Porfirio Díaz es uno de los personajes más relevantes de la historia mexicana. Este personaje gobernó al país durante 35 años (1876 a 1911) y dejó un legado que causa profundas divisiones de opinión.
Por un lado, la versión clásica destaca su gobierno tiránico, la "latifundación" de la agricultura, las facilidades otorgadas al capital extranjero y la supresión violenta del movimiento sindical, entre otras. El hecho que su régimen sentó las bases de la Revolución Mexicana es la muestra más clara de su verdadera naturaleza.
Por el otro, hay quienes destacan sus logros indudables, como es la unificación territorial con base en la construcción de una extensa red ferroviaria, la paz social que se alcanzó después de las incesantes guerras en décadas previas y la incipiente industrialización del país. Durante el régimen de Carlos Salinas se hizo un intento muy notorio para rehabilitar al General Díaz.
Pues bien, un estudio reciente de Moramay López-Alonso de la Universidad de Rice (ver PDF aquí) deja claro que para la mayoría de los mexicanos los avances económicos del régimen porfirista no mejoraron en lo más mínimo su nivel de vida (de hecho, lo contrario es cierto). (Vía Leonardo Monasterio).
¿Cómo puede afirmar esto? Pues estudió la estatura promedio de soldados y policias, que su gran mayoría provienen de las clases populares. La estatura es una medida alternativa para determinar el bienestar material, ya que depende del nivel de nutrición y salud general. Encontró que esta bajó en las últimas décadas del siglo XIX, se estancó en las primeras tres décadas del siglo XX y empezó a mejorar en los años 1940 (cabe notar que el deterioro inició antes del gobierno de Díaz, pero claramente se mantuvo durante él).
También estudió la estatura promedio de las personas que solicitaron pasapartes, un proxy de la clase alta. ¿Y qué creen? Su estatura aumentó de manera constante en este periodo.
Estos resultados confirman que, en efecto, el General Díaz fue un gobernante nefasto para la gran mayoría de los mexicanos y el aumento en la desigualdad es un legado que todavía no hemos podido subsanar.
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1 comentario:
Tres intiresno, gracias
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