Este artículo sobre los modelos de desarrollo respectivos de China e India es lectura indispensable. Presento una breve reseña y algunas reflexiones sobre la relevancia para México.
En fechas recientes, China ha recibido muchísima atención en los medios nacionales e internacionales. Su éxito en términos de crecimiento, tanto de su economía como de sus exportaciones, es temido y admirado en partes iguales. El gigante asiático parece imparable.
No obstante, las impactantes tasas de crecimiento que presenta (cerca de 9% anual en el PIB y más de 30% en exportaciones) esconden serias debilidades. Sus mercados de capitales son ineficientes en extremo, su éxito exportador depende de empresas extranjeras, no ha logrado crear muchas empresas nativas competitivas, no es un estado de derecho y el gobierno sigue controlando buena parte de la actividad económica.
En cambio, India --el otro gigante asiático--es virtualmente ignorado, salvo una que otra nota sobre su industria tecnológica (sobre todo de software) y su desarrollo como una plataforma para el outsourcing de servicios. Además, sus cifras de crecimiento son mucho menos impresionantes (su PIB crece a poco más de 5% anual).
Pero los autores de la nota señalan que su potencial a largo plazo puede superar al de China. Esto debido a que tiene mejores mercados de capital, un sistema judicial funcional y, quizá más importante, ha logrado desarrollar empresas nativas muy competitivas. A esto agregan su fortaleza en tecnología y yo añadiría que cuenta, a diferencia de China, con una amplia población que habla inglés.
Es imposible señalar cuál de los dos modelos es mejor. China está siguiendo el mismo modelo que funcionó muy bien para Japón y Corea. Aunque estas dos naciones enfrentan serios problemas y Japón lleva estancado una década, a final de cuentas son países ricos. Pero al mismo tiempo son países mucho más pequeños, homogeneos y liberales que China, por lo cual las deficiencias del modelo asiático de crecimiento vía exportaciones pueden afectar al gigante antes de alcanzar niveles altos de ingreso. En el caso de India, realmente no hay muchos precedentes debido a las características únicas de ese país. Pero sus fortalezas son impresionantes y, si su gobierno lograra tener mejores políticas públicas (sigue siendo un país mayoritariamente analfabeta), bien podría rebasar eventualmente a China. Sin duda, será una de las grandes cuestiones de las próximas décadas.
¿Y México? Curiosamente, se puede decir que México es un híbrido de estos dos modelos. Si bien en los últimos años ha privilegiado el crecimiento vía exportaciones, es claro que éste ya llegó a su límite. El reto actual es, sin duda, promover empresas muy competitivas en servicios y tecnología (las grandes empresas internacionales mexicanas, como Cemex y Bimbo, se dedican a productos de bajo valor agregado). Eso exige crear una infraestructura educativa de excelencia, que enfatice las ciencias naturales y la ingeniería (tal como sucede en India). En algunos respectos, tiene buenas bases para crecer: la eficiencia del sistema financiero y judicial está mejorando, aunque lentamente, y el país cuenta con una inmejorable posición geográfica.
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