miércoles, julio 18, 2007

El emocionante tema de la reforma fiscal en México

Los temas fiscales no son lo mio. Sin embargo, por cuestiones profesionales tengo que informarme sobre la reforma fiscal propuesta por el gobierno mexicano. La propuesta original se puede encontrar aquí. El despacho Deloitte también ofrece un resumen.

Su parte medular es un nuevo impuesto corporativo que eventualmente sustituirá al impuesto sobre la renta (ISR) y al impuesto al activo. Durante unos años, funcionará como un ISR alternativo, es decir, las empresas calcularán el ISR y el CETU y pagarán el total más alto (tipo el Alternative Minimum Tax estadounidense). Con esto se recaudaría casi 2 por ciento más del PIB.

Ahora bien, el CETU difiere del ISR tradicional en muchos aspectos. Su tasa es menor (empezará en 16% y subirá a 19%). Para calcular el ISR, se deducen los gastos operativos (materias primas, nómina) y el pago de intereses sobre deuda a los ingresos para tener la base sobre la que se aplica la tasa del ISR. En el caso del CETU, se deducen los insumos de producción, aunque no se deduce la nómina ni los intereses, y también se deducen las inversiones de capital (para expansión.

No he visto un análisis o simulación del impacto. El CETU tiene, en prncipio, puntos a favor. No distorsiona las decisiones sobre la estructura de capital de las empresas (al permitir la deducción de intereses, el ISR favorece la deuda sobre el capital) y promueve el crecimiento al permitir la deducción de la inversión.

Pero al comentar esto con algunos colegas surgieron varias interrogantes. Por un lado, ¿que van a hacer las empresas de servicios? Su costo principal es el laboral (la nómina), por lo cual un impuesto de 19% sobre sus ingresos las mataría. Su única opción sería tener a sus empleados por honorarios, lo cual destruiría al sistema de seguridad social (por honorarios no haces contribuciones de seguro médico o pensiones). En el caso de las maquiladoras, la iniciativa sólo contempla la deducción de los insumos importados definitivamente y no los temporales que usa esa industria.

En fin. Supongo que con el tiempo entenderé más y resolveré algunas de mis dudas. Pero ciertamente es vergonzoso que la Secretaría de Hacienda no ofrezca información más detallada que le permita a no expertos como su servidor o cualquier empresario pequeño/medio entender bien que sucederá. Como dicen, tache. Ahora bien, qué terminará saliendo del Congreso (incluyendo la posibilidad de que no salga) es imposible pronosticar.

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