viernes, diciembre 12, 2003

Visiones contrastantes en el PRD

Es tentador tachar al PRD en su conjunto como una versión del PRI de los años setenta, sólo un poco más democrática y más liberal en cuestiones sociales y culturales. En general, muchos de sus líderes, como Cuauhtémoc Cárdenas, Chayito Robles y Pablo Gómez (su coordinador en la Cámara de Diputados) pertenecen a esa corriente. Como evidencia, basta leer un editorial que publicó este último (advertencia: puede causar nausea).

(Paréntesis: Es patético cómo se critica constantemente al gobierno por elevar el gasto corriente al mismo tiempo que la izquierda lamenta que el gobierno reduce al gasto social. Saben perfectamente que el aumento en el gasto corriente obedece a un alza en el gasto destinado a la educación y programas sociales. Tal como dicen, una mentira repetida mil veces se convierte en verdad).

Estos suelen ser los perredistas que conocemos y detestamos. Pero hay uno que otro más sensato. El ejemplo más claro es el senador Demetrio Sodi, siempre una voz lúcida y pragmática. Pero quedé sorprendido por la reacción de Ricardo Monreal, gobernador de Zacatecas, quien lamentó el rechazo de la reforma. Tengo buena impresión de él y se rumora que buscará pronto el liderazgo del PRD. Ojalá tenga éxito, por el bien del país.

La gran pregunta es dónde se ubica Andrés Manuel López Obrador. Es un gran político, más allá de lo que uno piense de él y de sus acciones. Estuvo en contra de la reforma fiscal, pero de forma discreta (nadie cree su afirmación que con más austeridad el gobierno podría tener el dinero que requiere). Sus instintos parecen ser de la vieja izquierda, pero tiene todo que ganar y nada que perder moviéndose hacia el centro. En ese sentido, será interesante ver qué dice en los próximos días. Además, si piensa seguir esa estrategia con miras al 2006, tiene que enfrentarse a Cárdenas y tomar control del partido, purgando a los elementos radicales y estableciendo alianzas con gente como Monreal. Si no lo hace, es probable que no gane la elección presidencial y, aún si lo logra, tendrá serios problemas para gobernar. Esto tiene que suceder en el 2004. Veremos.

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