Sin duda, muy exitosa: acumula ingresos en taquilla de más de 300 millones de dólares sólo en Estados Unidos. Si tomamos en cuenta que su producción costó sólo unos 30 millones de dólares y su presupuesto de mercadeo otros 20 millones, el Sr. Gibson es considerablemente más rico de lo que por sí era.
No obstante, todavía está lejos de los niveles alcanzados por Ben-Hur, la épica pseudo-bíblica donde Charles Heston es la estrella principal. En 1959/60 alcanzó una taquilla en Estados Unidos de 74 millones de dólares. Pero si ajustamos ese número por la inflación general (también se pueden emplear los precios de los boletos de cine, con resultados similares), resulta que en realidad su ingreso fue de unos 476 millones de dólares (los datos de inflación en Estados Unidos se pueden obtener aquí).
Para los interesados: hace unos meses escribí sobre las películas más taquilleras de todos los tiempos, ajustando los resultados por inflación, con resultados sorprendentes.
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