El affaire Wolfowitz muesra claramente que las práctcas administrativas cuestionables están presentes en todos lados. Pero si eres un alto funcionario de una importante institución internacional de un país conocido por su elevado grado de corrupción, tienes que ser más puro que la nieve recién caída.
Esto lo comento porque José Angel Gurría, ex negociador de la deuda externa y ex secretario de finanzas de México que ahora preside la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) enfrenta fuertes cuestionamientos, según esta nota. Las cosas que ahí se mencionan son de poca monta, es cierto. Lo típico: remodelaciones costosas de su apartamento, favoritismo hacia su país, gastos de entretenimiento cuestionable, etc. Pero si se siguen acumulando, el Sr. Gurría bien podría enfrentar dificultades para ser designado como director por otro periodo de una organización netamente tecnocrática, apolítica y que funciona con base en el consenso.
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