Pese a que la economía estadounidense acumula ya dos años de sólido crecimiento y en los últimos trimestres ha crecido a un ritmo anual cercano al 5% en promedio, el número de empleados no agrícolas en ese país sigue 2.3 millones por debajo de su máximo alcanzado en marzo del 2001. De hecho, desde la cifra mínima reciente (julio 2003), la nómina no agrícola sólo a crecido poco más de 300 mil puestos.
¿Por qué sigue estancado el emleo? Este artículo --basado en un estudio reciente de la Reserva Federal--ofrece una explicación que suena razonable.
En resumen, tradicionalmente la mayoría de las pérdidas de empleos se concentraban en industrias cíclicas; tan pronto mejoraba la demanda, volvían a contratar a sus trabajadores despedidos. Pero a partir de la recesión de 1991, los ciclos económicos han sido caracterizados por profundos cambios estructurales; es decir, algunas industrias prosperan incluso en la recesión, mientras que otras decaen incluso en las recuperaciones. Dado que los trabajadores despedidos por industrias en declive tardan en ser absorbidos por las industrias más dinámicas, eso lleva a una lenta recuperación del empleo.
La buena noticia: la situación actual se parece mucho a la de 1991-92 en el sentido que la economía crece pero el empleo no, pero en los siguientes años el empleo creció a ritmos impresionantes, reduciendo el desempleo a mínimos históricos.
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