martes, diciembre 09, 2003

Tortura capital: Las manifestaciones en el D.F.

Los habitantes del Distrito Federal están habituados a toda clase de problemas: inseguridad, contaminación, malos servicios públicos, etc. Aunque las llamadas "movilizaciones sociales" que desquician el tráfico, cierran comercios y causan un sinfín de molestias no son el más importante, sin duda son uno de los más irritantes Encontré algunas cifras que ofrece la Secretaría de Seguridad Pública del gobierno local, que corresponden al periodo marzo 2002-febrero 2003. Lo más destacado:

--En esos doce meses se registraron 1,248 manifestaciones, un promedio de 3.4 al día (aunque hay meses con hasta 4.8 manifestaciones al día). Esta cifra subestima el problema, ya que la gran mayoría se presentan en días laborales, cuando los daños que causan son mayores.

--En esas movilizaciones participaron 476 mil personas, o 348 por manifestación. Pero si tomamos en cuenta que sólo unas cuantas fueron muy numerosas, la gran mayoría seguramente abarca a unas cuantas decenas de participantes.

--El 55% de las manifestaciones fueron del ámbito federal y el resto sobre cuestiones locales. Pero las primeras abarcaron el 80% de los participantes.

No hay cifras que permitan comparaciones en el tiempo o sobre los daños que estas manifestaciones causan.

¿Por qué hay tantas? Creo que hay dos factores fundamentales:

--Político: Bajo el viejo régimen priísta, cuando no había canales democráticos para canalizar demandas y quejas, a veces la única vía para hacerse escuchar eran las manifestaciones (dentro de ciertos límites). Ahora que sí hay una democracia, ésta sigue siendo muy imperfecta y muchas veces no hay canales eficaces para lidiar con problemas sociales. Por ejemplo, la no reelección de los legisladores impide que éstos desarrollen vínculos estrechos con los ciudadanos que representan. Tampoco ayuda la ineptitud de las burocracias ni la tolerancia oficial –en todos los niveles—a actividades ilegales. Asimismo, la fragilidad institucional creó una aversión contra actuar para detener a las manifestaciones más frívolas y dañinas.

--Práctico: Obviamente no hay cifras, pero sospecho que la relación beneficio-costo de las manifestaciones es alta. Por el lado de las ganancias, las manifestaciones muchas veces ofrecen beneficios tangibles de forma muy rápida para los grupos en cuestión o pagan buenos dividendos políticos en términos de visibilidad. En cuanto a los costos, incluso si todos los manifestantes fueran pagados, sacar 10 mil personas a las calles a un costo de 150 pesos por cabeza (más o menos el salario promedio diario) saldría en 1.5 millones de pesos, una cifra muy al alcance de cualquier político, sindicato u organización. Además, en el caso de los trabajadores sindicalizados, no hay sanciones por ausentarse del trabajo, lo cual reduce el costo para los manifestantes.

Para poner fin a esta locura, es claro que nuestra democracia tiene que mejorar y profundizarse. También se necesitan cojones para minimizar los daños que causan, como forzar a que las manifestaciones grandes se lleven a cabo los domingos. Pero eso no es todo. Debe haber un esfuerzo para destapar las fuentes de financiamiento de las manifestaciones, exigiendo transparencia y rendición de cuentas a partidos políticos, gobiernos locales y sindicatos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuantas manifestaciones tenemos por día? cuantas a la semana? cuantas por mes? cuantas por año? respuesta: DEMASIADAS. Como dice un espectacular: 1 es un derecho, 1,700 un exceso... y principalmente ese fue el tema que me llevo a buscar de qe se trataba el espectacular y me llevo a una página de una asociación ciudadana que da datos estadisticos y alarmantes de este tipo de situaciones. http://www.alguienteniaquedecirlo.mx/pinches-datos.php