Los economistas sabemos mejor que nadie que hacer predicciones es peligroso, particularmente cuando se refieren al futuro. Sin embargo, esta nota movió mi fibra profética.
Al parecer, General Motors y Ford están ofreciendo fuertes incentivos para vender sus grandes camionetas y camiones ligeros. Esto es lógico considerando que son vehículos que consumen mucho combustible (por grandes y poco rendidores)y que los precios de la gasolina han subido mucho recientemente (sin muchas perspectivas de bajar).
Esta tendencia es mucho más trascendente de lo que parece a primera vista. Hay que recordar que los vehículos pesados de pasajeros ahora representan el 60% de las ventas en Estados Unidos y son el único segmento que ha crecido en años recientes. Hasta ahora, ha sido dominado por los fabricantes estadounidenses (General Motors, Ford y Chrysler) y son los únicos vehículos que generan utilidades para estas firmas.
En ese sentido, si el alza en el costo de la gasolina deprime las ventas de esos vehículos, las armadoras estadounidenses serán afectadas de forma particularmente severa. A esto hay que añadir que los fabricantes japoneses han ganado terreno en este nicho (en autos normales tienen un dominio abrumador) y es probable que su participación de mercado en vehículos pesados suba, ya que suelen producir autos más eficientes en términos del consumo de gasolina.
Pero esto no es todo. Las armadoras estadounidenses pierden dinero fabricando y vendiendo vehículos. Lo que las mantiene a flote son las utilidades de sus filiales financieras. Pero con el alza en las tasas de interés, esta fuente de ingreso podría secarse en parte.
Sumando 1 y 1, sólo puedo concluir que General Motors, Ford y/o Chrysler podrían enfrentar serios problemas financieros a fines de este año. Qué tan severos, no sé, pero hay que recordar que tanto GM y Chrysler han estado al borde de la quiebra en años recientes.
Pronto retomaré este tema......
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