Con los precios del petróleo y del gas natural por las nubes y no dan señales de regresar pronto a la tierra. Uno esperaría que el precio de las acciones de las grandes empresas del sector energético --ExxonMobil, BP, Shell, ChevronTexaco, etc.--reflejara esta situación.
Pero no es el caso, como muestro en mi más reciente artículo publicado en El Financiero. Claro, han presentado un mejor desempeño que el mercado en general (21% vs 13% en los últimos 12 meses), pero inferior al alza en el precio de los energéticos. Además, el precio de las acciones energéticas apenas está regresando al nivel observado a fines del 2000, la última vez que los precios del crudo se mantuvieron durante meses por arriba.
Esto a pesar de que hoy hay una enorme diferencia con el 2000: los precios de largo plazo, dados por los contratos de futuros, subieron 50% en este lapso, por lo cual las reservas de esas empresas valen mucho más.
Pero ahí está el problema: Shell informó hace unos meses que, en realidad, tenía 24% menos reservas de lo que previamente había informado. Ahora, todos los datos de reservas son cuestionados. Incluso si tomamos los datos de reservas como válidos, la mayoría de las petroleras apenas están reemplazando lo que producen, por lo existe el riesgo de que las reservas bajen si no hay nuevos descubrimientos. La excepción más notable es BP, que sí ha ganado reservas y el precio de sus acciones ha tenido el mejor desempeño dentro del grupo antes citado.
martes, junio 08, 2004
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