Si los productos primarios (excluyendo a la energía) son un termómetro preciso de la salud de la economía mundial, pues no tenemos de que preocuparnos. El índice del Fondo Monetario Internacional que cubre estas materias primas presentó un alza en enero de 4%, con lo cual acumuló un aumento de 17% respecto al mismo mes del año pasado. De hecho, alcanzó ese mes el nivel más alto en sus 25 años de existencia.
El alza en enero fue amplia, ya que todas las principales categorías de productos primarios no energéticos presentaron ganancias. Entre ellas, destacó la de materias primas para bebidas (que incluye productos como el cacao y el café), con un alza promedio en su precio de 13.3% durante el primer mes del año. Fue seguida por el repunte de 5% en el precio de los metales.
Las tendencias de mediano plazo son similares. Si bien todas las categorías muestran alzas respecto a enero de 2005, los metales encabezan la lista. En los últimos 12 meses, su precio promedio subió 30.6%. Los productos primarios de bebidas ocuparon un distante segundo lugar en este periodo, con un aumento de sólo 11%.
Los analistas tienen opiniones encontradas respecto a la fuerte tendencia alcista en estos mercados. Por un lado, la mayoría sigue destacando que el principal factor que los ha impulsado en los últimos años, el crecimiento explosivo de la demanda por parte de las dinámicas economìas de China y otras potencias en vías de la industrialización, sigue plenamente vigente. Pero por el otro, hay quien estima que buena parte de los aumentos recientes obedecen a factores especulativos y, por ende, no son sostenibles.
Empezando por el primer bando, no se puede negar el impacto de la demanda china en estos mercados. En 2005, el índice producción industrial de esta nación creció 16.5% (diciembre a diciembre), impulsado por sus exportaciones..
Sin embargo, el alza tan pronunciada en los precios ha puesto en marcha tendencias correctivas. El caso del cobre es ilustrativo.
Según el International Copper Study Group (ICSG), en los primeros 10 meses de 2005 la demanda mundial de cobre bajó 1.2% respecto al mismo periodo de 2004. Si bien la demanda en China creció 10.5% y en otras potencias como India y Rusia se observaron tasas incluso mayores, en los países ricos presentó una baja significativa, como la reducción de 8.7% observada en la Unión Europea. A final de cuentas, estos últimos siguen siendo los principales consumidores del metal rojo y otros productos primarios.
A pesar de esto, no se percibe una presión bajista sobre los precios. Al respecto, es importante destacar que en este mercado la demanda fue mayor que la oferta, aunque por un margen mucho menor al observado en 2004 (un déficit de 86 mil toneladas en los diez primeros meses de 2005, contra uno de 740 mil toneladas en el mismo periodo de 2004). Pero también cabe notar que, según el ICSG, la producción de cobre refinado fue frenada por una caída en la tasa de aprovechamiento de la industria de refinación, de 81.3% en los primeros 10 meses de 2004 a 80.4% en el mismo periodo de este año.
Andy Xie, un economista de Morgan Stanley, atribuye el alza en los productos primarios al fervor especulativo causado por un exceso de liquidez financiera a escala global. Señala que la apreciación de los productos primarios en el pasado reciente está atrayendo a los inversionistas inerciales (es decir, los que entran a los mercados que han generado altos retornos) y que no se necesita mucho dinero para mover a estos mercados: según sus estimaciones, no supera unos 400 mil millones de dólares (equivalentes al valor de mercado de ExxonMobil, la empresa privada de energía más grande). Considera que un choque significativo que reduzca el apetito de riesgo de los inversionistas podría llevar a fuertes caídas en los precios de estos productos.
Si bien en algunos casos los fundamentos de algunos productos primarios son frágiles, en otros se requeriría una fuerte desaceleración económica a escala mundial para frenar las alzas en los precios. El Internacional Lead and Zinc Study Group (ILZSG) pronostica que en 2006 la demanda de plomo superará a la oferta por un margen de 51,000 toneladas, contra el déficit de 80,000 toneladas pronosticado para 2005. Pero en el caso del zinc, cuyo precio subió 67% en los últimos doce meses, el déficit proyectado para este año, de 430 mil toneladas, será casi el doble que el faltante observado en 2005. En ambos casos, el fuerte crecimiento de la demanda en China e India superará las caídas en el mundo industrializado y rebasara el lento avance de la oferta.
Los mercados de futuros de metales auguran sólo bajas modestas en los precios en el mediano plazo. Los futuros a 15 meses en el London Metals Exchange de cobre cotizan a un precio 10.5% menor al precio spot, un margen similar al observado en otros casos, aunque el zinc cotiza sólo 4% por debajo del precio spot.
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