La "fuga de capitales" es un viejo concepto de los ochentas que, con el cese de los controles sobre transacciones financieras con el exterior y la estabilización de la economía mexicana, ha caído en desuso. No obstante, sigue siendo un indicador interesante que nos puede decir algo sobre la confianza de los ciudadanos en la economía de su país.
Al respecto, es interesante notar que, de acuerdo a datos del gobierno estadounidense, los mexicanos tienen depositados en bancos de ese país unos 30 mil millones de dólares, de los cuales la mitad correponden a instituciones oficiales y bancos nacionales. Tras crecer rápidamente tras la crisis de 1995, ha bajado modesta pero constantemente en los últimos tres años, probablemente reflejando las bajas tasas de interés en dólares. Estamos hablando de unos 300 dólares por habitante, un nivel similar al de Argentina, pero mucho mayor, por ejemplo, al de Brasil.
No obstante, las compras netas de mexicanos de valores financieros de largo plazo a estadounidenses están creciendo, alcanzando un nivel de 10 mil millones de dólares en los primeros nueve meses del año. Seguramente la mayoría de esos flujos reflejan la acumulación de reservas por parte de Banco de México (unos 6 mil millones de dólares). Pero no deja de ser un tanto triste que este indicador, de cierta forma, refleja que se percibe una relativa falta de oportunidades de inversión en el país, lo cual lleva a que los mexicanos inviertan más allá de lo que los estadounidenses invierten aquí.
lunes, diciembre 08, 2003
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