Hace unos días, escribí en este espacio que la verdadera causa de la crisis del PRI y la gran amenaza para su futuro es la falta de una ideología coherente y atractiva. Sin ella, considero, va a ser cada vez más difícil mantener la unión de una institución que es más una colección de intereses individuale y colectivos empecinada en conservar el poder que un partido político.
No están sólos. Aunque el Partido Acción Nacional sí es un partido funcional y no una mafia, también enfrenta una crisis seria, en cierto sentido similar a la del PRI. Imaginemos cuáles eran los principales objetivos del PAN, digamos, hace unos 15 años:
1. Qué México se transformara en una democracia verdadera
2. Qué el sector privado y no el estado predominara en la economía
3. Qué el manejo de la política económica y financiera del país fuera responsable
En buena medida, estos objetivos se han alcanzado (aunque, paradójicamente, en su mayoría durante las administraciones priístas de Zedillo y Salinas). La administración de Vicente Fox es la culminación de este proceso y ha buscado consolidar esas ganancias.
El PAN ganó, abrumadoramente. La pregunta ahora es: ¿qué representa y qué quiere hacer?
Ahí hay un gran hoyo negro. Como buen partido conservador, está bastante contento con hacer avances marginales y no alterar demasiado el status quo. Sin embargo, México es un país relativamente pobre, desigual, inseguro y estancado. La población, en general, reconoce las ganancias de los últimos 15 años pero quiere más. Hasta ahora, el PAN no ha ofrecido una visión clara de qué propone para solucionar esos problemas. Si no quiere repetir su suerte del verano pasado en el 2006, tiene que generar propuestas de cambios y políticas para que el país avance, independientemente de apoyar la agenda de Fox.
Las perspectivas no son buenas. Al igual que todos los partidos, carece de la infraestructura (institutos de estudios, programas para difundir las ideas y políticas de sus gobiernos estatales y locales, etc.) para crear propuestas. Asimismo, sus líderes (como el jefe Diego, Pancho Barrio, etc.) están orientados a la grilla y parecen no mostrar mucho interés en programas y propuestas.
Esto es una lástima, ya que hay muchas áreas que están abiertas a ideas nuevas y no tan nuevas, que son consistentes con la ideología básica del PAN, más allá de las reformas estructurales ya propuestas.
Por ejemplo, creo que la libertad sindical es un tema que combina elementos de democracia y progreso económico. La reforma laboral propuesta/acordada por el gobierno es muy tímida. Hasta donde puedo ver, no hay elementos que ayuden a que los sindicatos sean instituciones representativas de sus miembros, lo cual fomenta el corporativismo priísta/perredista. Incluso no sería mala idea crear una especie de IFE para certificar las elecciones sindicales. Además, la ley debe permitir la libre afiliación. Todo esto fomentaría la productividad y le restaría apoyo a los sectores más oscurantistas de la vida política nacional.
En otro órden, la educación es un tema ignorado en el discurso político, pero de vital importancia. Actualmente, gastamos poco (entre los países de la OCDE, México destina el menor % del PIB a este rubro) y mal (el gasto por alumno en educación superior es más de dos veces el nivel en primaria, aunque los retornos a ese nivel son más altos).
Aquí se pueden manejar dos elementos. Por un lado, permitir que los padres puedan involucrarse más, sobre todo en la vigilancia de los resultados, lo cual requiere información (hasta ahora, no he visto que el Instituto de Evaluación esté haciendo algo útil). Por el otro, se debe crear un sistema para mejorar la calidad, que permita premiar a las escuelas y maestros buenos y castigar a aquellos que no ofrecen resultados adecuados. Incluso se podría explorar la posiblidad de dar becas estatales que puedan emplearse en cualqueir plantel educativo, incluyendo los privados. Cabe notar que cualqueir reforma educativa será opuesta por el sindicato de maestros, por lo cual es necesaria que antes se lleve a cabo una reforma laboral.
Por último, un tema ganador es la calidad de los servicios públicos. Es un área donde hay avances, pero es claro que se necesita hacer mucho. Tal como señaló un informe de la OCDE, un motivo por el cual la informalidad es tan grande es que muchos perciben que la baja calidad de los servicios que reciben los trabajadores formales (salud, pensiones, etc.) no compensa los beneficios (evasión fiscal) del sector irregular.
lunes, diciembre 01, 2003
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