Ante la turbulencia reciente en los mercados, eran de esperarse las sobrereacciones. Hoy encontré un ejemplo muy ilustrativo.
Resulta que bajo la dirección de su nuevo presidente, Robert Zoellick, el Banco Mundial está promoviendo una iniciativa para que los países subdesarrollados utilicen productos financieros para el control de riesgos. Por ejemplo, busca que los países caribeños compren seguros conjuntos contra daños causados por huracanes, futuros para compensarlos por caídas en los precios de productos primarios, líneas de crédito en caso de desastres naturales, etc.
Suena como una excelente idea. Por algo existen los mercados organizados de productos derivados desde hace cientos de años. Claro, como siempre, el uso de estos productos requiere una buena comprensión de los riesgos involucrados, pero el Banco Mundial ciertamente está en posición de ofrecer esa asesoría.
Me enteré de esta iniciativa por Andrew Leonard, un interesante analista que, desafortunadamente, quiere hacer una analogía tan fácil como falsa entre prácticas sanas de control de riesgos y la crisis hipotecaria en Estados Unidos. Es decir, considera que los pobres (en ambos sentidos) países africanos van a comprar derivados que no entienden y que tarde o temprano les causarán grandes pérdidas.
Es una posición que muestra una falta de entendimiento de la crisis actual, así como una actitud bastante condescendiente hacia los países emergentes. De entrada, la crisis hipotecaria es un problema complejo que poco tiene que ver con derivados; más bien es un caso de subestimación sistemática de un riesgo y apalancamiento excesivo.
En fin. Es triste que gente moderada de izquierda caiga una y otra vez en la condena automática de los mercados financieros.
De hecho, es interesante notar que el gran profeta moderno contra las burbujas bursátiles y de bienes raíces, el Prof. Robert Shiller, precisamente promueve la creación de derivados ligados a variables macro como precios regionales de bienes raíces, PIB, etc., como un medio para que los individuos y organizaciones puedan controlar su nivel de riesgo (esto a través de MacroMarkets).
P.D. En una de esas coincidencias un tanto preocupantes, resulta que el tesorero del Banco Mundial se llama Kenneth Lay, igual que el fundador (ya finado, pero no antes de caer en desgracia) de Enron.
jueves, agosto 30, 2007
Banco Mundial: Pagan los justos por los pecadores
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