En semanas recientes he dedicado mucho espacio al tema del petróleo (ver mi análisis más reciente), centrándome en la coyuntura y las perspectivas de corto y mediano plazo. Pero a final de cuentas un análisis más completo requiere entender las tendencias de largo plazo tanto en la oferta como en la demanda. Respecto a la primera, el tema principal es la cantidad disponible de petróleo, algo que determina la geología y las tecnologías de exploración y extracción.
De estas cuestiones no tengo la más pálida idea, lamentablemente. La buena noticia es que hay personas mucho más listas y conocedoras que yo. Un artículo (ver aquí la primera parte y aquí la segunda) publicado por Robert Feldman, un economista de Morgan Stanley, fue muy ilustrativo. En conjunto con otros análisis que he visto recientemente (esta nota, y otras que ofrece Asia Times, es un buen ejemplo), hay una conclusión clara: parece que hay buenas bases para pensar que la producción mundial de petróleo está por alcanzar sus niveles máximos en los próximos cinco años (algunos piensan que en 2005, otros que en 2010).
Obviamente, bajo las circunstancias actuales, los analistas más pesimistas reciben toda la atención, mientras que otras voces más optimistas son relegadas al olvido temporal (es decir, volverán a ser escuchadas cuando bajen los precios).
No obstante, es posible que las restricciones sobre el crecimiento de la oferta serán más fuertes en los próximos años. Junto con las amenazas terroristas y el aumento en el consumo de las potencias económicas emergentes (China e India), eso implica que el nuevo precio de equilibrio del petróleo a largo plazo superará los 30 dólares por barril, tal como indican los futuros.
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