Cualquiera que tomó Economía I en la universidad se enteró que la remuneración de un trabajador es igual a su nivel de productividad (técnicamente, a su producción marginal).
Si bien esto quizá es cierto en un sentido muy general, es claro que en muchos mercados laborales este axioma es totalmente ajeno a la realidad. Por ejemplo, la gran mayoría estamos de acuerdo en que el nivel de paga de los grandes directivos corporativos con frecuencia es...irreal y totalmente fuera de proporción. Esto se explica por el hecho de que es muy difícil medir la aportación de un ejecutivo y, por otro lado, a que en muchos casos los ejecutivos controlan a los mismos consejos genrales que fijan su remuneración. Es decir, es más una cuestión de instituciones que de mercados libres.
Lo mismo sucede en otros ámbitos. El caso de la NFL, la principal (y muy exitosa) liga de futbol americano en EUA es interesante. Una de las curiosidades, que bien ilustra este artículo, es que jugadores novatos que realmente no han probado su desempeño real con frecuencia ganan mucho más que veteranos productivos. Lo único que falta es una explicación onvincente de por qué sucede esto (seguramente tiene que ver con la complicada estructura de los salarios en ese deporte).
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