jueves, mayo 20, 2004

De campesinos y periodistas: ¿Cuál es más miserable?

Me incluyo entre aquellos acusan a la prensa de torturar a la información para que confiese notas llamativas. Esto sucede todo el tiempo en temas de política y entretenimiento, que se prestan a estas prácticas. Pero nada está a salvo.

Tomemos esta nota de Reforma (se requiere suscripción), que habla sobre los rezagos en el campo mexicano. Es un caso surrealista, porque si bien busca destacar el bajo nivel de ingreso en el campo, la información que presenta contradice (erróneamente) su mismo punto central.

Es un hecho que el nivel de ingreso y productividad del campo mexicano es bajo (este tema lo he tratado aquí y aquí). En concreto, la productividad laboral en el sector agropecuario llega a tan sólo el 22% del nivel promedio de la economía, lo cual explica por qué la pobreza más terrible se concentra en el medio rural.

Regresando a la nota de Reforma, ésta afirma, con base en información del Banco Mundial (no disponible sin pagar), que:

?La productividad del campo mexicano, medida por el PIB agrícola per cápita, es de las más bajas del mundo, al generar apenas mil 11 dólares por habitante rural en promedio al año, mientras EU tiene la mayor rendimiento, con 3 mil 273 dólares por persona...?

En primer lugar, ¿cómo que entre las más bajas del mundo? Sí, es baja en comparación con los países ricos, pero es mucho mayor a la observada en buena parte de África y Asia. Pero eso es lo de menos. La variable que usan para comparar es el valor del PIB agropecuario por habitante rural. Esto no tiene alguno, ya que la definición de qué es ?rural? varía enormemente de país en país.

Por ejemplo, en el artículo se menciona que el 25% de la población mexicana es rural y el porcentaje en Estados Unidos es de 22%. Pero esto es comparar peras con manzanas: en México, ese 25% trabaja en su mayoría en actividades agrarias, mientas que el 22% estadounidense son residentes de suburbios que se dedican a todo menos al campo (de hecho, sólo el 3% de la fuerza laboral estadounidense se dedica a la agricultura).

Esto lleva a un resultado absurdo: en términos relativos, el artículo indica que los campesinos mexicanos tienen un nivel de productividad mucho mayor al real. Veamos.

Según el mismo Banco Mundial (ver aquí), el PNB por habitante (2001) de Estados Unidos era de 34,280 dólares (ajustando por poder de compra), mientras que el de México se ubicó en 8,240 dólares, cuatro veces inferior al del vecino. Ahora bien, las cifras de la nota de Reforma indican que el PIB agropecuario por habitante rural en EUA es sólo 3 veces mayor al nivel observado en México.

Conclusión: ¡¡¡los campesinos mexicanos tienen un nivel de productividad/ingreso superior al promedio nacional!!! Desafortunadamente, este milagro estadístico de multiplicación de los ingresos no tiene nada que ver con la realidad.

De hecho, si se hiciera correctamente la comparación, tomando al PIB agrícola por trabajador agrícola, la diferencia entre el nivel de EUA y el de México sería incluso mayor a la diferencia promedio (aprox. 20 veces contra 4 veces), ya que la productividad laboral agrícola en el país vecino se ubica cerca del promedio.

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