Nada como un artículo maravillosamente excéntrico para alegrar el día. Un tal Chan Akya recomienda a Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal, promueva los principios del budismo para combatir la inflación.
¿Qué tiene que esa antigua religión con un tema tan mundano como el alza en precios? Pues bien, pequeños saltamontes, la lógica es la siguiente.
El budismo promueve el respeto a todos los seres vivientes. Por tanto, muchos budistas se abstienen de comer carne. Al mismo tiempo, el ganado consume muchos granos, cuyo precio está subiendo por toda clase de motivos, incluyendo un mayor consumo de carne en países como China. Si todos fueramos vegetarianos, habría menos presión sobre el precio del maíz y el trigo y la inflación sería más baja.
Hay que leerlo para creerlo. Pero el respetable Sr. Akya se equivoca de religión. Un combate a fondo de la inflación requeriría que nos convirtieramos al Jainismo.
sábado, octubre 13, 2007
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