No es ningún secreto que el oro y el dólar son enemigos. El metal dorado es visto por sus devotos ?un extraño grupo cuasi-místico?como el medio óptimo para conservar el valor de la riqueza. En otras palabras, es considerado un baluarte contra la inflación y la depreciación del dinero sin respaldo real. Al ser su precio expresado en dólares, entonces su valor depende de manera inversa del valor del dólar, tanto contra otras monedas como con relación a la inflación (un factor importante en los 1970, poco relevante hoy día).
En la siguiente gráfica se muestra el valor del dólar contra una canasta de las principales divisas, así como el valor del oro.
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En ese sentido, la fuerte caída del euro la semana pasada ?de 2.1%--como resultado del rechazo franco-holandés a la propuesta de constitución para la Unión Europea, la cual aumenta la probabilidad (muy baja) de un eventual colapso de la unión monetaria europea, debió haber sido muy negativa para el oro.
Y así fue, en un inicio. El martes pasado el euro cayó 1.7% contra el dólar y el precio del oro registró una caída de 1%. Pero el resto de la semana probó ser diferente: el euro siguió cayendo mientras que el oro cerró con un alza semanal de 1.2%.
Sin embargo, el movimiento del oro es una señal evidente de que la reciente fortaleza del dólar tiene poco sustento y que, a la larga, se requiere una depreciación de esa moneda para restaurar equilibrio a sus cuentas externas. En ese sentido, es notable que pese a su fortaleza ante el euro, ante una canasta más amplia de monedas sólo ganó 0.8% en la semana. No cabe duda que la fuerte caída en las tasas de largo plazo en EUA, de 4% a cerca de 3.9% esta semana, le quitará cierto atractivo a los bonos de ese país y le restará impulso al dólar.
sábado, junio 04, 2005
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