miércoles, septiembre 12, 2007

Del PRI al MetaPRI

No tengo mucho que añadir a lo que otros (ver aquí) ya han dicho sobre las reformas electorales que, todo parece indicar, pronto serán aprobadas.

Lo único que destacaría es que ya hay que dejar de pensar en México como una democracia. Cierto, hay votaciones y otros símbolos característicos de la democracia. Pero en realidad regresamos a las épocas del PRI, en donde un sólo partido controlaba todo, sin rendirle cuentas a nadie.

Este nuevo PRI, que llamaré MetaPRI (sí, como esos monstruos de las películas japonesas que reaparecen del fondo del mar cuando todos lo daban por muerto), es totalmente diferente, pero al mismo tiempo gatopardescamente idéntico a su iteración anterior.

¿Qué forma tiene este monstruo? Pues bien, es un amalgamado de los tres principales partidos (PRI, PAN, PRD). Éstos ya no deben ser vistos como partidos en sí mismos, sino como facciones poderosas de una organización política unitaria (algo así como la versión malévola de la santísima trinidad). La analogía es con los diversos grupos organizados de poder del viejo PRI (sindicatos, organizaciones populares, caciques locales, etc.).

En el viejo PRI esos grupos luchaban ferozmente para repartirse el botín conocido como estado, pero la genialidad de ese partido es que logró que la lucha fuera (mayoritariamente) pacífica, prometiendo que todos recibirían algo si se formaban pacientemente en la cola.

En el MetaPRI esa repartición será decidida por las elecciones (manipuladas y sucias), donde el voto decidirá el porcentaje del botín que cada partido/facción recibirá.

¿Suena como democracia? No hay que confundirse. En la democracia funcional los políticos tienen algunos contrapesos (un sistema judicial funcional) y tienen que rendir cuentas mínimas a los electores. En México eso no sucede ni sucederá. El sistema judicial es una toma de pelo y todos saben que no hay la más mínima rendición de cuentas (vaya, los políticos no renuncian por más flagrantes que sean sus actos de corrupción o delictivos) porque los partidos se protegen entre sí.

Estas reformas son simplemente un acuerdo formal de las reglas del juego para repartir el país.

P.D.
Aunque México inventó y perfeccionó este modelo político, su uso crece cada vez más en todo el mundo. Por ejemplo, me dio risa que en Rusia ahora Vladimir Putin está jugando al "tapado", esa simpática práctica de esconder a su sucesor designado hasta el último momento posible que solía ser el pasatiempo oficial de la clase política mexicana.

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