Mucho se habla de los problemas de la industria cinematográfica mexicana. El Universal publicó hoy una nota muy interesante que muestra cómo funciona todo el proceso de financiamiento de una película nacional. Vale la pena.
Me llama la atención que, incluso con las cuotas impuestas para exhibir películas mexicanas, sea tan difícil juntar menos de un millón de dólares para financiar un proyecto. Eso indica que los cineastas mexicanos no han desarrollado una fórmula para crear películas que le gusten al público. Pasa lo mismo que se observa en el cine francés: todos aspiran a ser "artistas" en lugar de ser técnicos competentes que producen películas que sólo aspiren a divertir al público.
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