viernes, octubre 01, 2004

A un año

Más o menos por estas fechas inicié este blog. Es y sigue siendo una experiencia muy grata. A todos los que dedican un poco de tiempo para visitarlo, mi agradecimiento.

Aprovecho la ocasión para compartir algunas de mis observaciones y lecciones.

Curiosamente, la gran mayoría no tienen que ver directamente con este espacio. Al mantener un blog, naturalmente nace la curiosidad de saber qué hacen otras personas en este medio. Aunque lamentablemente no tengo mucho tiempo para navegar, en este año he encontrado cualquier cantidad de blogs sumamente interesantes, tanto en mi área de especialidad (Marginal Revolution, Libertad y Organización, etc.) como en otras.

Lo que más valoro de este medio es que permite que muchas personas muy conocedoras y con mucho que decir cuenten con un mecanismo sencillo para expresarse. Eso es invaluable. Pero no es la única aportación. También permite que muchas personas con talento para seleccionar contenidos puedan concentrar lo mejor y más interesante (Libro de Notas viene a mente) para los pobres seres como su servidor que disponen de poco tiempo para extraer las riquezas de la Red.

La misma diversidad y novedad de los blogs también me ha abierto los ojos, como muchos, con relación a las deficiencias (e incluso las bondades) de los medios tradicionales.

Los mejores blogs con contenido original son escritos, como es obvio, por personas que saben de lo que hablan, aunque suelen tener prejuicios ideológicos evidentes (algo que admiten casi siempre). La mayoría de los reporteros tradicionales suelen saber poco del tema que cubren (sobre todo en temas especializados como finanzas y economía), esconden sus prejuicios aunque se manifiesten de alguna u otra forma y, por los cánones periodísticos, se limitan a dar versiones (dos o más), que es muy diferente a llegar a conclusiones claras sobre qué es cierto y qué no lo es. Además, su estilo de redactar es fosilizado en extremo. Incluso su función más básica, la testimonial (decirnos qué pasó), ha quedado en entredicho en varias ocasiones (nada nuevo en esto, pero a través de los blogs ahora nos enteramos).

No obstante, muchos artículos de vieja guardia sí cuentan con un trabajo de investigación y análisis serio. Eso falta en los blogs, que suelen limitarse a opiniones de bote pronto o a informarnos sobre la existencia de dichos artículos (nada malo con esto, mi punto es que falta originalidad y trabajo). En otras palabras, los blogs ayudan mucho a estar informado, pero no contribuyen mucho a entender. Pero para ser justo, es más una cuestión de formato que de pereza.

En cuanto al manejo del blog, es un pasatiempo que ocupa relativamente poco tiempo, pero me beneficia de varias formas concretas. En primer lugar, me ha ayudado a escribir de forma más concisa y directa, como requiere este medio, aunque todavía me cuesta modificar los hábitos formados en años de redactar ensayos y artículos. Por otro lado, complementa muy bien mi trabajo: el blog es una especie de cuaderno permanente de apuntes que me sirve para probar y almacenar ideas para artículos y trabajos de análisis. Pero lo más valioso es que permite ventilar mis intereses y practicar lo que más me gusta: escribir, aunque sea sobre temas tan ?secos? como las finanzas y la economía.

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