jueves, marzo 18, 2004

Acero: ¿Crisis en tiempos de prosperidad?

Según esta nota publicada en El Financiero, la industria mexicana del acero está en crisis. ¿El motivo? Cito directamente:

“El deterioro de la industria acerera mundial y mexicana entre 1999 y la primera mitad de 2003, expresada en el retiro de inversiones, quiebras y suspensión de pagos, derivó en una insuficiente oferta de insumos para esta actividad, lo que sumado al voraz apetito de la omnipresente China ha generado una crisis que se refleja en aumento de precios para todos los productos siderúrgicos.
Con el repunte de la economía mundial iniciada en la segunda parte del año pasado, la demanda de productos del ramo ya es superior a la oferta, lo que se traduce en un incremento de los precios, advirtió Santiago Clariond Reyes-Retana, vicepresidente de la Canacero y director general de IMSA-Acero.”


Va sin decir que es un tanto contradictorio sostener que hay una crisis causada por la falta de insumos, al mismo tiempo que se nota que la demanda china está creciendo a tal grado que la demanda supera la oferta.

Veamos la realidad. De acuerdo a la consultora inglesa MEPS, el precio del acero ha subido casi 70% en los últimos dos años (poco más de 30% en los últimos 12 meses). La producción mundial de acero aumentó 22% entre 1999 y el 2003, con un alza de 7% el año pasado. En el caso de México, la producción no varió en este periodo (debido a las bajas durante la recesión del 2001 –2002), pero el año pasado subió casi 8%.

En otras palabras, todo indica que la industria siderúrgica atraviesa por un buen momento. Una muestra de cuatro empresas acereras mexicanas (SIMEC; IMSA; HYLSA e ICH) presentó un alza en ventas de 13% el año pasado. Nada mal.

El problema, como eventualmente señala la nota, radica en los costos de la energía, que en el caso del gas natural casi se ha triplicado. Aunque el costo de las materias primas para el acero ha subido en todo el mundo, en México el problema de la energía cara –producto de la falta de inversión en un sector controlado por el estado—es severo.

Ese es el motivo por el cual los directivos del sector siderúrgico están pegando el grito en el cielo. Es una queja legítima hasta cierto punto, pero también cabe señalar que esas empresas tenían la opción de cubrirse, mediante derivados o contratos de largo plazo, contra algunas de esas eventualidades. Los periodistas, siempre ávidos de conjurar escándalos incluso cuando no los hay, les siguen el juego.

Ciertamente, en algunos casos el alza en los costos ha rebasado el impacto positivo del crecimiento en ventas. Por ejemplo, la utilidad operativa de Hylsamex cayó 8% pese a un alza de 14% en ventas, mientras que IMSA (que también fabrica productos metálicos) muestra un incremento de 7% en ventas y una caída en la utilidad operativa de 19%.

Pero ICH y SIMEC lograron resultados mucho más notables: sus ventas combinadas aumentaron más de 33% en ventas y su utilidad operativa subió 62% el año pasado. Esto muestra que hay maneras de prosperar pese al alza en los costos de los insumos.

El por qué de una diferencia tan dramática en el desempeño es materia para otro día. Aquí el punto es resaltar, como si faltara, que no hay término más abusado en la actualidad que la palabra “crisis”, sobre todo en los medios.

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