Primer acto. Especuladores irresponsables empujan al alza el valor de una clase de activos financieros más allá de lo que justifican factores fundamentales. Acto segundo. Ante señales de que esa clase de activos no cumplirá con las elevadas expectativas, hay un pánico en los mercados y sus precios se desploman. Tercer acto. La Reserva Federal llega como galante caballero a rescatar la doncella en peligro mediante un fuerte recorte a las tasas de interés. Todos felices. Nadie aprende nada y se repite el cuento.
Es un cuento familiar. Una infninidad de analistas han culpado a la Reserva Federal de fomentar las dos grandes burbujas especulativas estadounidenses de los últimos años: la de acciones tecnológicas en los años noventa y la de bienes raíces residenciales esta década. Cuando recortó su tasa de descuento este viernes, la Reserva Federal desató el rechazo de este grupo. Y no es gente menor. Uno de los mejores analistas fincieros que conozco, James Surowiecki, publicó hoy un ensayo donde condena esta medida como un nuevo "rescate". Este argumento sostiene que al rescatar a esos inversionistas, la lección queda sin aprender y estaremos condenados a repetirla.
¿Pero es la palabra adecuada? La verdad es que no. El fondo Long Term Capital quebró en 1998 y sus clientes perdieron mucho dinero. Lo mismo aplica a los inversionistas que adquirieron acciones punto com a finales de la década pasada; cabe notar que el índice Nasdaq sigue a la mitad del nivel máximo registrado en 2000. Lo mismo sucede ahora. Quienes adquirieron bonos respaldados por hipotecas chatarras van a perder mucho dinero, sin importar lo que haga o deje de hacer la Fed. Quizá este banco central pueda suavizar un poco el golpe, pero de que dolerá, dolerá.
Esto nos lleva otra vez al viejo debate sobre qué deben hacer los bancos centrales cuando hay evidencias de que se gesta una burbuja especulativa. Alan Greenspan, el ex presidente de la Reserva Federal, opina que no deben intervenir (ver un ejemplo). Otros consideran que sí deben tomar los precios de los activos financieros en la formulación de la política monetaria (ver este estudio en PDF). Pero todos reconocen que ambas alternativas tienen riesgos importantes y no hay soluciones sencillas
Sin duda, es un debate vital, aunque no resuelto. En todo caso, lo que sí es claro es que los bancos centrales deben asegurar que los mercados financieros funcionen correctamente y que cualquier ajuste causado por el colapso de una burbuja sea ordenado. Bajo este criterio, no veo con malos ojos lo que está haciendo la Reserva Federal.
P.D. Este artículo resume muy bien el debate en torno a la intervención de los bancos centrales en los mercados.
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