20 muertos y más de mil casas destruidas.

Lo que me llama mucho la atención es que todos saben que el sur de California, al igual que partes de Australia, son muy susceptibles a los incendios masivos. No obstante, construyen casas de madera junto a zonas vulnerables. Ejemplos similares hay en todo el mundo.

¿Por qué no se planea para estas contingencias? En parte, la codicia: muchas personas prefieren comprar un terreno y casa de bajo costo en un lugar vulnerable aunque saben que hay un riesgo bajo, pero no trivial, de un desastre. En estos casos, lo más lógico es que el gobierno obligara a que todos los dueños de inmuebles cuenten con un seguro contra desastres (como sucede con los autos). Lógicamente, eso inhibirí­a que se contruyeran viviendas en zonas propensas a daños, ya que el costo del seguro más que superaría los ahorros de comprar un terreno barato. Así, cuando llegue el inevitable desastre, los daños serán mucho menores. O por lo menos los gobiernos deberían cobrar un mayor impuesto a la propiedad en zonas de alto riesgo.

Esto no sucede por vil populismo. Ningún polí­tico quiere imponer costos a los propietarios (y menos en California) ni ser visto como alguien que inhibe el desarrollo de la vivienda. Además, cuando hay un desastre, compensan financieramente a los tontos que por ahorrar un poco se ponen en peligro. El resultado: cuentas millonarias para los contribuyentes y mayor pérdida de vidas. Ojalá alguien tenga el valor de imponer el sentido común.

Un weblog que vale la pena

Marginal Revolutions, escrito por dos profesores de economí­a (en inglés), tiene toda clase de información interesante, que no se limita a temas financieros y económicos. Muy recomdable.

Globalización: demagogia pura

Según esta nota, el movimiento socialista internacional condena el actual modelo de globalización. Cito el texto: "...la globalización ha causado que los habitantes de casi la mitad de la humanidad subsistan con menos de dos dólares diarios."

Es otro clásico ejemplo de una mentira repetida mil veces que adquiere la patina de ser verdad. En realidad, los paí­ses más pobres (léase África sub sahariana) son los que menos se han integrado, por decisión voluntaria, a la economí­a global. Recomiendo leer este estudio que muestra que la desigualdad global en el ingreso ha disminuido, gracias al dinámico desempeño económico de India y de China, paí­ses cuyo ingreso por habitante (estamos hablando de dos quintas partes de la humanidad) está subiendo precisamente gracias a que en las últimas dos décadas se han abierto al comercio internacional.

Puntos extra: Para divertirse un rato, basta hecharle una ojeada a esta nota. Cuando estos autodesignados "intelectuales" se juntan para "analizar la realidad", me pregunto si vivimos en el mismo planeta.

La importancia de las remesas

Otro informe que muestra cuán importante son las remesas que enví­an los compatriotatas que emigraron a Estados Unidos. Lo más notable: un cuarto de la población mexicana se beneficia del trabajo de quienes emigraron.

En muchos sentidos, es una buena noticia. Pero a veces me pregunto si México --todas proporciones guardadas--terminará como Irlanda: esa nación europea requirió que emigrara más de la mitad de su población antes de que logró aumentar significativamente su ingreso per capita. Ojalá no llegemos a eso.

lunes, octubre 27, 2003

Slim va de shopping

Nadie puede acusar a Carlos Slim de descanzar sobre sus laureles. Todo parece indicar que el über empresario mexicano será el nuevo dueño de AT&T Latin America y está en negociaciones para adquirir ICA, una importante empresa de construcción.

Estas inversiones muestran que Slim está volviendo a su estrategica clásica: comprar a bajo precio empresas cíclicas con problemas financieros, pero con sólidas perspectivas de largo plazo. ICA es un buen ejemplo. Se aprueben o no las reformas estructurales, es claro que se necesita invertir mucho dinero en infraestructura civil (energí­a, caminos, etc.) La constructora está en mala posición para aprovechar estas oportunidades debido a su alta deuda. Con un saneamiento financiero y con el respaldo del enorme balance de Slim, puede tener un crecimiento importante.

No conozco bien el caso de AT&T Latinoamerica, una empresa que se orienta a la telefoní­a para el mercado corporativo en varios paí­ses de la región. Me imagino que tiene los clásicos problemas post-burbuja: ingresos a la baja por la sobresaturación de la oferta y una elevada deuda contraida para financiar su expansión. En ese sentido, puede ser una buena compra si la demanda revive.

Asimismo, Slim es un maestro para crear sinergias entre sus diversos negocios: por ejemplo, puede usar a Inbursa, su banco, para financiar proyectos de infraestructura que lleva a cabo ICA. Al mismo tiempo, puede usar la masa crí­tica de Telmex en México para persuadir a sus clientes a crear redes privadas en sus filiales en otras naciones de América Latina.

Las adquisiciones siempre tienen sus riesgos (basta recordar que Slim perdió mucho dinero comprando a CompUsa, una cadena estadounidense de artículos electrónicos), pero estas compras suenan sensatas. Ya veremos.

viernes, octubre 24, 2003

Una maravilla de Amazon: búsquedas dentro de libros

Este servicio suena como una verdadera maravilla para encontrar información dentro de libros. Para quienes pasan horas dentro de las bibliotecas, será como pasar de un Ford modelo T a un jet privado. ¡Bien por Amazon!

Curiosidad del día: Frodo como un factor de desarrollo económico

Aunque no se puede comparar a la destrucción del Anillo ni a la derrota de Sauron, Frodo Baggins sigue con sus buenas obras. Su logro más reciente: impulsar la economí­a de Nueva Zelanda. Léanlo aquí(creo que requiere registro).

jueves, octubre 23, 2003

Productividad: Lectura indispensable

Hal Varian, un distinguido economista, publicó hoy en el New York Times el mejor artí­culo que he leí­do sobre la producitividad en mucho tiempo. Aunque se centra en la coyuntura actual, ofrece una excelente y concisa introducción a este tema.

Por cierto, tampoco se pierdan esta nota de The Economist, la cual presenta evidencia que Estados Unidos no es el único beneficiario de los avances tecnológicos en informática y telecomunicaciones. Resulta que una vez que se hacen los ajustes pertinentes, la productividad laboral en Japón y Europa tuvo en los últimos años un desempeño similar a la de Estados Unidos.

Aerolíneas: El colmo de los colmos

Resulta que Alejandra Barrales, ex líder del sindicato de sobrecargos, ocupa el segundo lugar entre los diputados del PRD electos a la Asamblea del D.F. en términos de riqueza, con un patrimonio de 4 millones de pesos (sólo le gana la actriz y ex delegada María Rojo).

En principio, eso no tiene nada de malo, pero en este caso tiene todo que ver con el hecho de que volar de la ciudad de México a Culiacán (o muchos otros destinos dentro del país) cuesta más que volar a Nueva York. El estado, a través de Cintra, es dueño de las principales lí­neas aéreas del paí­s. Es un monoplio insólito, ya que a diferencia de Telmex, pierde dinero y está al borde de la quiebra. Los costos operativos de Mexicana y Aeroméxico superan incluso al promedio internacional.

La razón es sencilla: el gobierno teme una huelga por el ruido polí­tico que eso causaría y, por tanto, cede a las demandas de los sindicatos del sector. Si no puede enfrentar a cientos de campesinos con machetes, seguro le causa terror imaginar un conflicto con miles de sobrecargos armadas con minifaldas.

¿El resultado? Los mexicanos pagamos tarifas de primera clase por un servicio de tercera y sectores importantes como el turismo pierden competitividad. Hay dos opciones para salir de este problema: 1) privatizar las aerolíneas, quizá después de una quiebra previa para subyugar a los sindicatos y/o 2) abrir el mercado doméstico a líneas aéreas extranjeras. Francamente, las aeorlíneas no son una industria estratégica y lo único que me interesa es pagar menos.

¿Revolucionará Google las finanzas?

Para dinosaurios como su servidor que llevan diez o más años usando Internet, la introducción de Goolge fue una verdadera revolución positiva en el ámbito de las búsqueda de información en lí­nea. Ahora esta innovadora empresa quiere hacer lo propio en Wall Street.

De acuerdo con esta nota, la empresa está pensando vender acciones en la bolsa (actualmente no cotiza) a través de una masiva subasta en lí­nea.

Para entender por qué es un paso revolucionario, es preciso saber cómo se maneja este proceso actualmente. Las empresas buscan colocar acciones en bolsa cuando necesitan capital para crecer (y por sus características no pueden vender deuda) o cuando algunos de sus accionistas quieren vender parte de su participación. Tomada esta decisión, acuden a una correduría/banco de inversión. Los financieros de esas instituciones se encargan de hacer los trámites necesarios, asignarle un valor a las acciones y distribuirlas entre los inversionistas interesados. Una vez concretada esta transacción, las acciones se pueden vender libremente, en cualquier momento, en el mercado a un precio pactado entre el comprador y vendedor.

Suena inocente, pero en los noventas quedó claro el grado de perversión que existe en esta práctica. En primer lugar, el mercado de ofertas de acciones es un oligopolio de las grandes corredurí­as (Merrill Lynch, Goldman Sachs, Morgan Stanley, Bear Sterns y unas cuantas más). Todos cobran lo mismo por un servicio (entre 5 y 7% del importe de la colocación) por un servicio que no tiene nada de extraordinario.

Además del costo excesivo, las corredurías incurren en prácticas corruptas (aunque tristemente legales). De entrada, hay evidencia que claramente muestra que el precio que asignan a las acciones en las ofertas públicas es significativamente menor al valor real/justo de las mismas, por lo cual los accionistas y la empresa reciben menos dinero del que podrían obtener bajo un esquema justo. Esta subvaluación intencional tiene un propósito: las corredurí­as asignan acciones baratas a clientes que les pueden traer negocios, los cuales realizan en cuestión de minutos fuertes ganancias, ya que una vez que empieza a cotizar la acción, pueden venderla a su precio real.

Las corredurías justifican esta sucia práctica señalando que vender las acciones a un bajo precio inicial asegura que haya mucha demanda por ellas, sobre todo de grandes fondos e instituciones, quienes llevan a cabo compras y ventas de forma constante. Esto permite que desde el inicio haya un mercado lí­quido para esas acciones (lo cual significa que es fácil comprar y vender en cualquier momento incluso grandes paquetes de acciones).

Durante los noventa, era común que en el primer día después de la oferta pública las acciones subieran incluso más de 100%. Un gran negocio para las corredurías y sus amigos; un robo para los accionistas de la empresa en cuestión.

Éstos toleraron ser estafados por varios factores. Durante la burbuja bursátil, consideraban que si la acción de su empresa subí­a espectacularmente, era una suerte de publicidad gratis. Además, hacer esta transacción a través de una correduría grande aseguraba que ésta asignarí­a un analista para seguirla (el cual obviamente siempre recomendaba comprarla), lo cual fomentaría más alzas en el precio , permitiendo que el accionista (en muchos casos los mismos ejecutivos de la firma, cargados de opciones de compra) pudieran vender su participación a un precio muy alto en el futuro.

El método propuesto por Google, una subasta, asegura que el precio que recibirá la empresa por sus acciones será más alto que el que obtendrí­a a través del método tradicional. Además, el costo de la transacción seguramente será mucho menor. Después de la gran caí­da en el valor de las acciones, los supuestos beneficios de vender acciones subvaluadas para que subieran mucho después ya no se puede defender; asimismo, la reputación de los analistas bursátiles es tan baja y la fama de Google tan alta, que las corredurías no pueden amenazar creí­blemente no seguir la acción de esta firma.

En el artículo del FT, una fuente anónima (que seguro trabaja en una corredurí­a) es citada afirmando que una subasta implicarí­a que una serie de abuelas y don nadies se quedarán con las acciones, por lo cual no existirá un mercado líquido para ellas.

La liquidez no es una consideración trivial, pero esta crí­tica es perfectamente estúpida: Google bien puede diseñar una subasta en donde uno de los criterios de asignación de acciones será el monto demandado por cada postor. Es decir, un fondo que quisiera comprar 100,000 acciones tendría, tomando el precio como dado, preferencia sobre un Juan Pérez que quiere adquirir 100 acciones.

En los últimos años nos hemos dado cuenta, gracias a toda una serie de escándalos, de cuán corrupta e ineficiente es la industria financiera. Es poco competitiva (sobre todo en este rubro), está llena de conflictos de intereses y la ética de sus dirigentes es dudosa. En ese sentido, cambiar el método para llevar a cabo ofertas públicas ofrecerá beneficios económicos importantes para las empresas y para el público inversionista, tanto en términos monetarios como de transparencia.

(Nota: No recuerdo bien el nombre, me parece que es Hambrecht, pero en los noventas había o hay una correduría­ que puso en práctica este esquema, aunque en la burbuja es lógico que el éxito fue mucho menor al esperado).

Los riesgos de la vida

La teoría económica clásica supone que somos racionales, lo cual implica que pesamos los riesgos y recompensas de diversas acciones y elegimons una combinación óptima. Obviamente, la realidad es mucho más complicada. Un punto obvio, pero que vale la pena recordar.

miércoles, octubre 22, 2003

Apuntes de la Reforma Fiscal: Por fin la palabra "G"

Aunque suene como disco rayado, inisto que la única forma de que se apruebe una reforma fiscal que permita elevar la recaudación es ofreciendo a los grupos más afectados y vulnerables una compensación vía gasto. Lamentablemente, este punto rara vez es mencionado por la prensa o las principales figuras que participan en este proceso. Por eso vale la pena destacar las palabras de uno de los priístas más pensantes, Francisco Suárez.

La cita más importante:
"Lo que tenemos que hacer es dialogar. Ver si es posible encontrar una fórmula racional en la que le podamos decir al pueblo de México que hemos encontrado esta fórmula de compensación social que tiene estos beneficios para los grupos de bajos ingresos. Pero pegarle al IVA al 10% alimentos y medicinas parejo, como propone el presidente, eso no camina."

Estoy 100% de acuerdo. Ahora es cuestión de definir qué forma tendrá esta compensación y, tan importante como lo anterior, saber venderla al electorado.

La revancha de los robots

Aunque soy devoto del género, no planeo escribir ciencia ficción. En realidad, se trata de un reporte emitido por una agencia de la ONU sobre la venta de robots industriales y, algo nuevo, robots domésticos. Vale la pena leerlo.

El punto central es que en los primeros meses de este año las ventas de robots crecieron un espectacular 26% anual. Los autores interpretan esta alza como otro indicador adelantado (ver nota anterior) de una recuperación en la industria global.

Yo no estoy tan seguro. Al igual que el "outsourcing" de la producción a China, suena como otra medida que están tomando las empresas de países industrializados para reducir costos y poder sobrevivir en un entorno brutal, caracterizado por intensa competencia, capacidad productiva excedente y precios a la baja. A final de cuentas, los robots no requieren pensiones ni seguros médicos, costos que pesan cada vez más.

El avance de los robots también indica que la pérdida de millones de empleos manufactureros en los paí­ses industrializados es permanente. Es interesante notar que los autores también señalan que la robotización presenta grandes avances (aunque de una base muy pequeña) en países como México, Brasil y China. La pregunta: ¿podrá el sector de servicios absorver a todos esos obreros desempleados?

Claro, a la larga la robotización elevará el estandar de vida de todos mediante mayor productividad y, en el caso de los robots domésticos, incluso la calidad de la vida. En ese sentido, el problema es uno de transición de la fuerza laboral de los sectores sujetos a la automatización a otros intensivos en materia gris.

¿Indica el alza en el precio de las materias primas una pronta recuperación?

El precio de las materias primas industriales, tanto agrícolas como minerales, acumula un alza de más de 8% en el año. En particular, los minerales, del aluminio al zinc, presentan alzas fuertes que en un caso alcanza más de 40% anual. Históricamente, un repunte en el precio de estos productos suele preceder un nuevo ciclo de crecimiento en la producción industrial global (y en una nota más preocupante, también preceden incrementos en la inflación). Hoy publiqué una nota que analiza este fenómeno y que llega a una conclusión: más que indicar un repunte en la industria global, muestra el creciente impacto de China en la economía mundial.

martes, octubre 21, 2003

Reforma fiscal: entre las barbaridades y las ideas

Cada vez que leo una nota sobre la reforma fiscal me dan ganas de llorar. No sé si los periodistas captan mal las ideas o si los "expertos" entrevistados no tienen idea. Esta nota ofrece un buen ejemplo.

Esta cita lo dice todo:

Teresa Aguirre, catedrática de economía de la UNAM, explicó que hasta el cuarto o sexto decil de más bajos ingresos de la población destina 80 por ciento de su ingreso al consumo, por lo que pagaría el IVA por esa parte, lo que hace una reforma fiscal muy regresiva, concentrada en los impuestos indirectos.
Por el contrario, la gente del duodécimo decil gasta 30 o 40 por ciento de su ingreso en el consumo. Sugirió ampliar la base gravable en lugar de concentrar la reforma en los impuestos indirectos.


¿Entonces los ricos ahorran el 60 o 70% de su ingreso? Claro que no. Me imagino que se refiere a medicinas y alimentos. Además: temo informar el editor/reportero que el "duodécimo decil" por definición no existe: sólo hay diez deciles.

En fin. Sostengo que el gran error que hay en torno a este debate --imperdonable en el caso del gobierno--es que lo único que se discute es la recaudación y se ignora por completo el gasto. Aplicar el IVA a alimentos y medicinas nunca va a volar políticamente, pero si los pobres pagan más impuestos (como todos los demás) y además recibén incluso más en términos de gasto social, estamos hablando de otra canción.

Lo rescatable de la nota: un académico de la UAM señala que también se deben considerar otras opciones de recaudación, incluyendo impuestos a las herencias, mayores impuestos a los bienes raíces e impuestos a las transacciones financieras. Estos últimos no tienen mucho sentido, pero los otros dos son una excelente idea (aunque un impuesto a los bienes raíces tendría que aplicarse a nivel local), sobre todo el primero.

Más sobre las pensiones en México

Hace unos días escribí sobre este tema y presenté unos adelantos de un estudio de Morgan Stanley. Puede leer nn resumen más extenso aquí.

El punto central: para alcanzar una pensión mínimamente digna (entre 60 y 70% del salario), el sistema obligatorio de pensiones para el sector privado tiene que elevar las aportaciones de 8% del salario a más de 12% o el sistema tiene que generar una rentabilidad neta de 7% u 8% anual (imposible con las elevadas comisiones y restrictivo regimen de inversión actual).

Pero por supuesto: nuestros políticos prefieren jugar a la avestruz.

lunes, octubre 20, 2003

El dilema de China

El Institute for International Economics tiene varios artículos interesantes sobre la economía de China y, en particular, sobre qué debe hacer con el tipo de cambio. No hay que olvidar que este tema es y será uno de los más importantes en la agenda mundial.

sábado, octubre 18, 2003

Islam: La locura

A los mexicanos rara vez nos interesa lo que pasa en el resto del mundo, con las excepciones (a medias) de Estados Unidos y América Latina. Cierto, el conflicto en Irak sí llamó la atención, pero el nivel del debate público reveló lo ignorantes que somos. Ojalá peque de pesimismo, pero es hora de poner atención. En el mundo hay tendencias que recuerdan a la década de los años treinta y todos sabemos como terminó esa historia.

Basta leer el discurso que presentó el primer ministro de Malasia en una conferencia de países islámicos y la forma en que fueron recibidas sus palabras(Daniel Drezner tiene un buen resumen y comentarios). Lo rescatable es el diagnóstico y las medidas que propone para sacar al mundo islámico de su estupor. Pero lo temible es la caracterización de todo Occidente (y, queramos o no, somos parte de ese club) como el "enemigo", controlado por judíos.

Leí el discruso orginial. Tal como apunta Drezner, es una crítica a los medios empleados por los fundamentalistas, pero es una muestra de apoyo para sus fines. Más allá de lo que uno piense sobre Estados Unidos e Israel, la belicosidad y sentido de victimización que tienen los países islámicos es un portento de guerra, la cual afectaría a todos los países, incluso aquellos que nada tienen que ver con el Medio Oriente.

Es una locura. Parece que el mundo islámico siente que la única froma de recuperar su honor y gloria es a través de la fuerza de las armas (la misma que permitió su crecimiento en sus primeros siglos). ¿Aspiran a ser socios responsables que contribuyan al bienestar de la comunidad mundial? No: piensan que viven en un mundo suma cero, donde todo lo que gana una parte sale a costa de la otra. ¿A caso consideran que hay alternativas, como la resolución de conflictos vía la no violencia? No, sólo la gloria militar puede restaurar el honor perdido ante los "cruzados" y "zionistas". ¿Tienen propuestas para combatir los grandes dilemas de nuestro tiempo, como la pobreza, el medio ambiente y el acelerado cambio tecnológico? No: su vista está firmemente puesta en un pasado mítico.

Lo peor es que si el mundo islámico tuviera aspiraciones realistas y positivas sería mucho más fácil resolver sus problemas. El caso de Palestina es un buen ejemplo. Buscar la destrucción de Israel ya no es una meta viable, piense lo que piense uno sobre la justicia del establecimiento del estado judío. Cincuenta años de lucha armada y del terrorismo más bestial y repelente sólo han empeorado la condición del pueblo palestino. Tomando en cuenta que Israel goza de muy poca simpatía en todo el mundo (en parte por su inexcusable represión y en parte por antisemitismo), una campaña masiva de resistencia civil no violenta por parte de los palestinos rendiría frutos muy rápido. Pero tristemente parece que la idea ni siquiera les ha pasado por su cabeza.

viernes, octubre 17, 2003

Más sobre la lotería

Establecer una lotería es un medio favorito de los gobiernos para obtener más ingresos sin aumentar impuestos. Los críticos argumentan que es algo poco ético, ya la mayor parte del dinero recaudado por las loterías proviene de los pobres. Aunque se regrese de alguna forma las ganancias a los grupos menos favorecidos vía gasto social o en proyectos de caridad (como supuestamente sucede en México), de todas formas salen perdiendo, ya que los costos administrativos se llevan una buena tajada.

¿Qué tan cierto es esto? La Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares (2000) ofrece datos muy interesantes. De entrada, parece desmentir la base de dicha crítica. Entre el 10% del total de los hogares con mayor ingreso, cerca del 8% gasta en loterías u otros juegos de azar. Ese porcentaje baja a menos de 1% en los hogares de menor ingreso. En términos de dinero, el 10% del total de los hogares con mayor ingreso gasta el 42% de los recursos destinados concepto. Parece entonces que los ricos subsidian indirectamente a los grupos de menor ingreso.

Pero el asunto no es tan sencillo. Tomando sólo los hogares que sí gastan en loterías y juegos de azar, resulta que el gasto por hogar de los más ricos es sólo dos veces mayor al de los más pobres. Si traducimos esto a un porcentaje del gasto total de las familias, los hogares más pobres que compran boletos de lotería y similares destinan el 7% de sus erogaciones monetarias a ellos, mientras que los hogares más ricos sólo desperdician el 0.7% de su gasto de esta forma.

En otras palabras, los pobres son sensatos: pocos gastan en lotería y juegos de azar. Pero los incautos que sí lo hacen gastan mucho. Esto no sorprende, tomando en cuenta que se reconoce que hay personas que apuestan compulsivamente y que éstas causan un gran daño a sus familias. La pregunta es si el dinero recaudado por la lotería entre los estratos de ingreso alto compensa el daño de afectar seriamente la economía de algunos hogares de bajo ingreso.

Por cuestiones de libertad, no veo por qué el estado impida que las personas gasten en juegos de azar si así lo desean. Pero tampoco veo gran lógica en que él patrocine directamente un esquema que sí causa daños sociales a decenas de miles de hogares.

Anécdotas del cambio

Una de las críticas más relevantes que se formulan contra la administración de Vicente Fox es que el supuesto cambio que tranformaría al país no se ve ni se siente. Es una percepción injusta, pero sólo en parte. En los grandes temas que nos preocupan es cierto que se notan pocos avances. Pero hay muchos cambios pequeños que, en el mediano y largo plazo, tendrán efectos positivos. Un buen ejemplo es lo que está sucediendo en la Loteria Nacional.

jueves, octubre 16, 2003

Buenas noticias en la guerra contra el SIDA

Hay días en que el mundo no parece tener remedio. Por eso es importante recordar que, calladamente, se están gestando grandes avances que benefician a todos. Un buen ejemplo es el combate contra el SIDA, uno de los grandes males de nuestros días que afecta principalmente a quienes menos tienen. Gracias a un difícil proceso, los tratamientos modernos por fin están llegando a los paí­ses más afectados. Estos prolongan de forma dramática la expectativa de vida de los enfermos, mitigando los enormes problemas que genera el fallecimiento de personas en la flor de su vida. Lean esta nota que describe los alentadores cambios de los últimos tres años

¿Para que sirven tantos tratados de libre comercio?

Desde la firma del primer tratado de libre comercio (TLC) con Chile hace más de una década, México ha firmado acuerdos con alrededor de 30 naciones. Hoy, está en puerta otro TLC más, esta vez con Japón. Al parecer, las negociaciones han encontrado obstáculos.

Sólo los más obtusos dudan que el TLC con Estados Unidos y Canadá ha aportado muchos beneficios al paí­s. Pero muchos cuestionan el impacto de los demás tratados. Más allá de las cifras concretas, me parece que la estrategia de firmar un gran número de TLCs es un gran acierto. Seguramente traen beneficios económicos, pero lo más importante es la dimensión política.

El fracaso de las negociaciones entre los miembros de la Organización Mundial de Comercio muestran que el sistema global de liberalización comercial está en graves aprietos, algo que atribuyo tanto a la difí­cil coyuntura económica como a la divergencia en las agendas e intereses de los paí­ses ricos y pobres. Ojalá que se logren reconciliar estas diferencias, pero hay un riesgo real de que el mundo de un giro hacia el proteccionismo, lo cual traería consecuancias muy negativas.

Sin embargo, es mucho más difícil (mas no imposible) eregir barreras comerciales a los productos de un paí­s con quien se tiene un tratado comercial. En ese sentido, de presentarse un escenario proteccionista, México sería una de las naciones menos afectadas, aunque nadie saldría bien librado bajo esas circunstancias. Ojalá no llegue a tanto.

¿Por qué no podemos salir adelante?: El caso del agua

Ojalá que se publicaran más artículos de este tipo. Según el gobierno del Distrito Federal, el precio cobrado por el suministro de agua es de 1.2 pesos cuando el costo real de este servicio es de 5 a 8 pesos. La lógica empleada por nuestros gobernantes para justificar este subsidio proviene de los anales de la Dimensión Desconocida:

En el caso del DF, el problema es más complejo porque hay colonias donde no reciben agua, otras por tandeo, "entonces hay que pensar muy bien la forma de realizar un ajuste tarifario, pues no es sencillo hacerlo cuando no se presta todo el servicio".

Palabras del tesorero del GDF. ¿Acaso no se le ocurre a este señor y a su jefe que una de las causas por la cual no hay un abastecimiento adecuado de agua en muchas colonias es precisamente porque se gasta mucho en subsidios y no queda dinero para expandir la infraestructura?

Ya estamos en pleno S. XXI y seguimos sin querer aceptar verdades evidentes. Una de ellas es que la mejor forma de apoyar a los que menos tienen es a través del gasto (transferencias directas de dinero) y no por medio de subsidios o cobros diferenciados de impuestos y servicios.

El caso del agua es un excelente ejemplo. Al mantener los precios artificialmente bajos, se genera un consumo excesivo que a su vez agrava el problema financiero y tiene consecuencias ambientales adversas (¿a caso no nos recuerdan todos los días que es importante conservar el agua?). Tampoco hay que olvidar que los recursos empleados en subsidiar por igual a ricos y pobres impiden mejorar la calidad y extensión del servicio.

Tendría mucho sentido dejar de subsidiar este rubro y cobrar de acuerdo a la cantidad consumida. Si López Obrador quiere mitigar el impacto, puede enviar un cheque mensual o vales de consumo de agua a los hogares de menos ingresos (facilmente identificables en términos geográficos). Todos ganarían, ya que el servicio mejoraría y el déficit financiero bajaría al mismo tiempo.

miércoles, octubre 15, 2003

¿Cuál es la tendencia en la bolsa?

Ayer publiqué una breve nota sobre el tema en El Financiero. Resumen: las empresas mexicanas que cotizan en bolsa han librado el estancamiento económico relativamente bien y las perspectivas no son malas para los próximos meses.

Sin embargo, el alza de 30% en el IPyC en lo que va del año se puede atribuir en buena medida a una caída de casi un punto porcentual en el riesgo país (la diferencia, en dólares, entre las tasas de interés de bonos gubernamentales mexicanos y estadounidenses) a poco más de 2 puntos porcentuales, un nivel inédito. No estamos solos en esto: lo mismo se observa en casi todas las economías emergentes.

¿Es sostenible? El hecho de que incluso el riesgo país de Venezuela ha caído fuertemente sugiere que hay un fuerte elemento especulativo en las compras masivas de deuda emergente. Los inversionistas estadounidenses y europeos no han logrado curar su adicción a los altos retornos de los últimos años (en acciones tomando como referencia su nivel de hace diez años, en bonos recientemente y en bienes raíces). Ante las bajas tasas de interés de corto plazo y la amenaza de un mayor repunte en las de largo plazo, por lo menos en EUA, la única opción disponible son los mercados emergentes. No obstante, hay que recordar que éstos han mostrado una capacidad casi infinita para decepcionar una y otra vez.

Conclusión: si por motivos internos (colapso de los intentos por abrobar las reformas) o externos (los inversionistas dejan de amar a los mercdos emergentes) sube el riesgo país, las ganancias recientes se convertirán en pérdidas. Por lo pronto, dado que el riesgo país dificilmente caerá más, un mayor avance en el precio de las acciones dependerá del crecimiento de las utilidades. Otro motivo más para revisar cuidadosamente los reportes trimestrales.

martes, octubre 14, 2003

Más sobre las Afores

Me encanta cuando escribo sobre un tema y horas después aparece un análisis serio y detallado que respalda lo dicho. Ayer noté cómo las Afores y el gobierno impiden que los ahorros de los trabajadores sean invertidos con una diversificación adecuada (centrándome más bien en las acciones, pero esto se puede hacer extensivo a la inversión internacional), pese a que esto reducirá los retornos (reduciendo la pensión final) y a final de cuentas elevará el riesgo. ¿Por qué? Muy sencillo: autoridades e intermediarios se sienten cómodos con el status quo que los beneficia, ya que las Afores siguen ganando utilidades monopólicas y el gobierno asegura una demanda insaciable de su propia deuda.

Hoy, Morgan Stanley publica un análisis de los retos del sistema obligatorio de pensiones para trabajadores del sector privado. Algunas citas (en inglés):

"While Mexico watchers are focusing on the prospects of fiscal and energy reform, we think it is time to turn our attention to the host of micro reforms that the administration can pursue that do not require congressional approval. Mexico’s pension system provides just such an opportunity....."

"Behind the glowing reports, however, lies a flawed system that we believe is almost guaranteed to fail to deliver on its promise of an adequate pension......."

"System participants will have to overcome their aversion to equities and equity-like asset classes, increase their exposure to international markets, add to alternative asset allocations, and reduce their allocations to high-grade and government bonds. It’s the old story: Equities are riskier but over the long run produce higher returns than fixed income. This, indeed, could have very positive implications for the Mexican stock market."

".....Mexico commissions are well above the regional norm. We calculate the commissions represent a dramatic 21% of contributions compared with a regional average of 15.8%."

Léanlo todo. Desafortunadamente, dudo que se presenten avances en esta materia. Sabemos que Vicente Fox le debe favores a Roberto Hernández de Banamex/Citgroup y que Francisco Gil Díaz, quien tiene la última palabra en la regulación y supervisión de este sistema de pensiones, fue empleado de esa institución, la cual es dueña de una de las Afores más grandes. Si bien el PRI es el principal obstáculo al verdadero cambio que requiere el país debido a sus intereses corporativistas, no hay que perder de vista que esas habas también se cuecen en otros partidos. Una verdadera lástima...

La interconexión de las reformas

Algo en lo que he insistido reiteradamente es que el conjunto de reformas estructurales debe ser visto como un todo, ya que todas están relacionadas. Esto es particularmente evidente en el caso de las reformas fiscal y energética, ya que un cambio al marco regulatorio en ese último tema similar al propuesto (limitada participación privada) requiere una mayor recaudación de impuestos para permitir que CFE y Pemex puedan invertir las sumas requeridas.

El "patito feo" de las reformas es la laboral. Si nos guiamos por los medios, pareciera que es la menos importante. Pero esta impresión es erronea. Necesitamos un cambio a las leyes que incentive el trabajo formal, ya que más de la mitad de la fuerza laboral opera en la economía informal. De lo contrario, una reforma fiscal que busque aumentar la recaudación alterando las tasas de algunos impuestos no va a servir de nada.

El Financiero publicó hoy una entrevista a James Heckman, premio Nobel de Economía, que precisamente habla sobre este tema. Muy recomendable.

lunes, octubre 13, 2003

Afores: Protegiendo un status quo nefasto

¿Cuál es el mejor negocio en México? Excluyendo al narcotráfico, son las Afore. Es una industria que tiene un margen de utilidad neta cercano al 35% y creciente. Para ganar toneladas de billetes, lo único que hacen es mantener bases de datos, imprimir estados de cuenta dos veces al año, manejar una cartera de inversión muy sencilla y cobrar comisiones como si no hubiera mañana. Todo esto, claro, sancionado y alentado desde el gobierno. Prometo publicar próximamente más sobre este escandaloso tema, pero hoy me quiero centrar en un punto en particular: las inversiones.

Desde el inicio del sistema obligatorio de pensiones privadas en 1997, las inversiones de las Afores fueron estríctamente controladas. Sólo podían (y pueden) invertir en instrumentos de deuda de alta calidad. Por varios años, en realidad no hacia mucha diferencia, ya que el mercado de deuda mexicano estaba conformado en una abrumadora mayoría por bonos gubernamentales. Hoy empieza a cambiar esa situación, pero no mucho. Sólo existe papel de muy alta calidad y la gran mayoría está avalado, explicitamente o implícitamente, por el gobierno. Por ejemplo, Sociedad Hipotecaria Federal otorga garantías parciales a los bonos emitidos por las Sofoles hipotecarias, mientras que los bonos colocados por los gobiernos de los estados cuenta con la garantía de las participaciones federales. El resto del mercado lo abarcan paraestatales, como la Comisión Federal de Electricidad, o empresas grandes (América Móvil, Cemex, Telmex, etc.) que aprovechan las bajas tasas en pesos para reducir su exposición a la deuda denominada en dólares.

En otras palabras, no se necesita ser genio para manejar la cartera de una Afore: básicamente, compran lo que hay y el único valor agregado posible es elegir las proporciones de instrumentos con diferentes características, como tasa fija vs. tasa variable, largo plazo vs. corto plazo, etc.

Desde hace años, varios han planteado la necesidad de una mayor diversificación, permitiendo la compra de papel de mayor riesgo y acciones. Claro, estas últimas son instrumentos de mayor riesgo, pero toda la evidencia de largo plazo muestra que ofrecen retornos bastante altos que más que compensan su riesgo a corto y mediano plazo. Alguna vez vi un estudio que señalaba que entre 1933 y 1999 las acciones mexicanas pagaron un retorno real de 4% a 5% real anual, mucho mayor al otorgado por la renta fija.

Es un hecho que inversiones de este tipo tienen que ser limitadas y reguladas, pero no tiene sentido prohibirlas. En todo caso, se debería permitir que cada Afore tuviera varios fondos (Siefores, como se les conoce en el argot del medio), con diferentes perfiles de riesgo y carteras, de tal forma que cada trabajador eligiera el que más le conviene. Pero parece que ese día está muy lejos.

Siempre ha sido obvio que el gobierno tiene pavor a permitir que las Afore inviertan en cualquier cosa que huela a riesgo, temiendo titulares hipotéticos como "Trabajadores pierden dinero en especulación bursátil de las Afore". Ahora resulta que las propias Afore, a través de su organización gremial, también rechazan esta posibilidad (http://www.milenio.com/nota.asp?id=100269).

Francisco González, presidente de la Amafore, señaló en entrevista que sólo se debería autorizar la inversión en acciones cuando esté "plenamente desarrollado" el mercado de deuda. Asimismo, dijo (cito textualmente) que "No creo que las Afore deban participar en un mercado accionario que está estancado, sino en pleno crecimiento y eso sucederá cuando se reactive primero el mercado de deuda."

En otras palabras, si se cumplen los deseos de las Afore, primero la economía mexicana tiene que apalancarse hasta el limite, elevando su grado de riesgo justo cuando la situación económica es incierta y complicada. Claro, como el gobierno federal garantiza casi todo, ¡cuál es el problema! Cuando gobiernos y empresas se hayan atascado de deuda, entonces quizá se pueda invertir en acciones, pero sólo si estas han tenido un alza tan grande en su valor que se haya despertado la codicia de muchos ahorradores (como a mediados de los ochenta) y éstos clamen por incluir acciones en sus carteras. Tal como siempre sucede, si las Afore entran en un momento como ese, las acciones impondrán nuevas marcas en precio, elevando su valor a niveles mucho más altos que aquellos que su rentabilidad y perspectivas justifiquen. Todos sabemos cómo termina esa historia.

¿Por qué son tan conservadoras las Afore? En esencia, quieren proteger su lucrativa franquicia. Si bien las autoridades por fin están presionando para que bajen sus comisiones (hay que recordar que el costo fiscal del nuevo sistema de pensiones será mitigado entre más alto sea el saldo de los trabajadores a la hora de su retiro) las Afore prácticamente no tienen costos (incluso no gastan en mercadotecnia, lo cual es indicativo de arreglos turbios entre ellas para restringir la competencia). Para los grandes grupos financieros que controlan ese mercado, es la forma más sencilla de ganar dinero fácil. Obviamente, quieren evitar llamar la atención de los medios y generar escándalo. Como los medios no se fijan en sus abusos presentes, la única forma de que las Afore lleguen a los titulares es registrando rendimientos negativos, algo inevitable en ciertos periodos si invierten en acciones. Ergo, prefieren seguir tal y como están.

¿Los perjudicados? Los mismos trabajadores, que obtendrán retornos menores a los que se podrían alcanzar, bajo criterios prudentes, con una política más flexible de inversiones por parte de las Afores. Pero la economía mexicana también pierde: por sus características, algunos proyectos no pueden ser financiados vía deuda.

Un buen ejemplo: todas las empresas tecnológicas de Estados Unidos crecieron a través de inyecciones de capital por su alto riesgo. De hecho, los fondos de pensiones han sido un catalizador importantísimo para ese sector, ya que proporcionan capital de largo plazo (que representa sólo una pequeña fracción de sus recursos), aceptando los riesgos pero con frecuencia cosechando altísimos retornos. Si en EUA se hubieran manejado reglas como las mexicanas, no existirían firmas como Cisco, Apple, Dell, Amazon, Yahoo, etc.

Ni qué. ¿Qué se puede esperar de un país donde se sostiene que nuestra producción de energéticos es reserva exclusiva del estado, pero no invertimos en él y terminamos importando nuestro gas natural y nuestra gasolina del extranjero?

El famoso seminario

Mucho se habló la semana pasada de un seminario organizado por Banco de México y el Senado. Aunque la "nota" fueron las declaraciones de funcionarios, políticos y empresarios (ya saben quien) fuera del evento, en este evento participaron personas de gran talla. No he tenido mucho tiempo de ojear las ponencias, pero los interesados las pueden encontrar en: www.senado.gob.mx/banxico/content/programa/index.htm

Las trampas de la pobreza

En la revista dominical del New York Times se publicó un artículo (suscripción gratuita requerida) fascinante. Inicia mostrando algo que es muy conocido: la gente pobre tiene un estado de salud más bajo que otros grupos de ingreso. Usa ese punto de partida para indagar sobre las causas, entre las cuales destaca el nivel de estrés (más alto para los pobres) y el mismo entorno en que viven. Lo más aterrador es que estos grupos muestran una incidencia de enfermedades crónico-degenerativas, normalmente asociadas con la vejez, muy alta incluso entre los jóvenes.

Si tomamos en cuenta que en México las disparidades de ingreso son mucho mayores y el nivel de privación mucho más alto, seguramente el problema es más grave. Claro, lo más deprimente es que aquí no hemos erradicado incluso problemas más simples como las infecciones gastrointestinales. La desigualdad y la discriminación matan de una forma muy cruel. ¿Cuándo haremos algo al respecto?

Actividad industrial cae 2.9%: ¿Sorpresa?

No para mi. Hace unos días escribí sobre el mal momento por el cual pasa la industria automotriz, que representa cerca de 20% de la actividad manufacturera. El departamento de estudios de Banamex acaba de publicar un análisis y, según ellos, más de la mitad de la caída en la producción industrial. Claro, el desempeño de las exportaciones en general fue débil, pero muestra señales de estar tocando fondo.

Aunque la economía estadounidense está mostrando señales de fuerte crecimiento (Morgan Stanley espera un crecimiento anualizado de 6% para el tercer trimestre), no encontrará mucho eco en México. Por un lado, sigue exitiendo mucha capacidad ociosa en la industria estadounidense (25% en promedio) y ante la presión bajista que eso ejerce, están optando por trasladar producción a China. Por otro lado, la mayoría de los problemas de la industria automotriz norteamericana (incluyendo México) son estructurales.

Resumiendo: no habrá una mejora importante en la actividad industrial de México sino hasta el año entrante, si acaso.

viernes, octubre 10, 2003

La rebatinga fiscal

Empiezan a fluir las propuestas y seguramente veremos muchas más en los próximos meses. En general, el debate está girando en torno a si bajamos una tasa, subimos otra, eliminamos algunas exenciones, le cobramos a un cierto grupo, etc. El caso más sonado es la propuesta del gobierno de bajar el IVA a 10%, eliminando las exenciones para alimentos y medicinas.

Me parece que centrarse sólo en las tasas es un gran error porque ignora la otra mitad de la ecuación: el gasto. Tomemos el caso de la propuesta del gobierno en torno al IVA. López Obrador señaló, correctamente, que cobrar iVA a alimentos y medicinas sería regresivo, ya que entre más bajo sea el ingreso de un hogar, gasta un porcentaje mayor de su presupuesto en estos rubros. Por este motivo es rechazada por el PRD y el PRI, partidos que derivan su apoyo de los estratos de menor ingreso. En cambio, el impacto de homologar el IVA sería, a ojo de buen cubero, bastante neutral para la clase media, que es la base del apoyo del PAN, el único partido que ve con buenos ojos esta medida.

Como resultado, vender la homologación al 10% del IVA en términos de aumentar la recaudación es una estrategia destinada al fracaso porque el PRI y PRD nunca la aprobarán. Sin duda, esta clase de consideraciones aplicarán para otras propuestas fiscales, empezando por la baja propuesta por el gobierno al ISR (que recae abrumadoramente en los estratos de ingreso medio y alto).

¿Es imposible un acuerdo? Claro que no. La clave para cuadrar las posiciones encontradas es el gasto. En este país, el objetivo de cualquier reforma fiscal es aumentar la recaudación, lo cual implica un mayor pago de impuestos. Por definición, eso implica que algunos pagarán mucho más y otros aportarán en menor proporción. Naturalmente, los primeros van a estar descontentos, ya que su ingreso después de impuestos tendería a caer. Ahora bien, una forma de evitar que su oposición descarrile todo el proceso es compensarlos a través de mayores transferencias, subsidios y servicios.

Regresemos al caso del IVA. Su homologación al 10% afectará proporcionamente más a los segmentos de bajos ingresos, pero en principio elevaría la recaudación de todos los estratos, ya que al eliminar las disparidades en la tasa se puede elevar el grado de cumplimiento general. En ese sentido, el alza en la recaudación puede ser suficiente para poder compensar a los grupos de bajo ingreso (a través de mayores fondos para programas como Procampo u Oportunidades) y permitir que quede un exedente para invertir en áreas prioritarias que benefician a todos (infraestructura, educación, etc.).

El problema es que hasta ahora ni el gobierno ni el PAN han juntado estos dos elementos. Para la mayoría de los ciudadanos, los beneficios de una reforma son demasiado abstractos y los costos muy aparentes. Sólo se podrá generar apoyo para una reforma fiscal si esos beneficios se vuelven visibles para los más afectados.

En el primer intento fallido de promover una reforma (en el 2001) surgieron ideas interesantes que después no fueron seguidas. Por ejemplo, recuerdo que Felipe Calderón del PAn proponía que parte de la recaudación extra obtenida a partir de un mayor pago del IVA fuera devuelta a los ciudadanos a través de pagos de monto igual. Así, por ejemplo, toda persona de 18 años o más recibiría un cheque por el mismo monto. Para las personas de ingreso bajo, representaría una cantidad proporcionalmente más alta.

No creo que esa propuesta sea muy viable, pero necestiamos más ideas de este tipo. De lo contrario, temo que será muy difícil alcanzar los consensos políticos necesarios.

jueves, octubre 09, 2003

Inflación en septiembre: 0.6%

Resulto un poco por arriba de las expectativas (0.53%) y casi la mitad del aumento en precios se puede atribuir al alza en las colegiaturas de escuelas privadas que aumentaron 4.7% en el mes. Como padre de familia, sólo me queda decir ouch. (Nota: prometo publicar pronto algo sobre este tema y qué puede hacer uno para velar por la educación de los niños). En términos anuales, la inflación se ubicó en 4% en los últimos 12 meses.

En general, fue un buen dato. La inflación subyacente, que excluye rubros como los productos agrícolas, el costo de la energía y la educación fue de 0.17% en septiembre y 3.5% en los últimos doce meses. Esto es importante porque indica que la depreciación del peso y el alza en los salarios (entre 5 y 6%) no está traduciéndose en un repunte inflacionario. Dado que el impacto del costo de la educación en la inflación mensual de los próximos meses será muy bajo y con un poco de suerte la inflación cerrará el año por debajo del 4%. Eso permitirá que las tasas de interés sigan bajas y que el poder de compra de los salarios (para quienes tengan trabajo) crezca.

Obviamente, habrá que estar pendientes para ver si la caída del peso ante el dólar durante las últimas semanas tendrá un impacto sobre los precios. La primera señal será, por supuesto, que Banco de México decrete un alza en el corto.

miércoles, octubre 08, 2003

Si piensan que yo soy pesimista, escuchen a Bill Gross

Pocas personas en México saben quién es Bill Gross. Resulta que es el máximo directivo de PIMCO, la administradora de fondos de deuda más grande de Estados Unidos (y probablemente del mundo). Su éxito lo ha ganado como debe ser: ofreciendo buenos resultados.

Este señor obviamente tiene mucha materia gris y afortunadamente la comparte con el público. Léan su último editorial, que está relacionado con el artículo que publiqué en torno al tipo de cambio. En esencia, describe por qué el panorama es bastante negro para la economía estadounidense. Su recomendación: no invertir en dólares o hacerlo con mucho cuidado.

Mientras México duerme.....

Uno nunca se daría cuenta por los titulares en la prensa nacional, pero a escala internacional México sigue gozando una muy buena reputación en materia económica. No obstante, otras economías emergentes están avanzando mientras nosotros vivimos de glorias pasadas. Mucho se ha comentado sobre Brasil en este contexto, pero hoy creo que todos quedamos sorprendidos cuando Rusia recibió el grado de inversión de parte de la calificadora Moody's.

Energía: Los políticos que nos merecemos

Mi pesimismo aumenta por hora al leer notas como esta.

Resulta que nuestros senadores tienen una brillante idea para resolver nuestro problema de abasto de electricidad. Ayer aprobaron --con votos a favor del PRI, PRD y PVEM--un dictamen para reformar algunas leyes relacionadas con Pemex para permitir que esa paraestatal pueda generar su propia energía. Supuestamente, eso resolverá los problemas de abasto hasta el 2011.

¿Suena razonable? Ni yo ni nadie tiene puede objetar a que PEMEX genere su propia electricidad. El problema es que tipejos como Manuel Bartlett y Oscar Cantón, pero también gente más o menos razonable como Demetrio Sodi del PRD, alaban esta medida como una solución al problema de abasto. En realidad, no resuelve nada.

El dilema central en materia eléctrica es claro: el país necesita invertir decenas de miles de millones de dólares para renovar la planta generadora y expandirla para cubrir el crecimiento en la demanda. Ese dinero tiene que salir de algún lado.

Hay tres opciones que no se excluyen mutuamente: 1) el gobierno (incluyendo CFE y PEMEX) se endeuda más; 2) se lleva a cabo una reforma fiscal que eleva los ingresos federales, permitiendo que PEMEX y CFE puedan destinar una mayor porción de sus utilidades a la inversión; 3) se permite que la iniciativa privada invierta en el sector.

La primera, que es la que sugieren los susodichos senadores, es una locura. Es increíble que propongan que PEMEX se endeude para financiar las inversiones eléctricas en cuestión cuando sólo hace unos días la calificadora Moody's señaló que estaba estudiando bajar la calificación de la paraestatal precisamente por su abultada deuda. Que el gobierno sea quien se endeude y le de los recursos a PEMEX tampoco es opción: hay que recordar que la solvencia del gobierno es engañosa, ya que tiene muchos pasivos ocultos (pensiones del ISSSTE) y un mayor endeudamiento podría generar una crisis de confianza o un alza fuerte en las tasas de interés.

La segunda opción es más razonable, pero implica que se lleve a cabo una reforma fiscal importante que eleve la recaudación de impuestos de 11% del PIB actual a por lo menos 15% para cubrir las inversiones energéticas y el gasto social requerido. Aquí el problema más obvio es la voluntad política. Pero incluso si existe, todo parece indicar que no habrá reforma sino hasta fines del 2004. Eso implica que la recaudación empezaría a crecer gradualmente a partir del 2005. En otras palabras, perderíamos otros dos o tres años antes de que el sector energético empiece a contar con recursos suficientes. Faltaría incluso más tiempo antes de que se construyan las plantas necesarias.

La última opción, más allá de las preferencias ideológicas que no tenga, tiene la virtud de que surtiría efectos a corto y mediano plazo. Pero su aprobación es muy incierta. En lo personal, una combinación de reforma fiscal y apertura a la IP sería ideal.

Conclusión: El secretario de Energía tiene razón cuando denuncia esta treta. Si bien los cambios legales no tienen nada de malo (Pemex debe tener la libertad de poder generar su electricidad), de ninguna forma representan una solución ni inmediata ni de fondo al problema. Además, es claro que el PRI y PRD quieren emplear su aprobación (falta que sea votada ante el pleno) para decir que están solucionando el problema, lo cual les permitiría bloquear iniciativas que representen una respuesta viable.

Industria automotriz: la bomba de tiempo

Como si la amenaza que representa para México el ajuste del dólar ante otras divisasno fuera suficiente, hay una serio problema que hasta ahora no ha recibido mucha atención: una incipiente crisis en la industria automotriz.

Las cifras de los primeros nueve meses del año son deprimientes: la producción nacional de autos bajó casi 16%. Hay varios factores que explican este mal resultado. Hoy publiqué una nota en El Financiero que los detalla.

A mediano y largo plazo, lo que más me preocupa es que todas las automotrices estadounidenses --GM, Ford y Chrysler--enfrentan graves problemas que incluso amenazan su viabilidad financiera. Tanto en México como en Estados Unidos, dominan la producción y sus problemas (por no decir su colapso) tendrán severas repercusiones. Hay que seguir con mucha atención este tema......

Teorías de conspiración

Ayer expliqué a detalle por qué el peso ha caído estas últimas semanas. Lo largo de la nota muestra que no es un asunto sencillo pero la idea central es clara. Estados Unidos gasta más de lo que genera como ingreso y depende en exceso del capital extranjero. Tarde o temprano los inversionistas extranjeros dejarán de enviar tanto capital a ese país, tanto por los problemas estructurales de Estados Unidos como por cambios en sus propias naciones. El dólar acumula una caída de 20% en menos de dos años y todavía le falta caer más. Esto, junto con menores flujos de capital, presionarán al alza las tasas de interés y, en el mejor de los casos, la economía estadounidense crecerá poco por algunos años.

Los fuertes vínculos de la economía mexicana con el país vecino y sus propios problemas estructurales aseguran que el mal desempeño en Estados Unidos se reflejará, tal como ha sucedido en los últimos años, aquí. La única salida es avanzar en reformas estructurales (no sólo la fiscal y energética), pero como eso no es muy probable, el peso está cayendo a la par del dólar, reflejando una menor inversión extranjera y el mal panorama para las exportaciones.

En otras palabras, el motivo por el cual ha bajado el peso es muy claro, pero no es fácil explicarlo y menos en un formato periodístico. Por eso mismo, los medios buscan explicaciones más sencillas, aunque estas sean falsas o engañosas. Lo más sorprendente es que incluso analistas respetables repiten las mismas falacias.

Esta nota del Financial Times ilustra bien el punto. Primero cita las dos explicaciones más comunes para la caída del peso: la posibilidad de que Moody's baje la calificación de riesgo de Pemex (más alta que la del gobierno mexicano) dado su alto endeudamiento y el recorte al pronóstico de crecimiento que fijó Francisco Gil hace unos días. Ninguna de esas dos noticias aportó información nueva, por lo cual no fueron las culpables de la caída del peso (aunque contribuyen marginalmente fomentando una impresión negativa sobre México).

Después, el artículo del FT cita fuentes que señalan que las autoridades financieras del país ven con buenos ojos la caída del peso, ya que ésta no está traduciéndose en un repunte inflacionario y ayudan a la competitividad de las exportaciones.

Quizá sea cuestión de matices, pero nada de lo dicho recientemente por Franciso Gil, titular de Hacienda, o Guillermo Ortiz, gobernador de Banco de México, se puede interpretar como un respaldo a la caída del peso. Más bien, tengo la impresión que estos analistas están acusándolos de omisión, ya que no han hecho nada para estabilizar al tipo de cambio.

Esto es cierto, pero no toma en cuenta que estos funcionarios saben perfectamente bien lo que está sucediendo. Oponerse a un ajuste cambiario propiciado por poderosas fuerzas globables es, como nuestra historia ha demostrado una y otra vez, inútil a largo plazo. Mientras dicho proceso no amenace la estabilidad de los precios o de los mercados financieros, sea ordenado y moderado (a final de cuentas, el peso sólo se ha depreciado 5% en las últimas semanas), intervenir sólo invita mayor especulación en contra de la moneda nacional.

Ahora bien, el ajuste del dólar apenas está iniciando y estos funcionarios enfrentarán pruebasd mucho más compliadas en los próximos meses y años. Sin reformas, la economía mexicana seguirá estancada; va a ser cada vez más difícil resistir las voces que claman por un peso más débil, aunque sabemos por experiencia propia que un fuerte ajuste en el peso termina minando el bienestar de los mexicanos a largo plazo. Al mismo tiempo, no se puede descartar una crisis del dólar, la cual representaría una seria amenaza para la economía nacional.

martes, octubre 07, 2003

El peso en 11.30: ¿Por qué?

El tema du jour en los medios y mercados es el tipo de cambio. En cuestión de semanas, el peso se depreció 5% ante el dólar, con lo cual acumula una caída en su poder adquisitivo de aproximadamente 20% desde marzo del 2002.

No soy gurú ni mucho menos, pero categóricamente puedo afirmar que casi todo lo que se ha escrito y mencionado en los medios sobre este tema está mal. Ni el secretario de Hacienda ni Moody’s tienen la culpa. En realidad, el peso es una víctima secundaria de un poderoso, mas incipiente, reajuste en la economía global que está relacionado al valor del dólar contra otras divisas, como el euro y el yen.

En las últimas cinco semanas, el dólar se depreció casi 6% contra una canasta de las principales divisas mundiales y desde principios del 2000 también acumula una baja de 20%. No es coincidencia que la trayectoria del peso sea paralela a la del dólar.

El punto de partida obligado es la situación de la economía estadounidense:
-La economía de Estados Unidos ha tenido desde 1995, por mucho, el mejor desempeño entre las principales naciones industrializadas (3.1% anual vs. 2.4% anual). Esto se debe a su flexibilidad, su capacidad de innovación y su alta productividad en términos del capital invertido.

-El frenesí financiero de los noventa derivó en un boom de la inversión, financiada frecuentemente con deuda. Junto con una mayor productividad laboral, llevó a que el potencial de producción de la economía creciera más que la demanda.

-Eventualmente, las empresas tuvieron que bajar su nivel de producción para alinearlo con la demanda. Eso implicó un alza en la capacidad instalada ociosa, despidos masivos y una baja considerable en la inversión.

-Pese a esto, en los últimos tres años el consumo de los hogares ha crecido vigorosamente (2.8% anual vs 1.5% para la economía). La fortaleza del consumo se explica por las bajas tasas de interés, la abundancia de crédito (sobre todo para la vivienda), los recortes a los impuestos, el crecimiento de las transferencias gubernamentales y el alza en los salarios reales. Sin duda, este factor evitó que la recesión fuera mucho más severa, pero también implica una caída casi constante en el ahorro, que se ubica en 3% del ingreso.

-Hasta aquí, todo bien. El problema es que EUA lleva gastando más de lo que genera como ingreso por país (primero para financiar la inversión, luego para el consumo). La diferencia ha sido y está siendo financiada por la inversión extranjera. Actualmente, ese déficit suma 5% del PIB y está creciendo.

-En los noventa, los extranjeros (europeos y asiáticos en su mayoría) mandaban flujos apostando a la revolución tecnológica y al fuerte crecimiento económico estadounidense. Naturalmente, , se destinaban en su mayoría a inversión directa (fábricas, equipo, etc.) y acciones. Con el colapso de la bolsa, el mal desempeño de las empresas tecnológicas y otros factores, esos flujos ahora se destinan sólo a renta fija, sobre todo de corto plazo.

-Ahora están cada vez más nerviosos. El capital invertido en Estados Unidos ha pagado rendimientos decrecientes. Gracias a que la productividad laboral sigue fuerte, no hay mucha necesidad de invertir o contratar más trabajadores. Esto debilita la demanda. Además, los recortes masivos a impuestos de la administración Bush amenazan con tornar insolventes las finanzas públicas a largo plazo. Esto causará eventualmente un alza en las tasas de interés, frenando todavía más al consumo y la inversión.

En resumen, la dinámica económica en Estados Unidos no es sustentable. Los hogares tienen que elevar sus ahorros, el gobierno tiene que apretar su cinturón y las empresas deben reducir sus deudas. A nadie le gusta hacer eso.

Por eso, es probable que en algún momento no muy lejano empiecen a bajar los flujos de capital extranjero que han apoyado a la economía estadounidense. Esto sucederá cuando los inversionistas se den cuenta que el retorno esperado no compensa los riesgos (incluyendo las pérdidas al subir las tasas de interés por el derroche gubernamental). Todo parece indicar que ya están nerviosos y la caída reciente del dólar indica que quizá este proceso ya está en marcha.

Esto no es noticia. Lo que ha propiciado que muchos inversionistas asiáticos y europeos sigan enviando capital a Estados Unidos es el mal desempeño de sus economías, menos flexibles y menos eficientes en el uso del capital. Es claro que para revivirlas necesitan ahorrar menos y consumir más, así como llevar a cabo reformas estructurales. De nueva cuenta, las últimas noticias de Japón y Alemania indican que por fin sus gobiernos están tomando este camino, el cual tiene como consecuencia una menor cantidad de recursos excedentes para invertir fuera.

En la medida que baje el monto de inversión extranjera, los estadounidenses tendrán que reducir sus desequilibrios, lo cual implica un freno o un crecimiento muy bajo en el gasto para ahorrar más y tener finanzas más sanas. El mecanismo que detonará el ajuste es una depreciación del dólar.

Un estudio relativamente reciente de la Reserva Federal examinó que sucedió cuando un país industrializado enfrentaba una situación similar de exceso de gasto con relación al ingreso nacional. Descubrió que cuando la brecha llega a un promedio de 5% del PIB (el nivel observado en EUA actualmente) se detona un ajuste que propicia una caída de 40% en promedio del tipo de cambio. Esto genera presiones inflacionarias y alzas en la tasa de interés, lo cual frena el gasto y propicia la reducción del déficit con el exterior. Bajo este criterio, Estados Unidos apenas va a la mitad del ajuste.

Lo mejor que puede suceder es que el ajuste sea suave. Por eso, en la reciente reunión de los ministros del G-7 se habló de coordinar políticas cambiarias para lograr un crecimiento más equilibrado. Los inversionistas concluyeron que los gobiernos de las principales economías por fin se dieron cuenta que el ajuste es inevitable y, por tanto, dejarían de impedirlo (Japón, por ejemplo, ha impedido un alza en la cotización del yen para evitar una baja en sus exportaciones, el único pilar de su economía ante el estancamiento del consumo). El resultado: empezaron a vender dólares, propiciando el más reciente ajuste.

Resumiendo: la economía estadounidense presentará en los próximos dos a cuatro años un crecimiento relativamente bajo. En lo personal, estimo que se ubicará entre 1% y 3%, por lo cual las esperanzas de un repunte fuerte el año entrante (el consenso espera alrededor de 3.5%) no se cumplirán. Mucho dependerá de qué tan ordenada es la caída del dólar, ya que existe la posibilidad real de un pánico propiciado por una salida masiva de capitales.

Evidentemente, todo esto es desfavorable para México, cuyo desempeño económico (ha crecido menos de 1% anual en los últimos tres años) deja mucho que desear.

Es claro que la economía mexicana tiene serias limitaciones estructurales: deficiencias en infraestructura, bajo nivel de capital humano, concentraciones monopólicas en sectores clave, un sistema financiero débil, etc. Si no se concretan avances en éstas áreas –tristemente el escenario más probable—el único motor de crecimiento serán las exportaciones. Pero como más del 80% se dirigen a Estados Unidos, cuya economía no está en posición de aumentar mucho la demanda de productos extranjeros, se requerirá una fuerte depreciación del peso para reactivarlas.

Claro, esto propiciaría un alza en la inflación y una caída en el poder de compra de los salarios, deprimiendo la demanda interna. La experiencia histórica demuestra que el resultado neto terminaría siendo negativo. Las autoridades relevantes –Banco de México y la Secretaría de Hacienda—entienden esto. Hasta ahora, han permitido la depreciación del peso ya que proporciona algo de alivio a la industria manufacturera y, debido a la debilidad de la demanda, no se ha traducido en un repunte en la inflación. Pero es claro que esa tolerancia tiene su límite y que ya no estamos lejos de este último.

Sin embargo, una caída del peso podría levantar por un tiempo a la economía, por lo cual los políticos tendrán la tentación de recurrir a esta opción. De hecho, muchos grupos, como la industria manufacturera, presionan para que la moneda nacional baje incluso más.

El panorama es bastante desolador. Asumiendo que las autoridades seguirán actuando de forma responsable en este ámbito, sin reformas u avances las tasas de interés tendrán que subir y la trayectoria del peso podrá separarse de la tenencia a la baja en el dólar. Pero el crecimiento seguirá siendo muy bajo y no se crearán los empleos que necesita la población. La presión política para relajar la disciplina será intensa y es posible que eventualmente quiebre la voluntad de las autoridades actuales. Habría un año, quizá dos, de crecimiento y después el típico colapso de fin de sexenio.

¿Una mejor televisión?

Ayer, los dueños de las dos principales cadenas de televisión abierta del país se presentaron en el congreso "A favor de lo mejor" y se comprometieron a trabajar en favor de una televisión de mayor calidad y enfocada a valores universales. Me imagino que eso implica menos programas violentos, "amarillistas", "voyeuristas", profanos, vulgares, etc., y más programas informativos, educativos, etc.

Sin duda, cualquier intento de esta naturaleza está destinado al fracaso, no tanto por la indudable hipocresía de las televisoras, sino por su ineptitud.

Para quienes estén interesados, existe una oferta relativamente decente de televisión informativa y educativa (canal 11) en el paí­s. El 10% de los hogares con TV de paga tiene incluso más opciones de esta naturaleza.

El problema es que pocas personas las aprovechan. Si TV Azteca y Televisa intentan (lo cual es poco probable) incorporar programación de este tipo, lo más probable es que el público no la acepte muy bien y, bajo la presión de los anunciantes, abandonen el experimento en poco tiempo.

Muchos estarán de acuerdo con este comentario, bajo el típico argumento paternalista: el nivel cultural y educativo del mexicano promedio es tan bajo que simplemente no estarí­a interesado. Hay un grano de verdad en esto, pero no creo que sea el problema más importante.

Más bien, creo que las televisoras mexicanas tienen una incapacidad brutal para hacer programas decentes de cualquier tipo. Actualmente, la programación está dominada por las telenovelas, un formato que desde hace mucho se tornó estéril, y por los "reality shows" que son una copia chafa de una fórmula desarrollada en Europa. Cierto, sabemos que las telenovelas se exportan a muchos países, pero la mayorí­a son naciones más tercermundistas que nosotros y tienen incluso menos recursos para hacer programas propios. La televisión mexicana jamás ha desarrollado consistentemente programas de calidad capaces de llamar la atención a escala internacional.

Se puede decir lo mismo de buena parte de la televisión europea, pero no hay que olvidar que ésta sigue dominada por empresas estatales. En cambio, la tele mexicana es predominantemente comercial y tiene un mercado suficientemente grande para hacer cosas interesantes, sin olvidar el mercado potencial en otros países.

Su fracaso se puede ver de varias formas. En Estados Unidos, la televisión gira en torno a dos ejes fundamentales: los programas cómicos (o sitcoms, como Friends o Seinfeld) y los dramas (ER, X-Files, etc.). Ambos géneros tienen una virtud en común: si bien es útil conocer a los personajes y sus antecedentes, en realidad cada episodio es una historia autocontenida que puede ser vista fuera de contexto. En cambio, las telenovelas no funcionan fuera de contexto: si te pierdes varios episodios, no entiendes nada. Esto último es una forma de mantener enganchada a las personas, pero mata el potencial de retransmisión y repele a quienes no están dispuestos a sentarse todos los dÃías a una cierta hora en frente de la televisión.

Para funcionar, los sitcoms y dramas necesitan buenos guiones y guionistas. A final de cuentas, es más fácil hacer una telenovela ya que sólo tiene una narrativa central, sobre la cual se añaden variantes, o un reality show (en donde las reglas son el guión) que una serie en donde cada capí­tulo implica crear una historia diferente.

Aunque se han hecho algunos intentos (Azteca transmitió sitcom hace años), son pocos y no han funcionado. Lo más probable es que esto tenga que ver con la falta de una infraestructura y voluntad para crear buenos equipos de guionistas.

Regresando al punto central, creo que la TV comercial debe centrarse en lo que hace bien: hacer programas que diviertan al público. Las televisoras mexicanas lo hacen mal, ya que sólo dependen de programas y formatos primitivos. Tiene un incentivo para hacerlo: son baratos y el 90% de la población tiene a la televisión como única alternativa de entretenimiento de bajo costo, así­ que terminan viendo incluso la peor basura. Si Azteca y Televisa tuvieran un poco más de ambición, bien pueden intentar hacer dramas y comedias de calidad que puedan ser exportadas. Hay un mercdo inmenso (basta pensar en los hispanos en EUA) que no está siendo explotado.

En lugar de tomar ese riesgo, se conforman con las grandes ganancias que arroja su duopolio. Hacer buena televisión cultural también requiere la misma infraestructura que la buena televisión comercial. No es coincidencia que los mejores dramas inteligentes, documentales, etc. también sean producidos en Estados Unidos y el Reino Unido, los únicos dos países que exportan programas comerciales en grandes cantidades. En ese sentido, si TV Azteca quiere "educar e informar", deberá empezar por una mejor programación comercial, ya que los malos programas culturales son tan insufribles como sus contrapartes masivos. Como muestra, basta ver el Canal 22 del gobierno, cuya programación generada internamente es insoportable, incluso para quienes tienen un interés en cuestiones culturales.


Una visión pesimista sobre las reformas

En la prensa mexicana es común escuchar las opiniones que tienen diversos analistas internacionales sobre el país. Eso refleja tanto la perene inseguridad que tenemos los mexicanos sobre nosotros mismos (nuestra historia no ayuda) como la falta de credibilidad de los propios medios y analistas del país.

Estos analistas extranjeros son, en su gran mayoría, gente inteligente, preparada e informada. Sin embargo, me parece que su falta de perspectiva histórica y experiencia in situ impone distorsiones y limitaciones sobre sus percepciones, aunque la distancia también puede ser útil para hacer análisis objetivo. En resumen, no siempre hay que tomar demasiado en serio lo que dicen.

Gray Newman de Morgan Stanley publica hoy su visión sobre la posibilidad de que se aprueben las reformas estructurales. Él duda que ésto se pueda hacer, aunque no descarta algunos avances.

Más allá de que tenga o no la razón, en Wall Street el cúmulo de las opiniones de los analistas sobre cualquier país a la larga influye en las decisiones de los inversionistas. Sin duda, es otra muestra del creciente pesimismo que se consolida en torno a México y que explica un poco la caída en los flujos de inversión.

¿Qué podemos esperar de un criminal?

Más allá de las preferencias ideológicas que uno tenga, es indignante que verdaderos criminales participen abiertamente en la vida pública del país. Entre ellos, destaca Manuel Bartlett, ex gobernador de Puebla y ex Secretario de Gobernación. Por lo menos sabemos que fue el arquitecto del fraude electoral de 1988 y es muy probable que haya estado involucrado en muchos asuntos turbios.

Hoy día, el ahora senador del PRI es una de las figuras que encabezan la oposición a las reformas estructurales que el país necesita. Está en contra de la moderada apertura al capital privado que propone la administración Fox, el PAN e incluso el ala zedillista-salinista del propio PRI. ¿Y que propone? Vagamente habla de una mayor "autonomía" para las paraestatales del ramo, lo cual probablemente significa que no tengan que pagar tantos impuestos al gobierno. Esto no es necesariamente tan ilógico, pero requiere una profunda reforma fiscal que eleve la recaudación para suplir los ingresos que obtiene el gobierno del sector energético. Va sin decir que Bartlett no es precisamente un ardiente partidario de esta reforma fiscal.

En fin. Aquí pueden encontrar las últimas ocurrencias de este despreciable personaje.
PD. Bartlett se asume como anti salinista por lo que señala. Típicamente ingrato (fue secretario de Gobernación durante la presidencia de Salinas y responsable que el orejón llegará ilegalmente a la presidencia) e hipócrita (cuando Salinas abrió de forma muy limitada el sector eléctrico al capital privado, Bartlett no dijo nada).