El nuevo primer ministro, Paul Martin, ordenó una revisión de todo el gasto público por parte de una comisión intersecretarial.
Esta práctica --revisiones por parte de comisiones, que emiten informes públicos--es muy común en las naciones industrializadas. No sé por qué no se emplea en México. Si Fox hubiera convocado una comisión --preferiblemente independiente---desde hace años para revisar el gasto y las finanzas públicas, sus recomendaciones hubieran servido como base para alcanzar acuerdos en estas materias. A final de cuentas, si dicha comisión hubiera recomendado el IVA a alimentos y medicinas, el gobierno no hubiera incurrido el enorme desgaste político de promover esta idea. Además, evitaría que los opositores a la reforma siguieran sustentando cifras y posiciones ajenas a la realidad.
Lamentablemente, es una idea que simple y sencillamente ni es contemplada, aunque sería muy útil para temas como las reformas fiscales y energética.
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