Aunque la campaña para conquistar la candidatura presidencial del Partido Demócrata en Estados Unidos lleva casi un año, apenas ayer se llevó a cabo la primera elección (de 50 en total) estatal, la de Iowa, para obtener delegados para la convención nacional que nominará al candidato que tendrá la poca envidiable tarea de enfrentar a George Bush. No te sientas mal si apenas te vas enterando: sólo los devotos de la política interna estadounidense han seguido el proceso.
Pero es hora de poner atención. Es poco probable que el candidato demócrata, sea quien sea, pueda ganarle a Bush. Pero el tono del debate y los resultados de la campaña demócrata tendrán mucha influencia en las posturas que adoptará el Partido Demócrata en las próximas elecciones presidenciales e incluso en años venideros. Incluso si Bush es reelecto, los demócratas tienen gran influencia debido a las peculiaridades del sistema político estadounidense.
En ese sentido, vale la pena revisar quiénes son los candidatos demócratas y cuáles son sus posturas. Un breve resumen de los cuatro principales candidatos
-Howard Dean: Ex gobernador del pequeños estado de Vermont. Su máximo logro fue expandir la cobertura de los seguros médicos a los niños. Como gobernador era centrista en tono y en los hechos, pero al buscar la candidatura demócrata dio un giro a la izquierda. Es conocido por ser el candidato que más se ha opuesto a la guerra en Irak . Su principal propuesta doméstica es revertir todos los recortes a impuestos instrumentados por la administración Bush. Si bien su estilo estridente y su oposición a la guerra le ganaron el apoyo del ala izquierda del partido desde temprano, lo cual lo convirtió en el candidato líder, ésta es muy minoritaria. Su distante tercer lugar en Iowa
-John Kerry: Experimentado senador de Massachussets, veterano condecorado de Vietnam. Bastante centrista en términos ideológicos y es conocido por su gran conocimiento de asuntos exteriores. Sus vacilaciones en torno a postura en torno a la guerra en Irak (votó a favor de la autorización que le concedió el Congreso a Bush, pero ahora dice estar en contra) le costaron mucho apoyo al principio de su campaña. No obstante, nadie duda que es preparado y su fortaleza en asuntos internacionales, junto con su historial militar, le ayudaría a enfrentar a Bush en cuestiones de seguridad nacional, que son el talón de Aquiles de los demócratas. Esto le ayudó a ganar en Iowa.
-John Edwards: Senador novato de Carolina del Norte. Ser sureño (los últimos dos presidentes demócratas provienen de esa región que es ahora bastión republicano), telegénico y tener un origen humilde son sus principales activos. Previamente, era uno de los abogados más exitosos y ricos del pías. Como candidato, destaca por tener las propuestas de política interna más detalladas y sensatas. El segundo lugar que obtuvo en Iowa fue sorprendente y augura bien para su campaña, aunque su falta de experiencia en la vida pública probablemente impedirá que gane la competencia. No obstante, suena como candidato a vicepresidente.
Wesley Clark: Militar que comandó las fuerzas estadounidenses en Europa durante la guerra en Kosovo. Esa experiencia en seguridad es prácticamente su único, aunque considerable, activo, así como su visibilidad nacional (fue comentarista de CNN). Hasta hace poco, no se sabía que era demócrata y también ha vacilado mucho en torno a su postura con relación a Irak. Sus propuestas de política interna no han trascendido. Cuenta, según se dice, con el apoyo de Bill Clinton, su paisano de Arkansas. Se saltó las elecciones en Iowa.
El resto: Richard Gephardt, veterano senador de Missouri, conocido por estar a favor del proteccionismo comercial y su apoyo al movimiento sindical, terminó en cuarto lugar en Iowa, donde se esperaba y necesitaba una victoria. Su candidatura llegó a su fin. Por su parte, Joe Lieberman, senador y compañero de fórmula de Al Gore en el 2000, no figuró en Iowa. Es el único candidato demócrata que apoyó sin reservas la guerra en Irak. Es conocido como conservador en materia cultural, aunque sus propuestas de política interna son centristas pero poco trascendentes. Los demás candidatos son figuras de la izquierda sin la menor probabilidad de ganar.
Me parece que el resultado de la primaria en Iowa fue positivo por lo menos en un sentido. El candidato más proclive al proteccionismo fue totalmente derrotado. Eso es bueno para México, América Latina y el resto del mundo, ya que el mal desempeño de Gephardt le restará fuerza a quienes quieren convertir este tema en la plataforma central de los demócratas.
Por cierto, para quienes están interesados en este tema, recomiendo dos sitios muy buenos que han dado mucho seguimiento a la campaña demócrata. The New Republic y Slate.
En fin. Ya escribí bastante. Regresaré con frecuencia a estas cuestiones.
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