El cumplimiento de mi profecía sobre la caída de las grandes empresas estadounidenses va de maravilla. Los últimos números de ventas de Ford y General Motors en el mercado estadounidense exhiben la magnitud del debacle. Si bien la caída en julio es engañosa en la medida en que hace un año registraron ventas altísimas por los descuentos masivos que ofrecieron, las cifras en lo que va del año marcan bajas de dos dígitos.
Pero en términos de simbolismo lo que más llama la atención es que Toyota ya rebasó a Ford como la segunda automotriz en Estados Unidos. Y por cierto: Honda ya dejó atrás a Chrysler para ocupar el cuarto lugar.
Ojo. No es algo que celebro. Si bien en términos de valor de mercado Ford y GM son ya irrelevantes, siguen siendo empresas inmensas que afectan la vida de millones de personas y decenas de miles de firmas. Su colapso casi inevitable tendrá serias repercusiones. Por lo mismo, hay que estar preparados.
miércoles, agosto 02, 2006
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