miércoles, marzo 24, 2004

La desigualdad del ingreso y el racismo

Tyler Cowen presenta un resumen y análisis de un libro de dos importantes académicos que busca explicar por qué el nivel de gasto gubernamental es 50% mayor (en términos relativos) en Europa comparado con Estados Unidos (45% contra 30% del PIB). Estas diferencias reflejan en buena medida el alcance del estado de bienestar en esos países. Como es lógico, hay muchos factores involucrados. Pero hay uno que destaca en particular: la raza. Esta cita de un comentario de Robert Tagorda lo resume bien:

"The reason, argue the authors, is that "race matters", and they marshal statistical evidence, much of it from opinion surveys, to back this up. People are likely to support welfare if they live close to recipients of their own race; but are antipathetic if they live near recipients from another race. The divergent attitudes of Europeans and Americans to the poor are underwritten by the fact that the poor in Europe tend to be ethnically the same as most other folk. In America, their skin is often a different colour. " [Emphasis added by Tagorda.]

Al igual que Cowen, me suena como resultado razonable, sobre todo porque también ayuda a explicar la brutal desigualdad que prevalece en América Latina. Salvo una que otra excepción (como Argentina y Uruguay) en toda la región hay una gran diferencia entre la conformación étnico-racial de la élite que detenta el poder político y económico y la gran mayoría de la población. Es un tema tabú (en la región no hay discusiones francas sobre el racismo), pero no por eso es menos real.

En parte, esto puede explicar por qué el nivel de gasto estatal es bajo en AL en general y por qué está tan sesgado para beneficiar a las clases medias y altas, perpetuando la desigualdad. Esos grupos no están interesados en elevar el gasto (y pagar más impuestos) si dichos recursos se destinan a otro grupo diferente a ellos.

Claro, esto es una gran simplificación, pero sin duda tiene validez. En ese sentido, creo que AL no logrará avanzar al menos que se reconozca con toda franqueza el problema del racismo en la región.

P.D. Un buen lugar para empezar es la televisión. Por lo menos en México, pareciera que Hitler hubiera ganado la guerra: no aparece un rostro con tez morena ni por equivocación (salvo en los anuncios de obras del gobierno o de caridades que solicitan fondos). Es una verguenza.


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