Según el Banco Mundial, el crecimiento está regresando a América Latina: este año la región crecerá 3.8%, en línea con la tasa de expansión de la economía mundial.
Es un alivio, pero nada de que emocionarse. En los últimos tres años, América Latina ha sido la región con peor desempeño económico del mundo. Deberíamos estar creciendo mucho más que el promedio mundial.
Este es un problema añejo. Según los datos de Angus Maddison, el PIB por habitante de las naciones más grandes y/o prósperas de AL (Argentina, Brasil, Chile, México, Perú, Colombia, Uruguay y Venezuela) creció a un ritmo de 1.7% real anual entre 1900 y el año 2000, con Brasil a la cabeza (2.1%) y Argentina en último lugar (1.1%). Este crecimiento elevó el ingreso por habitante por un factor de cinco veces.
El problema es que a otras regiones (claro está, excluyendo África) les fue bastante mejor. Las naciones de Europa Occidental registraron un alza anual en su ingreso por habitante de 1.88% anual el siglo pasado. Eso implica que si bien su ingreso por habitante era 2.6 veces mayor al de AL en 1900, para el 2000 era 3.1 veces superior. Lo mismo aplica para las ex colonias del Reino Unido: EUA, Australia, Canadá y Nueva Zelanda.
El desempeño de América Latina incluso no fue mucho mejor al de las naciones de Europa del Este (excluyendo a la ex URSS), que registraron un alza en su ingreso por habitante de 1.4% anual, a pesar de guerras y décadas bajo el yugo comunista.
Por su parte, los datos de Maddison indican que en 16 países asiáticos (incluyendo a China, India y Japón) el crecimiento fue de 1.82% anual.
En otra ocasión hablaré sobre las causas del tortuguismo latino.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario