Cada seis meses, la Reserva Federal de Filadelfia publica los resultados de la Encuesta Livingston, en la que economistas de diversos ámbitos nos ofrecen sus pronósticos sobre la evolución de diversas variables financieras y económicas en Estados Unidos. Una de ellas es la trayectoria del índice bursátil S&P 500 en horizontes de 6 a 24 meses.
En general, soy partidario del punto de vista que sostiene que es más seguro jugar ruleta rusa que tratar de adivinar qué pasará con las acciones en periodos menores a 5 años. Pero el mundo sería más aburrido si nadie intentara.
¿Y qué tal les va? Tal como uno esperaría: no muy bien. Cometen el mismo error que todo inversionista novato: extrapolan hacia el futuro con base en tendencias recientes. Eso implica que nunca son capaces de atinarle a los cambios en la dirección del mercado.
En todo caso, es interesante notar que el margen de error, aprox. 15% (+/-) en plazos de 6 meses es altísimo. Esto es el resultado de una subestimación consistente del nivel de precio de las acciones en los años noventa y una sobreestimación consistente en los primeros años de esta década. Lo anterior parece indicar que se resistieron a los bandazos del mercado conociendo la trayectoria histórica de las acciones. Pero la historia sirve de poco en el corto plazo.
En otras palabras, si le hubieras confiado tu dinero a estos economistas, no te hubiera ido muy bien que digamos. Pero tampoco te hubiera ido peor que con cualquier otro manejador de fondos. La diferencia es que el economista por lo menos te puede explicar por qué se equivocó (;-))
jueves, junio 09, 2005
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