Hace un par de años señalé que el sindicalismo tradicional estaba muriendo, principalmente por su insistencia en la rigidez en estos tiempos de cambios constantes. Pero al mismo tiempo, hoy más que nunca los trabajadores necesitan apoyo para lidiar precisamente con el cambio constante y la complejidad del mercado laboral moderno.
¿Cómo se puede cuadrar esto? En principio, los nuevos sindicatos deberían formarse en torno a diversas clases de ocupaciones (y no empresas o industrias) y deberían funcionar más como agencias de recursos humano que como agrupaciones para enfrentar al capital.
Pues con mucho gusto leí esta nota que describe precisamente las iniciativas de una tal Sara Horowitz, que está precisamente estableciendo organizaciones de este tipo. ¡Enhorabuena! No se lo pierdan; este tema es de bajo perfil, pero será clave en el futuro.
viernes, noviembre 10, 2006
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